lunes, 29 de enero de 2018

EL SOBREAPRENDIZAJE Y LA SUPERATENCIÓN



Consiste en reactualizar espaciadamente el material ya asimilado. Los resultados más altos se obtienen con un repaso en el que se emplee aproximadamente el 50% en repeticiones y tiempo, al empleado en el aprendizaje primero. Fijar el recuerdo primero precisa de menor tiempo y presentaciones.

Hay una correlación muy alta entre la memoria y la Ley del Refuerzo, que dice: "Realizar lo más perfectamente posible una operación instructiva. Después reiterarla. La reiteración facilita que las conexiones mentales o hábitos adecuen mejor el aprendizaje. Un mismo tipo de ejercicio repetido, enseña a solucionar siempre ese tipo. Cuantas más veces se resuelve un problema, más fácil se va haciendo solucionarlo".
Hay textos que se deben conocer con exactitud. Por lo tanto, hay que recitarlos, repetirlos, especialmente en aquellos casos en los que las asociaciones son más complicadas.

REGLAS MNEMOTECNICAS.
Hacerse con este tipo de estrategias o claves, posibilitará recordar y recuperar gran cantidad de aprendizaje.
Cuando la información lo permita, asociar los contenidos mecánico-maquinal (reglas, fórmulas, definiciones, etc.) a señales, símbolos, palabras-claves, etc.

LA SUPERATENCION.
Atraer la atención de los estudiantes hacia un trabajo, mantener la concentración o vigilancia al máximo y dirigirla sobre detalles, repercute positivamente en que la información que llega a la memoria sea mejor.
La habilidad de sobreatención se desarrolla con algunos procedimientos concretos en las tareas a ejecutar, tales como:

* Registrar datos de un informe, de un texto, de un relato.
El alumno se encuentra continuamente ante textos de las distintas disciplinas escolares. Conviene que adquiera la habilidad de seleccionar datos capitales y los registre, bien en su cuaderno de apuntes, bien haciendo fichas, bien en el propio margen del texto de trabajo.

* Tomar notas o apuntes abreviados de las cuestiones más importantes que se observen en el mensaje del profesor o que aparezcan en la pizarra de clase.

* Diferenciar ideas, datos u objetos. Efectivamente, el alumno que va aprendiendo a diferenciar diversas cuestiones con las que tiene que trabajar, estará más atento y las diferenciaciones que va encontrando son un hallazgo que le facilitan su memorización. Piénsese en casos como el estudio de personajes con algún paralelismo: Newton y Pascal; o accidentes geográficos igualmente con algún paralelismo: cabo y península, etc.

* Descubrir algo en un texto o en una explicación del profesor. El alumno que trabaja con la habilidad de ir descubriendo ideas capitales, se concentra muchísimo en su trabajo, las posibilidades distractivas disminuyen altamente. Es por lo tanto tarea primordial del profesor, enseñar a descubrir este tipo de ideas.



viernes, 26 de enero de 2018

LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES EN LA EDUCACIÓN (1)



