viernes, 1 de diciembre de 2017

RESPONSABILIDADES EN CASA


Sonia y Tony son hermanos de 16 y 14 años respectivamente. Durante los largos años de la infancia, sus padres han estado pendientes de educarles en las cuestiones fundamentales. Ahora en plena adolescencia, al igual que la mayoría de los chicos de este período, se sienten incomprendidos y el centro de todo. Se encuentran por lo tanto en esos momentos de cambios, de nuevos intereses, de inseguridad y de fuerte discrepancia con los padres. Es decir, con un cerebro aún en vías de formación, saturación hormonal, nuevos estímulos y repetidas fuerzas instintivas, o sea, en pleno  desarrollo biológico, social, emocional y cognitivo. Y con un incesante aparecer de pensamientos ilógicos en su transcurrir diario, por eso decía Gracián que el hombre para ser del todo perfecto, “necesitaría tener una chimenea en la coronilla por donde se pudiesen exhalar los muchos humos que continuamente están evaporando del cerebro”.
A esas situaciones más o menos comunes a todos, añaden Sonia y Tony una larga relación de comportamientos que deterioran la vida del hogar: frascos abiertos, dejar el lavabo sin limpiar después de usarlo, vasos y latas  de bebidas que aparecen en el salón, en los dormitorios, en todas partes, ropa descolocada, peines en lugares inverosímiles, cuadernos y libros de textos que cuando se buscan cuesta encontrarlos... Pero eso sí, pasan horas ante el televisor, yendo de un canal a otro, para después tener que aplicar el teorema de Pitágoras para poder encontrar el mando que sabe Dios dónde lo han dejado. En fin, una gran cantidad de abandono en el cuidado de pequeños detalles que perturban la convivencia y la tranquilidad y sosiego de sus padres.
Viven despreocupados de las tareas domésticas sin colaborar en su realización  y sin tener en cuenta a los demás de su hogar. Ciertamente las ocupaciones de la casa puede ser algo molesto para los adolescentes, sin embargo, es necesario que las tengan por un sentido de servicio, de autodisciplina y de mejor integración en la vida familiar.
Pero hay muchos Sonia y Tony que con actitudes muy similares desorganizan la vida familiar, en cuestiones de orden menor, si se quiere, pero que alteran la serenidad que debería reinar en el entorno familiar.
¿Qué hacer ante esas situaciones?
Desde luego hay que educarles, especialmente en dos ámbitos: en el servicio a los demás y en la generosidad, porque pasados los años, si no han conseguido incorporar esas dos actitudes en su vida, no serán felices, no podrán construir una familia dichosa y si deciden casarse, harán muy penosa la vida de su pareja.
Los padres tienen que arreglar esa situación, para lo cual deberán conocer una serie de recursos educativos.
Hablaremos de algunos.
1.   La biblioterapia. Que es una técnica educativa mediante el uso de materiales de lectura que ayudan a los jóvenes a comprender mejor los problemas. Los personajes de los libros ofrecen soluciones a problemas y situaciones, además de que el lector libera tensiones emocionales con la identificación con los personajes. Muchísimas novelas de la literatura juvenil ofrecen valores en este sentido.
2.   El proyecto de desarrollo personal.  Con el que se puede conseguir y reforzar habilidades de saber escuchar, de ser capaz de seguir instrucciones concretas, de saber compartir, de ser capaz de pedir perdón, de autocontrolarse ante una frustración y por supuesto, de ser colaboradores en las tareas del hogar.

Otra posibilidad es utilizar el “pacto”. El pacto es un contrato verbal o escrito entre los padres y el adolescente. El pacto presenta una exigencia con un premio deseable para el muchacho. Un ejemplo:

Fecha: ....................................................
El chico: Acepto que ordenaré todas las mañanas mi habitación antes de salir para el Centro Educativo y que dejaré el baño recogido, siempre y después de haberlo utilizado.
                   Firma,

Padres: Nuestro hijo ...................... está autorizado a ir a la pizzería con sus amigos, los sábados de ocho a diez de la tarde-noche, si cumple lo arriba firmado.
                   Firma,


