¿Existe el estudiante líquido?
Zygmunt Bauman tiene un libro con el mismo título que este
artículo. En él, habla clara y persistentemente sobre la necesidad de combatir
el consumismo, y al tratar sobre la educación, evita como es lógico en un libro
que dedica a generalidades educativas, los casos más o menos patológicos:
asperges, afasias, dislexias, discalculias, hiperactividad, etc. Se centra
pues, en la educación y en los educandos o estudiantes, que lo mismo casi es.
Nos preocupan pues, los estudiantes con capacidades normales
y con rendimientos insatisfactorios. ¿Las causas?: varias: pereza, comodidad,
cierto grado de indiferencia, dispersión, desorden, dificultad de atención o de
memoria…. Y también el consumismo.
Efectivamente hay estudiantes muy consumistas, especialmente
practican el consumismo tecnológico y digital. Y aquí es donde Bauman, critica
duramente esta situación de obesidad digital en la que algunos andan instalados,
olvidando su tarea fundamental que es estudiar. Podríamos llamarlos, siguiendo
el pensamiento de Bauman, “Los estudiantes líquidos”. Isidro Catalá ha escrito: “Desconecto, luego
existo”, y Manfred Spitzer, “Demencia digital”. En este último, Spitzer dice
que los móviles y tabletas retrasan la madurez de los niños y adolescentes, les
impiden concentrarse y aprender. Añade que el cerebro no es un disco duro que
almacena datos. No funciona así, sino que los procesa. Las redes neuronales
establecen muchos puntos de conexión y establecen nuevos conocimientos. Por
eso, cuánto más sabes es más fácil aprender.
Como posible solución puedo orientar a los estudiantes de
Secundaria, Bachillerato y Universidad hacia el libro de la editorial Pirámide “Soy
estudiante”. En él, ese público joven encontrará cómo organizarse para el estudio
y el trabajo, la importancia que tiene el desarrollo verbal para el dominio de
los conocimientos, qué hacer con la información que les llega, es decir, cómo recogerla,
analizarla y elaborarla. Igualmente conocerán la importancia de la voluntad y
el esfuerzo. En definitiva, la capacidad de autocontrol, que es un factor
determinante para ser un buen estudiante. Este conjunto de características, son
indudablemente muy valiosas para ser capaces de vivir en el mundo digital, que por
otra parte, tantas utilidades y resoluciones nos proporcionan, pero sin caer en
el exceso de curiosidades innecesarias, ni de pérdidas de tiempo, tan
fundamental como es para todo trabajo y tarea, también para el trabajo intelectual.
A partir de aquí, sea cada sujeto trabajador de libros (eso
pienso que es fundamentalmente de todo
estudiante), el que reflexione y se analice y tome una determinación, según lo
que él mismo ha descubierto en ese análisis tan esencial y necesario.