Todos conocemos que el hombre de empresa, de negocios y todo profesional, suele tener una actividad de un valor inigualable: la atención a su propia familia.
Pero, ¿es que hay alguna duda sobre que los padres tienen que estar en primera línea en la educación de los hijos?
Una cuestión primordial en la familia es que allí haya serenidad. Si hay serenidad se resolverán los problemas derivados de las relaciones humanas, que son unos de los más difíciles, y si se tratan y resuelven en ese ambiente de serenidad, se está resolviendo la educación de los hijos. Otro aspecto importante, muy importante, es que la relación entre los esposos sea estable y  goce de autenticidad, respeto, agrado y cariño. Esta relación tiene que estar unida por el amor. Amor que unirá a los esposos, si es sólido, es decir si se basa en el bien del otro, no en la complacencia de uno mismo, ni en la rivalidad por espacios de poder u otras cuestiones menores. Al contrario, ahí tiene que existir un permanente deseo de agradar, una atención a los detalles, una conquista diaria; aspectos muy distintos a la monotonía o a un amor aburguesado, a un cierto aburrimiento y a un descuido en los detalles. ¿Cómo se logran y mantienen aquellos primeros aspectos? Probablemente solo hay un camino: “desvivirse” por el cónyuge.
Y cuando una relación ya no funciona, ¿qué hacer? Pues lo mismo que cuando no funciona el riñón, el hígado o el corazón... ir al especialista para salvar ese riñón, el hígado o el corazón. Hay que ir al especialista en orientación familiar. Lo que no parece solución es que mi razón, mi sentimiento (mi egoísmo en realidad) sea el absoluto para arreglar lo que parece que no funciona. Hay etapas en las que se vive una gran plenitud de amor, dándose generosa y casi locamente. Son muy importantes vivirlas con intensidad para tener la despensa del amor bien abastecida para cuando llegan esas otras etapas difíciles.
El matrimonio es un grupo con una empresa común: el crecimiento del amor entre los cónyuges y la educación de los hijos. Empresa que solicita disponibilidad en los dos para convertir en obras, ese amor que se profesan. Este punto es tan capital que solamente será posible alcanzarlo si hay buena comunicación conyugal. Comunicación que será apacible, serena, no fiscalizadora, fecunda, puesto que se proyectará a terceros, y lírica, es decir, amorosa.
Así que los esposos tienen que disponer de tiempo para hablar, para escucharse, para reconocer los propios errores, para crecer en comprensión y en capacidad de perdonar. La comunicación es un factor educativo que repercute en los hijos.
El tiempo es imprescindible y hay que tenerlo también para los hijos, para hablar, jugar, para conocer sus preocupaciones, sus amistades, su vida académica y sus desasosiegos.
Y cuando esposa y marido presentan una fuerte inclinación a participar activamente en la vida laboral, tienen que llegar a un compromiso sobre la distribución de tareas en el hogar.
Como principio básico, se puede decir que la influencia que producen las relaciones entre los esposos es positiva desde un trato conyugal normal. Trato que es consecuencia de unas actitudes que tienen que existir entre ellos y que ayudan a educar. Cosas tan normales y posibles como:
* Evitar el nerviosismo; saber serenarse.
* Usar de prudencia en las contestaciones.
* Respetarse y respetar.
* Profundizar en el conocimiento del cónyuge.
* Cuidar los detalles de comprensión.
* Saber olvidar.
* Cultivar el buen humor.
* Valorar la opinión del cónyuge.
* Ser muy exigente consigo mismo en cuestiones de orden.
* Saber esperar la realización de algo.
* Saber hacer o admitir las paces, etc.
Contra este planteamiento juega la inmadurez, la desconfianza, el egoísmo y un excesivo afán de bienestar.
En hogares así constituidos, se desarrolla la autoridad de forma natural. Autoridad que tiene que ser madura y justa. Es cierto que los padres no son los únicos propietarios de la verdad, pero la experiencia y el sentido común les ha proporcionado unas lecciones que sí deben dar a los hijos.
En fin, que la autoridad ejercida con sentido común siempre ha sido un potente foco educativo porque afecto y autoridad tienen que ser correlativos: son las dos muletas que sostienen la progresión afectiva del niño. Nadie puede suplir lo que pueden hacer un padre y una madre. Nadie puede llegar a dar la relación afectiva e íntima que mantienen con cada hijo.
Así que en la familia deben evitarse actitudes paternas negativas como las de:
* Padres preocupados: ansiosos, perfeccionistas, exigentes en prohibiciones y parcos        en permisos.
* Padres despreocupados: indiferentes, fríos, hostiles.
* Padres que abdican: por debilidad, comodidad o inmadurez.
* Padres autoritarios o paternalistas.
La familia necesita de padres maduros dedicados  a la educación de sus hijos.