Como se puede apreciar, los padres establecen la conducta que esperan de su hijo. En el contrato debe aparecer además el premio que obtendrá si cumple su parte del contrato. Tanto la conducta solicitada como el premio a conceder, tienen  que ser cuestiones concretas, observables y si es posible, cuantificables.
El reforzamiento. Se considera reforzamiento todo aquello que pueda ayudarles a llevar un buen gobierno de su vida. Probablemente el mejor reforzamiento es el ejemplo de sus padres.
Las conductas de los adolescentes que reciben un reforzamiento, se hacen más frecuentes, sólidas y terminan originando hábitos. Así que los padres y educadores pueden reforzar las conductas deseadas.
El reforzamiento es desde luego un método enormemente eficaz como instrumento educativo. Lo podemos resumir así:
Positivo. Ante una conducta loable, padres y educadores la premian y entonces favorecen que aquella continúe realizándose.
Negativo. Ante una conducta negativa, padres o educadores corrigen y el adolescente puede que en el futuro obre mejor para evitar la corrección.
Extinción. Los padres o educadores dejan de prestar atención al que obra mal. Él se da cuenta que no le hacen caso, solamente le atienden cuando obra bien, en consecuencia, la conducta negativa comenzará a remitir.
Control de estímulos. Hay estímulos positivos, pero también los hay negativos. Una manera de reforzar la conducta es llevar mediante un gráfico un control de los estímulos negativos o pensamientos irracionales que inciden desfavorablemente en sus estudios, en la relación familiar o social, etc.
Pero creo que nada es tan valioso y educativo como la propia fuerza de la vida familiar. La fuerza de la vida familiar, actúa preventivamente, es decir, antes de la aparición de la adolescencia, ya habrán puesto los padres una serie de medios para que los hijos colaboren en las tareas del hogar. De la misma manera que es mucho mejor y hay posibilidades de éxito, si se hace una medicina preventiva ante posibles enfermedades –muy bien lo saben los médicos y las madres de los bebés, con las famosas vacunas, por ejemplo-, de igual modo, es conveniente que los padres actúen cuando el chico o la chica está en la edad infantil. Es sin duda la fuerza de una vida familiar unida, el recurso más potente que puede encontrarse para ayudar al adolescente. Ningún otro es comparable, en primer lugar porque las relaciones familiares tienen una fuerza afectiva que otros recursos no tienen o lo poseen en un grado muy inferior. Cuando en una familia hay buena comunicación, se tiene un sistema de valores, hay presencia de los padres y actitud de ayuda a los hijos y los progenitores, en especial el padre, ofrecen un papel definido, allí, en ese ambiente, se está bien.
Por último, en este capítulo como en tantos otros referidos a la educación, no se puede olvidar la importancia de ejercer una autoridad justa y estable.


LECTURAS JUVENILES.
                   A modo de ejemplo, véase una relación de lecturas juveniles que ayudan a mejorar en responsabilidad y educan la voluntad
  • BEAU GESTE. de P. C. Wren. Ed. Juventud. Novela de escenarios reales en la que se muestra el heroísmo de tres hermanos, soldados de la Legión Extranjera en tierras africanas.
  • UN CAPITÁN DE QUINCE AÑOS. de Julio Verne. Ed. S.M. Novela de aventuras en la que un joven grumete tiene que hacerse cargo de un barco y su tripulación.
  • IVANHOE. de Walter Scott. Ed. Aguilar. Historia de Ivanhoe, desde que es desterrado por su padre hasta que logra casarse con Lady Rowena. Sucesión de episodios caballerescos y sentimentales en los tiempos de la Inglaterra de Juan sin Tierra y Ricardo Corazón de León.
  • EL OTRO ÁRBOL DE GUERNICA. de Luis de Castresana. Ed. Prensa Española. Obra de gran delicadeza y finura de estilo que relata la vida de unos niños vizcaínos durante los tres años de la guerra española en que fueron enviados a Bélgica.
  • EL DÉCIMO CLANDESTINO. de Giovanni Guareschi. Ed. Planeta. Es un conjunto de 17 relatos breves que manifiestan con realismo y humor la vida en los barrios obreros de grandes ciudades,
  • VUELO NOCTURNO. de A. Saint-Exupéry. Ed. G.P. Deliciosa novela de aventuras que cuenta la historia de una compañía de navegación aérea, cuando los aviadores trataban de establecer el servicio comercial de transporte aéreo.
  • EL SOLDADOS QUE NOS ENSEÑÓ A HABLAR.  de Mª Teresa León. Ed. Altalema. Biografía novelada de Cervantes. Recoge los hitos más destacados de su vida, entrelazando sus aventuras como militar y las circunstancias de su vida familiar.
  • EL SEÑOR NATURAL. De Laszlo Possuth. Ed. Caralt. Biografía novelada de D. Juan de Austria.
  • ANA Y SU ORQUESTA. de Joseph Joffo. Ed. Grijalbo., Biografía novelada de la madre del autor, una valiente y animosa judía rusa, a quien el relato nos presenta en su infancia y juventud. La protagonista y su familia salen de Rusia huyendo de la persecución antisemita buscando un lugar definitivo donde vivir hasta llegar a París.
  • PÚRPURA Y NEGRO.  J. P. Gallagher. Ed. Palabra. Recuerdos en forma novelada de Monseñor O´Flaherty, quien desde su destino en el Vaticano dedicó sus esfuerzos a salvar personas buscadas por los nazis durante las Segunda Guerra Mundial.
  • EL ORIENTE EN LLAMAS. de Louis Wohl. Ed. Palabra. Biografía novelada de S. Francisco Javier
  • CINCO IDEAS.
    • Hay que educar a los adolescentes en el servicio a los demás y en la generosidad.
    • La vida familiar tiene, debe tener, una fuerza en sí misma que es sobre todo muy educativa.
    • En la familia tiene haber comunicación y un sistema de valores.
    • La presencia de los padres y su actitud de ayuda a los hijos es esencial para educar.
    • Los padres son la autoridad. Autoridad que se ejercerá de forma justa, estable y con prestigio.


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