Sería interesante tener una máquina del tiempo que nos
permitiera ver el futuro y saber por adelantado si nuestro matrimonio
funcionará o no.
Aunque esto suena más bien como una fantasía que se ve sólo
en las películas, sí existen algunos factores que efectivamente pueden darnos
alguna idea de cómo será nuestra relación matrimonial, especialmente si tenemos
posibilidades de permanecer unidos.
El estudio Conocer la Familia, realizado por el Centro de
Investigación y Formación para la Familia (CIFFA, 2007), nos presenta algunos
datos muy interesantes sobre la relación entre el noviazgo y el matrimonio.
Las parejas cuyo noviazgo tuvo una duración mayor a los tres
años están más relacionadas con los matrimonios que permanecen unidos, mientras
que hay más separaciones entre las parejas que fueron novios por menos de dos
años.
Por otra parte, las parejas que durante su noviazgo se veían
moderadamente (algunos días entre semana y los fines de semana, o únicamente
estos últimos) muestran más permanencia durante el matrimonio. Mientras que
aquéllos que se veían diariamente o muy poco, tienen un porcentaje mayor de
separados. Los excesos son los que suelen influir negativamente.
Si bien en un inicio hablábamos de "predecir" el
éxito o fracaso de un matrimonio, en este mismo estudio, de entre 12
características que se analizaron del noviazgo, se encontraron dos aspectos que
están muy relacionados con que esas parejas permanezcan unidas después en su
matrimonio: Estar de acuerdo y que la relación matrimonial haya sido como lo
esperaban.
En contraste con estas dos, el estudio también revela que el
tercer aspecto significativo es el contacto sexual íntimo; sin embargo, en vez
de contribuir a la permanencia, este factor influye en la separación. Hay más
separados entre aquellas personas que dijeron haber tenido mayor contacto
sexual íntimo durante su noviazgo.
¿Qué acciones durante el noviazgo pueden ayudar al éxito en
el futuro matrimonio?
1. La duración es importante, los novios necesitan conocerse
bien antes del matrimonio, si éste dura al menos tres años, tienen mayores
probabilidades de que su matrimonio sea duradero.
2. Verse algunos días entre semana y/o durante los fines de
semana; cuidar los excesos, tanto convivir diariamente como verse muy poco,
suelen ser contraproducentes.
3. Aprender a comunicarse y buscar llegar a acuerdos sobre el
tipo de familia que quieren. Cada cabeza es un mundo, durante el noviazgo
tendrán que aprender a escucharse y a ceder. Aprender a ceder, con un pensamiento
ganar-ganar de ambas partes implica que ambos estén dispuestos a hacer algunas
renuncias, pero al final los dos saldrán más beneficiados.
4. Preguntarse qué esperan del matrimonio. Temas
fundamentales a tratar por los novios, son:
- Trabajo y economía: ¿Cómo deben repartirse las tareas del
hogar? ¿Trabajarán los dos? ¿Quién se encargará de administrar los recursos?
¿Qué aspiraciones y metas profesionales tiene cada uno?
- Hijos: ¿Cuántos hijos tener? ¿Qué valores les gustaría
inculcarles? ¿Quién estará a cargo de su cuidado?
- Familias de origen: ¿Con qué frecuencia hay que visitar a
los padres? ¿Qué rol espera de los padres al formar su nueva familia, en qué
aspectos podrán intervenir, y en cuáles no?
- Fe y valores: ¿Cuáles son los valores más importantes para
cada uno? ¿Cómo viven su fe y cómo quisieran vivirla en su futura familia?
- Cultivar el pudor y la pureza. La relación sexual es la
forma en que un hombre y una mujer expresan que están totalmente unidos,
"se hacen uno solo". Esto es verdadero y sucede sólo cuando ambos se
han comprometido a amarse para toda la vida, a través de la alianza
matrimonial.
Tener relaciones sexuales en el noviazgo hace que éstas
pierdan su verdadero valor y significado. Aprovechar los momentos que están
juntos para conocerse, dialogar y manifestarse el amor y el cariño como lo que
son: novios. Todo tiene su tiempo y quien sabe esperar podrá vivir su
sexualidad más plenamente en el matrimonio.
Publicado en Catholic.net el 10/7/2011.