lunes, 22 de enero de 2018

CREACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE MADRID

Gente de fe creó y apoyó las universidades: el caso de la Ciudad Universitaria de Madrid
La Ciudad Universitaria de Madrid empezó a planificarse hace 90 años, con figuras católicas de la ciencia y la política.
Alfonso V. Carrascosa / ReL31 diciembre 2017
Coincidiendo con el 500 aniversario de la muerte del Cardenal Cisneros (es.cisneros2017.es) - fundador en 1499 de la Complutensis Universitas que desde 1996 se llama Universidad de Alcalá-  se cumplen 90 años de la puesta en marcha de la actual Universidad Complutense de Madrid, que tomó el nombre de aquella tras haber sido desde 1836 Universidad Central, constituida básicamente por sus restos.
La Iglesia y la universidad en Europa
La implicación de la Iglesia Católica española en la educación ha sido muy relevante. Tras la recuperación de las escuelas municipales romanas llevada a cabo en época visigótica, durante la Edad Media la enseñanza pública se impartía en las escuelas palatinas, monásticas y catedralicias que, a partir del siglo XII, comenzaron a obtener el reconocimiento académico y el apoyo económico de Papas, Emperadores y Reyes, recibiendo el título de Studia Generalia.
Impartían los títulos de Magister y Doctor, nomenclatura existente hoy día y que proviene de entonces (máster y doctor). Muchos de los estudiantes eran pensionados e iban a diversos puntos de Europa.
Es aquí donde nacieron las pensiones que, p.ej.- en pleno siglo XX daría en España la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), como se reconoce en su Real Decreto fundacional. Más tarde algunos de estos Studia llegarían a obtener el rango de Universitas o universidad, rango habitualmente concedido por los Papas, que les permitía expedir títulos de validez universal.
Las primeras fueron la Universidad de Bolonia (1158), la de París (1200), la de Oxford (1214), la de Cambridge (1318)... En total, a lo largo de los siglos XIII y XIV los papas fundaron 29 universidades.
La progresiva apertura e incorporación de las ciencias al ámbito docente universitario corrió de la mano también de católicos, pertenecientes a órdenes religiosas creadas en el siglo XII. Así por ejemplo, los franciscanos nutrieron y desarrollaron la enseñanza de las ciencias en la Universidad de Oxford, mientras que los dominicos lo hicieron en la de París.
En la Universidad de Bolonia dio clase la que sería primera profesora universitaria de la historia de la humanidad, y a lo que se ve nada discriminada en el ámbito universitario católico, Laura Bassi (1711–1778), que compaginó las tareas docentes y científicas con el cuidado de sus doce hijos, de los cuales ocho fueron bautizados y cinco llegaron a la edad adulta, siendo tres de ellos canónigos y uno profesor del Instituto de las Ciencias de Bolonia.
Las antiguas universidades católicas en España
En España son un ejemplo de la actividad fundacional de universidades por parte de la Iglesia Católica las de Palencia (1221) y Salamanca (1255), dándose la circunstancia típicamente española de que, a partir del siglo XIII, se generó un carácter altruista y caritativo, que cristalizó en los Colegios Mayores, que tenían como fin dar acceso al estudio a los pobres.
Además, la Iglesia Católica española pasó a fundar las universidades americanas, según fueron llegando a ellas como catedráticos gentes formadas en las Universidades peninsulares. En el mundo hispano los Reyes, bajo la sugerencia de la Iglesia, crearon inmediatamente universidades, incluso en Filipinas (la Universidad de Santo Tomás de Manila), a diferencia de lo que sucedió en el Brasil portugués o en la América anglosajona o francesa, donde a lo sumo se fundaron colegios universitarios.
Fueron creadas en una época en que las sociedades eran orgánicas y las universidades eran un órgano más, independientes del poder temporal, con estatutos y patrimonio propio.
Con el tiempo, el papel de la Iglesia fue usurpado por los estados nacientes, y las universidades expropiadas, continuando algunas y desapareciendo en muchos casos otras a la vez que su inmenso patrimonio. Napoleón fue un relevante personaje en este sentido. No obstante la Iglesia continuó con la promoción de la investigación y la transferencia de conocimiento mediante la actividad docente universitaria a través la fundación de las universidades católicas.
Las Universidades católicas hoy en España
La actualidad del papel de la Iglesia Católica en España en los ámbitos educacionales fue recientemente resumido de manera brillante por el Dr. Jiménez Barriocanal en el acto de presentación de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia Católica en España 2015.
En relación directa con el conocimiento, su transmisión y su generación en el ámbito universitario, en 2015 en España había 15 universidades nacidas de la Iglesia -entre pontificias (Salamanca y Comillas), católicas (de Valencia, de Murcia, de Ávila y Sant Paciá), de inspiración católica (Navarra, Deusto, Francisco de Vitoria, Ramón Llull, San Jorge y CEU) y eclesiásticas (San Dámaso)- y 1 ateneo, con 86.776 alumnos en total (el 69% de los alumnos en universidades privadas).
Pero la actividad de la Iglesia Católica en pro del desarrollo universitario es también la llevada a cabo por sus laicos, poco cuantificada por cierto. En este sentido es especialmente reseñable el papel llevado a cabo en la puesta en marcha de la Universidad Complutense de Madrid.
