"El
hombre en busca de sentido" de Viktor E. Frankl
“¿Por qué no se suicida usted?”, solía preguntar el autor a
sus pacientes aquejados de múltiples padecimientos. Y muchas veces de las
respuestas extraía una orientación para la psicoterapia a aplicar: a éste, lo
que le ata a la vida son los hijos; al otro, un talento, una habilidad sin
explotar; a un tercero, quizás, sólo unos cuantos recuerdos que merece la pena
rescatar del olvido. Tejer estas tenues hebras de vidas rotas en una urdimbre
firme, coherente, significativa y responsable es el objeto con que se enfrenta
la logoterapia.
En esta obra, Viktor E. Frankl explica la experiencia que le
llevó al descubrimiento de la logoterapia. Prisionero durante mucho tiempo en
los desalmados campos de concentración, él mismo sintió en su propio ser lo que
significaba una existencia desnuda. ¿Cómo pudo él, que todo lo había perdido,
que había visto destruir todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío,
brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio, cómo pudo
aceptar que la vida fuera digna de vivirla? El psiquiatra que personalmente ha
tenido que enfrentarse a tales rigores merece que se le escuche, pues nadie
como él para juzgar nuestra condición humana sabia y compasivamente. Las
palabras del doctor Frankl alcanzan un temple sorprendentemente esperanzador
sobre la capacidad humana de trascender sus dificultades y descubrir la verdad
conveniente y orientadora.
Viktor E. Frankl (Viena, 1905-1997) fue un neurólogo y
psiquiatra austriaco, fundador de la logoterapia. Su familia era de origen
judío. Aún muy joven, Frankl empezó a interesarse en la psicología. Estudió
medicina en la Universidad de Viena y se especializó en neurología y
psiquiatría.