domingo, 7 de marzo de 2021

ENCONTRAR LA VERDAD


1.        “Todos los hombres desean saber” (Aristóteles: Metafísica, I, 1). Y Platón dijo que el hombre busca el conocimiento seguro que es uno e igual en todas partes.

2.        “Gracias a la capacidad del pensamiento, el hombre puede encontrar y reconocer la verdad” (Fides et Ratio, 33).

3.        Difícilmente encuentra la verdad el hombre que se encierra en sí mismo. Mas bien, es el que se abre, el hombre abierto es el que la encuentra (Fides et Ratio, 25). Hay una fuerte relación entre la verdad y el estudio y la formación.

4         “El hombre nunca podría fundar la propia vida sobre la duda, la incertidumbre o la mentira; tal existencia estaría continuamente amenazada por el miedo y la angustia” (Fides et Ratio, 28).

5.        La vida no es igual, si consideramos que el hombre puede conocer la verdad o por el contrario, afirmamos que ello no es posible. Si el hombre puede conocer la verdad, esto influye en el concepto que tengamos de la vida, y en lo que hacemos y debemos hacer.

6.        El abandono de la idea de una verdad universal sobre el bien y el mal, conduce al hombre a la formación de una conciencia subjetiva y a obrar de acuerdo con ella. ¿Adónde llegamos, pues? A una ética individualista: cada uno tiene “su verdad”, diversa de la verdad de los demás.  Es un pensamiento que procede de las falsas sabidurías que siempre han levantado imponentes obstáculos a una renovación del hombre.

7.        Tenemos el deber de buscar la verdad. La búsqueda responsable de la verdad es señal de madurez.

8.        No tiene el mismo valor un juicio adecuado a una verdad, que aquel otro que se pronuncia asentado en el error.

9.        ¿Quién está en la verdad, Susana (Dan 13, 22-23) o los dos jueces injustos que le proponen una pasión impura y a continuación la acusan injustamente de haber consentido en esa propuesta?

10.      La ley divina es la gran fuente de la verdad.

11.      Veamos una posibilidad: Un ciudadano dirá que cree en la democracia, en el gobierno constitucional y en la libertad de los ciudadanos. Pero si luego, no votara, no pagara los impuestos, ni respetara las leyes del país, indudablemente es un hipócrita. De igual modo, no solamente hay que creer en las verdades reveladas por Dios, también hay que observar sus leyes. (Idea tomada de Leo J. Trese).

12.      La verdad siempre ha sido negada por los diferentes totalitarismos.

13.      El relativismo de hoy está en parte fundado sobre un falso dilema entre una supuesta verdad absoluta y la libertad. Una verdad absoluta sería algo que la autoridad impone. Algo asfixiante. Pero eso es un equívoco puesto que la auténtica verdad es universal, pero no absoluta. Son dos cosas completamente distintas. Resulta, en efecto, paradójico que la época histórica que ha defendido más la libertad haya sido capaz, simultáneamente, de crear sistema de verdades absolutas que han contribuido notablemente al relativismo, al escepticismo y a la crisis generalizada de la noción misma de verdad.

14.      Eso no impide que seamos críticos. Pero una cosa es ser crítico, y afirmar que hay puntos de vista diferentes, y aún opuestos, que contienen siempre verdades razonables, y otra bien distinta es sostener que no hay verdad universal.

CONCLUSIÓN.

         Amar la verdad.

         Buscarla a partir de la propia formación personal.

         El estudio sincero es puerta de la verdad. Es preciso cultivarlo.

 

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