Nueve décadas de la Ciudad Universitaria de Madrid
Hace 90 años, en 1927, se cumplían los 25 años de la llegada al trono de Alfonso XIII. El rey, que ya había puesto en marcha la Junta para Ampliación de estudios e Investigaciones Científicas (JAE) o la Residencia de Estudiantes de Madrid,  quiso celebrar sus 25 años en el trono con la “construcción de los edificios de una gran Universidad”, para lo cual cedió la finca de La Moncloa con destino a la construcción de una Ciudad Universitaria de Madrid, a imitación de las que tenían las más prestigiosas universidades del mundo.
El católico monarca había llevado a cabo la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús en dos ocasiones. La primera en 1911, al clausurar el XXI Congreso Eucarístico, celebrado en Madrid, consagración que tuvo lugar en el mismísimo Salón del Trono del Palacio Real, después de haber trasladado al Santísimo desde los Jerónimos. La segunda el 30 de mayo de 1919, también con toda la Familia Real presente, esta vez en el Cerro de los Ángeles, tras finalizarse la construcción del monumento al Sagrado Corazón de Jesús, original destruido durante la Persecución religiosa y más tarde repuesto.
Se sabe por el padre Mateo Crawley-Boevey que la masonería española rechinó los dientes por estos actos confesionales, pero Alfonso XIII realizó un tercer acto de consagración de España, esta vez al Ángel Custodio, en la madrileña parroquia de San José, tras el cual se vio obligado a recibir una delegación de la masonería internacional presidida por el Gran Comendador del Gran Oriente, el Dr. Luis Simarro, al que Santiago Ramón y Cajal reprocharía tal vinculación, y ante quien Alfonso XIII se declaró católico, apostólico y romano, algo que a la postre le costaría el trono, como a muchos otros la vida.
La Ciudad Universitaria de Madrid en 1960
La coordinación de las obras de la Ciudad Universitaria se confió a una Junta Constructora que perduró hasta 1973. El 17 de mayo de 1927 se firmó el decreto que creaba dicha Junta, primer paso para el planteamiento, diseño, construcción y consolidación de uno de los proyectos arquitectónicos y urbanísticos más modernos del Madrid y de la España de la época.
En la mencionada Junta Constructora estuvieron presentes autoridades políticas, académicas y expertos arquitectos, que viajaron por Europa y por los Estados Unidos para inspirarse en el futuro diseño de campus. Aunque las primeras inauguraciones tuvieron lugar en 1933, es de destacar que en la Junta Constructora las autoridades académicas presentes fueron católicos practicantes, de tal modo que se podría decir sin exagerar que la Iglesia Católica a través de ellos y del rey fue decisiva en la puesta en marcha de la UCM.
Florestán Aguilar: promotor de la odontología
 El principal promotor de la mencionada Junta desde el ámbito académico fue Florestán Aguilar (1872-1934), catedrático de Odontología de la Facultad de Medicina y director de la Escuela de Odontología, que fue el creador de los estudios de odontología en España, además de dentista de Alfonso XIII, y de la familia real de Austria y de Baviera.
En un número extraordinario de la revista que él mismo fundara, “La Odontología”, publicado en 1935, aparecen las más claras alusiones a las creencias de Florestán Aguilar. Dejó escrito Ramón Aizpurúa, médico odontólogo (p. 214): “Era católico sincero, sin ostentaciones, y su espíritu cristiano no le abandonó en aquellos momentos… Con entereza, con serenidad perfecta, que no teníamos los que le rodeábamos, recibió los auxilios espirituales. Lo hizo con la seriedad que aportaba a todos los actos de su vida, con un fervor sencillo que solamente le pudo dar la conciencia de haber dedicado toda su vida al bien”.
El odontólogo Bernardo Martínez Gil escribió (p. 218): “Fueron administrados los Santos Sacramentos al Dr. Aguilar que los pedía con el anhelo de quien espera en Dios y desea recibir los consuelos de la Religión Católica en que vivió. También le fueron colocadas las medallas de su devoción y la que tanto solicitó de la Hermandad de san Cosme y san Damián a la que pertenecía”.
Precisamente en la Sesión Necrológica de la Academia Deontológica de la Hermandad de los Santos Cosme y Damián de la cual era hermano, el Dr. Zúñiga Cerrudo pronunció (pp. 260-261): “Todos sabéis que por una gracia especial que el Cielo otorga en abundancia a quien la desea, el Dr. Aguilar recibió los Santos Sacramentos ‘in articulo mortis’, para que le fuese impuesta, después de haberlo solicitado vivamente, la medalla de la Hermandad, que todavía no había recibido…Nada hay más elocuente que revelar la fe del buen católico que el modo con que prepara la marcha de este mundo… Pues así murió el Dr. Aguilar, después de una vida fecunda”.
En ABC se darían los siguientes detalles ( p. 369): “…a petición suya acudió a su domicilio D. Diego Muñoz, párroco de la Iglesia de San Ginés y director espiritual del finado, quien le administró los Santos Sacramentos. El Dr. Aguilar confesó y comulgó con gran serenidad”.
En Ahora se desvelaban otros referidos a la capilla ardiente ( p. 375): “Detrás de la cabeza un Cristo obra de Benlliure, que tuvo en vida sobre la cabecera de la cama y al que el Dr. Aguilar llamaba su compañero…Esta mañana asistirá el nuncio de su Santidad, Mons. Tedeschini, y el Obispo de Madrid, doctor Eijo, y en la capilla ardiente se dirán misas de ‘corpore insepulto’ desde las ocho de la mañana hasta las once y media, en que se verificará su traslado al cementerio de la Almudena”.
