1. “Todos los
hombres desean saber” (Aristóteles: Metafísica, I, 1). Y Platón dijo que el
hombre busca el conocimiento seguro que es uno e igual en todas partes.
2. “Gracias a la
capacidad del pensamiento, el hombre puede encontrar y reconocer la verdad”
(Fides et Ratio, 33).
3. Difícilmente
encuentra la verdad el hombre que se encierra en sí mismo. Mas bien, es el que
se abre, el hombre abierto es el que la encuentra (Fides et Ratio, 25). Hay una
fuerte relación entre la verdad y el estudio y la formación.
4 “El hombre
nunca podría fundar la propia vida sobre la duda, la incertidumbre o la
mentira; tal existencia estaría continuamente amenazada por el miedo y la
angustia” (Fides et Ratio, 28).
5. La vida no es
igual, si consideramos que el hombre puede conocer la verdad o por el
contrario, afirmamos que ello no es posible. Si el hombre puede conocer la
verdad, esto influye en el concepto que tengamos de la vida, y en lo que
hacemos y debemos hacer.
6. El abandono de
la idea de una verdad universal sobre el bien y el mal, conduce al hombre a la
formación de una conciencia subjetiva y a obrar de acuerdo con ella. ¿Adónde
llegamos, pues? A una ética individualista: cada uno tiene “su verdad”, diversa
de la verdad de los demás. Es un
pensamiento que procede de las falsas sabidurías que siempre han levantado
imponentes obstáculos a una renovación del hombre.
7. Tenemos el
deber de buscar la verdad. La búsqueda responsable de la verdad es señal de
madurez.
8. No tiene el
mismo valor un juicio adecuado a una verdad, que aquel otro que se pronuncia
asentado en el error.
9. ¿Quién está en
la verdad, Susana (Dan 13, 22-23) o los dos jueces injustos que le proponen una
pasión impura y a continuación la acusan injustamente de haber consentido en
esa propuesta?
10. La ley divina
es la gran fuente de la verdad.
11. Veamos una
posibilidad: Un ciudadano dirá que cree en la democracia, en el gobierno
constitucional y en la libertad de los ciudadanos. Pero si luego, no votara, no
pagara los impuestos, ni respetara las leyes del país, indudablemente es un
hipócrita. De igual modo, no solamente hay que creer en las verdades reveladas
por Dios, también hay que observar sus leyes. (Idea tomada de Leo J. Trese).
12. La verdad
siempre ha sido negada por los diferentes totalitarismos.
13. El relativismo
de hoy está en parte fundado sobre un falso dilema entre una supuesta verdad
absoluta y la libertad. Una verdad absoluta sería algo que la autoridad impone.
Algo asfixiante. Pero eso es un equívoco puesto que la auténtica verdad es
universal, pero no absoluta. Son dos cosas completamente distintas. Resulta, en
efecto, paradójico que la época histórica que ha defendido más la libertad haya
sido capaz, simultáneamente, de crear sistema de verdades absolutas que han
contribuido notablemente al relativismo, al escepticismo y a la crisis
generalizada de la noción misma de verdad.
14. Eso no impide
que seamos críticos. Pero una cosa es ser crítico, y afirmar que hay puntos de
vista diferentes, y aún opuestos, que contienen siempre verdades razonables, y
otra bien distinta es sostener que no hay verdad universal.
CONCLUSIÓN.
• Amar la
verdad.
• Buscarla a
partir de la propia formación personal.
• El estudio
sincero es puerta de la verdad. Es preciso cultivarlo.
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