El lunes 19 de febrero jugaron en Bilbao, el Athletic Club y
el Girona su correspondiente partido de liga de fútbol.
Se llevaban bastantes minutos de juego cuando el árbitro paró
el partido durante unos siete minutos. La causa fue algún tipo de accidente de
un espectador de la grada.
Durante esos minutos, los servicios sanitarios atendían al
afectado, y los jugadores de ambos equipos intercambiaban opiniones. En el
centro del campo se formó un corrillo entre diversos jugadores y el árbitro que
hablaban.
Pero un jugador del Athletic se paseaba sólo por el césped,
era Iñaki Williams. ¿Qué hacía Iñaki? Una cámara lo enfocó y se comprobó que
rezaba. Unos segundos después, se entiende que finalizó su rezo y se santiguó.
O sea que, en cualquier trabajo, Iñaki estaba trabajando en
su especialidad, se pueden aprovechar los segundos de un “parón”, para rezar,
encomendar algo, interceder por una cuestión o persona.
Felicito a Iñaki Williams porque sabe aprovechar los “parones”.