En El Debate se recogía ( p. 384): “El finado ha muerto después de recibir los auxilios espirituales, como católico ferviente que era. Sobre el pecho se le colocó, antes de morir, la medalla de la Hermandad de san Cosme y san Damián…Ha muerto santamente, rodeado de sus discípulos y abrazado a la Medalla de los Santos Patronos, recibiendo, en pleno conocimiento, con todo fervor, los Santos Sacramentos”.
Rafael Folch: historiador de la ciencia farmacéutica.
Otro miembro académico de la Junta Constructora de la UCM, profundamente creyente, fue  el médico Rafael Folch y Andreu (1881-1960).
En su discurso “Amemus professionem: el farmacéutico del siglo XVIII como hombre de ciencia” (1940) refiriéndose a  su falta de elocuencia: “Pero Dios no se ha dignado concederme tan valioso como codiciado don, para otorgarme en cambio otro del que me siento siempre celoso, guardándole eternamente agradecido, como uno de los tesoros que más aprecio, cual es la firme voluntad y la más buena intención que instintivamente empleo en todas las obras que tengo que ejecutar…No queremos sin embargo dar comienzo a esta exposición sin antes rendir un pequeño homenaje a los tres compañeros que han dejado de colaborar con nosotros durante el último curso: uno llamado por el Todopoderoso, quien sin duda habrá querido acogerle con toda su divina clemencia…que Dios les conceda largos años de vida para que se puedan gozar de la satisfacción íntima que lleva consigo el haber cumplido bien con el deber que le tenía encomendado la Sociedad…Pero por ser cada ser humano de origen divino y por poseer el germen de la Medicina empírica…”, discurso en el que hace además profusa citación de textos bíblicos.
Al referirse a santa Hildegarda de Bingen detalla “…se consagró al Señor en el convento de Disenberg…”. De igual manera en su Historia de la Farmacia (1927) hace alusión cabal al papel de la Iglesia Católica en la promoción y generación del conocimiento a lo largo de la historia, mencionando la labor educativa de los monjes así como refiriéndose al importante papel de la Iglesia Católica en la creación de las universidades.
Antonio Simonena: médico y senador.
También formó parte de la Junta Constructora de la UCM Antonio Simonena Zabalegui (1861- 1941), médico,  cuyas profundas creencias y su deseo de servir a la sociedad española le llevó a ser elegido por la Coalición Católica senador en 1907.
Después de estudiar en la escuela de Artes y Oficios pamplonesa (1874-78), cursó Medicina en la facultad de Barcelona, en la que se licenció con premio extraordinario (1885). Ejerció como médico en el manicomio de San Braulio (1885-88) y como titular en Errazu, plaza que abandonó al conseguir por oposición la de profesor en la Facultad de Medicina de Santiago (1891). De ésta pasó a la de Valladolid (1894) y a la cátedra de Medicina de la Universidad Central, que mereció por oposición (1907). Mereció amplia fama como especialista clínico y dejó inédito un tratado de enfermedades del riñón. Pamplona le dedicó una calle en el barrio de San Jorge (1967).
José María Yanguas: abogado y embajador.
Finalmente nos referimos a José María Yanguas Messia (1890-1974), vizconde de Santa Clara de Avedillo,  que fue un abogado que también formó parte de la Junta Constructora de la Ciudad Universitaria de Madrid, y cuyas creencias  católicas fueron compatibles con su actividad de promoción universitaria.
Estudió derecho con los Agustinos de el Escorial, o sea, que recibió religión en la escuela, lo que no le impidió participar directamente en la fundación de la más grande universidad española contemporánea en la que la Iglesia intervino a través de los laicos.
Dejó escrito: “Mas, no por eso, el ideal deja de tener valor permanente, sobrevive a los vaivenes de los tiempos. El ideal definido por nuestros teólogos del Siglo de Oro con una visión integral de la gran familia humana creada por Dios, salió de nuestras Universidades cuando España era la primera potencia del mundo, y hubiera sido muy humano en los españoles de entonces ceder a la tentación de la fuerza y del éxito. Prevaleció en su doctrina la razón, y de ahí dimana su valor universal y perenne”.
A las elecciones de 1923 concurrió en el seno del Partido Conservador. Su fidelidad a la monarquía le impidieron ejercer ningún cargo público de relevancia durante la Dictadura franquista, después de acabada la Guerra Civil. Fue Embajador de España ante la Santa Sede de 1938 a 1942.
Como diplomático participó en el asesoramiento para la resolución de diferentes conflictos de carácter internacional. Asociado del Institut de Droit International desde 1923, y nombrado en 1973 miembro de Honor de la misma. Fue uno de los expertos en Derecho Internacional españoles más influyentes y reconocidos de su época. Fue un firme defensor del regreso de la Monarquía y de la entrada de España en la Comunidad Europea, moriría antes de que ambas cosas sucedieran.
Decía Menéndez-Pelayo, refiriéndose a la valoración que los españoles hacemos de nuestros logros científicos, que "fuerte cosa es que los españoles seamos tan despreciadores de lo propio".
A lo largo del análisis que realiza al respecto en su obra La ciencia española: polémicas, indicaciones y proyectos, llega explícitamente a afirmar que "desprecian a los antiguos sabios porque fueron católicos y escribieron bajo un gobierno de unidad religiosa y monárquica". También los católicos como lo fue él deberíamos entonar un mea culpa similar.

