miércoles, 18 de septiembre de 2024

LIBROS


 Los bienes de este mundo. De Irene Némirovsky. Salamandra.

La autora narra las vicisitudes de una familia burguesa del norte de Francia, en una época especialmente dura de la historia europea, entre las dos grandes guerras y la ocupación alemana del país. En medio de esos difíciles años, Némirovsky escribe una entrañable historia de amor, dulce y amarga por igual, mientras describe los horrores de la guerra y el extraordinario temple de los enamorados protagonistas de su narración.



En lugar seguro. De Wallace Stegner. Libros Asteroide.

Dos jóvenes parejas se conocen y surge entre ellos la amistad que durará toda la vida. Inicialmente, hay muchas cosas que les unen, pero su relación se va haciendo más compleja a medida que comparten décadas de lealtad, amor, fragilidad y desacuerdos. Toda la obra es una profunda reflexión sobre el amor y la amistad.


domingo, 8 de septiembre de 2024

LOS SEGUIDORES


 Una vez que Jesucristo sube a los cielos, los Apóstoles comienzan a parlotear con amigos, familiares, vecinos, gentes de sus mismos oficios y otros muchos más: unos ciento veinte, al principio.  El fruto de ese afortunado uso de la palabra son los seguidores de los Apóstoles, en verdad, los seguidores de Cristo. También se les puede llamar los primeros cristianos. La lista es cuantiosa: Bernabé, Lucas, Marcos, José Barsaba, Esteban, Felipe, Nicanor, Timón, Pármenas, Nicolás de Antioquía, Ananías, Tabita, Cornelio, Aquila y su esposa Priscila, Silas, Judas, Lidia de Tiatira. Los de Chipre y Cirene evangelizan en Antioquia. Todos son personajes reales, históricos que aparecen en los Hechos de los Apóstoles. También hay que contar con el innumerable número de los que aparecen en las despedidas de las trece cartas que S. Pablo escribió a los discípulos y amigos de las ciudades que visitaba y evangelizaba.  

Esta pequeña multitud de seguidoresperseveraban en oír la enseñanza de los apóstoles, y en la unión, en la fracción del pan (Eucaristía) y en la oración” (Hch 2, 42). Cuatro esenciales aspectos que los convirtió en cristianos de una pieza.

Y hoy, ¿qué?

Pienso que revitalizar hoy la vida cristiana se logrará volviendo a los principios:

1.      Conocer a Jesucristo y sus enseñanzas.

2.       Hablando muy frecuentemente con Dios, con Jesucristo: oración.          

3.      Ejercicio de la caridad: amar a los otros-próximos.

4.      Con la frecuencia de los sacramentos: Eucaristía y Confesión.

Se me ocurre una idea: Comenzar por las dos primeras: Conocer a Jesucristo y sus enseñanzas y la oración. Realmente el conocimiento de Jesús conduce a la oración y la práctica de la oración facilita conocer al Maestro y Señor.  

Propongo un plan: Dedicar unas sesiones a conocer a Jesucristo.