¿Qué aporta la familia
a la sociedad?
No lo olvidemos, la familia es quién da y transmite la vida,
favorece la cultura, enseña los valores, da normas de conducta a sus miembros,
enseña costumbres y proporciona una historia, la de la familia y sus
antecesores. También proporciona bienes económicos y facilita una cierta
seguridad en el ámbito social en el que ella se mueve y desarrolla.
Aristóteles habló de la grandeza de la amistad: de tener
buenos amigos. Mucho más puede decirse de la familia: tener una buena familia
es tener un tesoro. Igualmente, es tener unas personas que serán guías y
acompañantes de los más pequeños: aquellas son la autoridad que para los hijos
es tener bien delimitado el camino. Camino ancho que cada uno podrá transitar
de acuerdo con sus gustos y aptitudes, pero de acuerdo con los límites que todo
arcén señala.
En la familia hay un importante elemento de unidad: el amor
que todos sus miembros se profesan. El afecto une perfectamente a todos. Es el
que ensambla a hijos con padres, a hermano con hermano, a padres con hijos, a
marido con su esposa en relación recíproca. Por el amor se comprende a los
otros, se perdona a los mismos, se sirve a los demás con alegría, establecemos
la paciencia en el hogar, evitamos las envidias y celos, arrimamos el hombro en
las tareas de la casa, nos contamos las inquietudes.
La familia dispone de recursos que ninguna otra categoría
social tiene. Con esos recursos puede resolver gran cantidad de problemas
sociales, afectivos y económicos. El recurso número uno es el amor, lo acabo de
citar. Otros recursos, también importantes, son el prestigio, la autoridad, la
experiencia, saber de las cosas y de las relaciones humanas.
Pero no se piense en la familia como en un estado social cuya
misión es estar presente en la vida de la comunidad. Esto es importante, pero
insuficiente. La familia tiene como misión, como encargo una meta grandiosa:
ser la transmisora de una cultura. También de unos valores. Ambas cuestiones,
la familia puede lograrlo por su misma esencia y por ser capaz de dotar de
habilidades y de motivaciones a sus miembros para que sean los perfectos
ejecutores de tan notable aventura.