(Alfonso V. Carrascosa es un científico del CSIC)

viernes, 19 de enero de 2018

LA PRESENTACIÓN DE LA TAREA Y SU RELACIÓN CON LA MEMORIA


Lo que mejor se recuerda es lo primero y lo último estudiado, siendo la zona intermedia la más propensa al olvido. Para una mayor eficacia, el profesor puede dividir la explicación en tres fases:

 1ª. Exponer qué es lo que se va a decir o tratar.
 2ª. Desarrollarlo haciendo hincapié en los puntos de mayor atención para la memoria.
 3ª. Síntesis o recapitulaciones de las ideas capitales explicadas (mejor con el uso de la pizarra).

Con la información presentada debe procurarse que la memoria trabaje operativamente. Los diversos fragmentos de una información que permanecen activos en la memoria operativa, al mismo tiempo, se integran y recuerdan mejor.

Veamos un ejemplo:
* Clase del lunes :  Napoleón para hacerse con el máximo poder en Francia, comenzó por alcanzar prestigio militar. Se desarrolla.
* Clase del martes: Napoleón, una vez alcanzado un alto prestigio militar, se dirige a París y comienza a negociar con los revolucionarios su entrada en la política. Se desarrolla.
* Clase del miércoles: Napoleón fue elegido Primer Cónsul, y se plantea enseguida convertir a Francia en una gran potencia europea. Desarrollar.
Con gran probabilidad, el estudiante habrá relacionado estos cuatro términos:

Napoleón.                                                               Prestigio militar.               
Vida política.                                                          Francia, gran potencia.

Por lo tanto, el repaso, la organización cuidadosa del material y recordar a los estudiantes ideas que conocen para que las enlacen con las nuevas que se suministran, son factores que ayudan a tener la información activa y a integrarla con una nueva información (Ellen D. Gagné).

Igualmente conveniente es insistir a los alumnos en que se habitúen en formar imágenes mentales de puntos del desarrollo de un contenido, será una valiosísima ayuda para el recuerdo de esos puntos del contenido. Cuando el profesor estime que es conveniente, detendrá la información que está aportando e invitará a los alumnos, mediante el espacio silencioso de unos segundos, a que creen una imagen mental sobre aquel aspecto que él haya considerado. A continuación, continuará con el desarrollo del contenido, pero siempre que le sea posible en la misma sesión, tratará de hacer que los alumnos recuerden aquella imagen. No debe olvidarse que siendo ésta una buena técnica, una "fiebre de imágenes" puede anularla.


lunes, 15 de enero de 2018

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EN LA MEJORA DE LA MEMORIA


DESARROLLO DEL PROGRAMA DE INTERVENCION PSICOPEDAGÓGICA PARA EL ENRIQUECIMIENTO DE LA CAPACIDAD DE MEMORIZACIÓN
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ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN.

1.     ESTRATEGIAS DE ASIMILACIÓN SIGNIFICATIVA.
Debe procurarse que los alumnos se habitúen a analizar las informaciones, tanto las que obtienen en las explicaciones en clase, como las que encuentren en los textos escolares. Este análisis favorecido por el profesor durante la explicación de la materia, irá proporcionando un aporte signficativo a los estudiantes.
En el análisis es muy conveniente que el alumno participe con diversas operaciones: subdiviendo los temas, subrayando, preparando respuestas a posibles preguntas sobre la materia, tomando un apunte que aclara una dificultad, entrenándose en la lectura comprensiva, utilizando técnicas básicas de estudio, etc. En suma, que el chico sea un elemento activo en la comprensión significativa de la lección.

2. ESTRATEGIAS DE ORGANIZACIÓN.
Son las indicadas para que el alumno vaya organizando en su cerebro las informaciones que tiene que almacenar. Una buena memoria no se debe solamente a la capacidad de almacenar información, si no al modo como se almacena. Ordenar y clasificar son operaciones fundamentales.
Las agrupaciones, asociaciones, relaciones, esquemas, mapas conceptuales, clasificaciones (de las ideas capitales de una lección, por ejemplo), son algunos de estos tipos de estrategias.
Este trabajo, notable esfuerzo intelectual del alumno, es básico para que la memoria alcance el potencial necesario para el estudio.
Si el material ordenado y clasificado sobre una materia, se puede conectar a un vocablo "CLAVE", estaremos dando a la memoria una valiosísima ayuda, puesto que este vocablo "clave" se convierte en el principal estimulador para recordar.
El profesor conoce perfectamente que lo bien aprendido, es bien retenido y que posponer el deseo serio de aprender es una grave dificultad para recordar.
Las estrategias de organización se adquieren por actividades que se realizan en clase o el profesor propone como tarea para casa, en las que los distintos tipos de ellas van siendo trabajadas. Pero previamente en el aula siempre se deben haber trabajado modelos de estas estrategias hasta que los alumnos  logran dominar la técnica correspondiente a cada una.


lunes, 8 de enero de 2018

LA TRANSMISIÓN DE LA FE A LOS HIJOS


Algunas formas de transmitir la fe a tus hijos y de hacerla más fuerte: como siempre, implica coherencia
La transmisión de la fe en familia ya no es automática... se necesita mucho más
En muchos países, los padres cristianos no consiguen pasar a sus hijos una fe firme. Pasar la fe de padres a hijos sucedía con naturalidad estadística en generaciones anteriores, pero ya no en la nuestra. En Occidente muchas causas concurren para que los padres pierdan autoridad ante los hijos y para suscitar un individualismo extremo. No sucede solo entre cristianos: familias de otras tradiciones religiosas también lo experimentan.
En la web AllProDad, dedicada a padres varones (no necesariamente católicos), señalan algunos factores que ayudan a que un padre pueda transmitir su fe a sus hijos. Como siempre cuando se trata de valores reales, requiere constancia y coherencia.
1. Celebra las festividades y cuenta su historia.
Las festividades religiosas llaman la atención de los niños: son días especiales. En Estados Unidos hay una frase entre los católicos: "no es que los católicos guarden la Cuaresma; es que la Cuaresma te mantiene católico". Lo mismo podría decirse de la Navidad cristiana y de otras fiestas. No basta con celebrar la fiesta: hay que contar la gran historia que hay detrás de cada fiesta. La Navidad tiene sentido cuando se proclaman las lecturas de Navidad. Las festividades sin historias detrás, a menudo suenan a huecas.
2. Responde las preguntas de los chicos.
Los niños hacen preguntas sobre Dios, sobre la fe, sobre la religión. Hay que estar preparado para responderlas. Hay preguntas sobre el comportamiento que también llevan a hablar de la fe. "¿Por qué debo perdonar a esos chicos malos?", "¿por qué me pides ayudar a esos?", nos lleva a las enseñanzas y el ejemplo de Jesús. (Si no sabemos la respuesta a una pregunta podemos honradamente decir: "pues no lo sé exactamente, pero lo buscaré y te lo diré". En el Catecismo hay muchas respuestas, que hay que traducir al lenguaje infantil. También hay gente que trabaja con niños que pueden ayudar: maestros, catequistas...).
3. Asistid con regularidad al culto y a los sacramentos.
Si la fe es solo un añadido para los ratos libres, no se contagiará a los hijos. Los niños han de ver que es una prioridad, y la más clara es el tiempo. Si la familia solo va a misa "a veces", el niño pensará que es una cosa poco importante o algo "útil en casos convenientes" (alguna enfermedad, un gesto social...). Los niños han de ver que el culto es una prioridad en la familia, en la organización semanal o diaria.
4. Involúcrate en el servicio a los demás... y que te vean.
"Servir a los demás es la fe con pies", explican en AllProDad. Los niños aprenden de lo que ven hacer a sus padres. Si te ven ser voluntario en Cáritas, Manos Unidas o la parroquia, ellos aprenderán a hacer ese tipo de servicios. También es bueno involucrar a toda la familia: recogidas de material, actividades, etc...
5. Enseña a confiar en Dios.
En el cristianismo, todo está basado en la confianza en Dios. Una clave es enseñar al niño a confiar toda su vida en el Dios que lo creó, que lo ama y quiere lo mejor para Él.
6. El juicio definitivo sobre cada persona está reservado para Dios.
A los niños les enseñamos a distinguir los actos buenos de los actos malos, y está bien, pero a la hora de clasificar a la gente es mejor recordar lo de "no juzguéis y no seréis juzgados" (y explicar lo que significa). "Enséñales a tener un corazón humilde que busque entender al otro", explica AllProDad.
7. No mantengas a los niños en una burbuja.
Incluso en los países de mayoría católica, hay personas de otras denominaciones y religiones. No tiene sentido intentar hacer creer a tus hijos que "todos hacen como nosotros". No es así, y enseguida se darán cuenta. Y llegará el momento, al crecer, en que tomarán sus propias decisiones sobre religión. También es bueno que vea que hay otras parroquias donde las cosas se hacen de otras maneras.
8. Dile que comparta la fe con sinceridad y humildad.
Nuestra sociedad pretende hacernos creer que ya casi no hay tabúes, excepto hablar de la propia fe con otras personas. Hemos de enseñar a nuestros hijos a que puedan hablar de su fe sin complejos ni vergüenzas: creemos que es buena, bella y verdadera y la queremos compartir. Hemos de ayudar al niño a poder expresar por qué cree y en qué cree. Y ha de poder hacerlo con sinceridad y también con humildad. La fe da alegría y un terreno firme: no debe dar soberbia.
9. Se necesita una aldea para educar... dásela
"Se necesita una aldea para educar un niño", dice un refrán africano. En lo religioso es especialmente cierto: la fe se transmite en comunidad. En ella vemos que personas distintas (varias edades, procedencias, estilos) creen todas las mismas verdades, cada una con sus acentos. Ese testimonio colectivo fortalecerá la fe de tus hijos. Hay que buscar esa comunidad.

Publicado por P.J.G./ReL26 diciembre 2017.