lunes, 19 de junio de 2017

RENOVACIÓN: LA EDUCACIÓN EN LA FE


Algunos casos:
-              Un padre explica la Devoción de los Primeros Viernes a su hijo.
-              La Madres (100/100)  enseñan a los pequeños a rezar.
-              Un niño en el Oratorio de su Colegio: - Mira ahí está Jesús (señalando el Sagrario). El amigo  responde: ¡NO!  - El primero añade: -Te lo prometo.
-              Estos casos de FE, ¿se han obtenido por generación espontánea?
Los padres enseñan muchas cosas a los hijos. Ejemplos: los Juegos tradicionales: La rayuela; la petanca; tres en raya; la pídola; Piedra, papel y tijeras; la pícula; la taba; el churro…

La familia educa.  Tiene un gran poder humanizador puesto que “la entrega mutua de los cónyuges y, después, la dedicación a los hijos, constituye normalmente la entrega más honda y eficaz de un hombre a los otros” (García Hoz).
“Los hijos contemplan el amor de sus padres, los momentos de armonía y afecto y eso les da seguridad y les enseña la belleza del amor fiel y duradero”.  (Benedicto XVI. Discurso en Valencia el 8-07-2006).
“El amor recíproco de los esposos es el primer gran don que necesitan los hijos para crecer serenos, para ganar confianza en sí mismo y confianza en la vida. Los hijos quieren ser amados por una madre y un padre que se aman”. (Benedicto XVI Discurso al Consejo Pontificio para la familia. El 8-02-2010).
Para los chicos es importante la presencia estable de adultos que les sirvan de modelos y les proporcionen apoyo, ánimo, comprensión, sentido de la disciplina, y les enseñen a discriminar entre el bien y el mal.

Y, ¿dónde encontramos la fe?
•             En el paralítico de Cafarnaúm: Mc. 2, 12.
•             En el Centurión de Cafarnaúm. Mt. 8, 5-15.
•             La hemorroísa. Mc. 5, 25-34. Etc.
“La fe es una adhesión personal del hombre entero a Dios que se revela. Comprende una adhesión de la inteligencia y de la voluntad a la Revelación que Dios ha hecho de sí mimo mediante sus obras y sus palabras”. (CEC 176).

EDUCACIÓN EN LA FE.
Los padres cristianos tienen obligación grave de proporcionar a los hijos el camino de la santidad. Todos podemos ser santos. (Vaticano II). Hay que colocar a los hijos en el cielo, operación que se comienza aquí abajo. Los padres responderán ante Dios de la educación cristiana de los hijos.

La educación en la fe se logra cultivando:
•             El estudio del catecismo.
•             El conocimiento de las historias bíblica.
•             El conocimiento de la vida de los santos.
•             Enseñándoles a rezar y a hacer oración.
•             Proporcionándoles un sentido cristiano del trabajo.
•             Con el examen de conciencia.
•             Con la confesión frecuente.
•             Con la santificación del domingo y días de fiesta.

CATECISMO Y LA EDUCACIÓN EN LA FE.
 “La fecundidad del amor conyugal no se reduce a la sola procreación de los hijos, sino que debe extenderse también a su educación moral y a su formación espiritual. El papel de los padres en la educación tiene tanto peso que, cuando falta, difícilmente puede suplirse”. (CEC. 2221).
“El hogar es un lugar apropiado para la educación de las virtudes... Es una grave responsabilidad para los padres dar buenos ejemplos a sus hijos”. (CEC. 2223).
 “Las virtudes humanas adquiridas mediante la educación, mediante actos deliberados, y una perseverancia, reanudada siempre en el esfuerzo, son purificadas y elevadas por la gracia divina. Con la ayuda de Dios forjan el carácter y dan soltura en la práctica del bien”. (CEC 1810)

 FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA.
La conciencia se mueve siempre en una determinada escala de valores, proporcionada por la idea que tengamos del hombre. Esto nos obliga a que los valores no puedan olvidarse en la educación. La conciencia busca el bien, el mejor valor, y ese querer el bien es todo un programa de lucha que dura toda la vida. Observando a los niños, muchísimas veces, encontramos en ellos el eco de los valores de sus padres y educadores. La atmósfera moral del Hogar y del Colegio es parte fundamental en la formación de sus conciencias. Escribe el gran pedagogo italiano,  Pestalozzi: “Un atmósfera de amor, de confianza y de agradecimiento, es un pilar fundamental para la educación de la conciencia.”
NOS DICE EL CATECISMO: Los puntos 1783, 1784 y 1785 nos ayudan a conocer la importancia de formarla muy bien. Y añade: “Conviene pedir a los responsables de la educción que impartan a la juventud una enseñanza respetuosa de la verdad, de las cualidades del corazón y de la dignidad moral y espiritual, del hombre”. (CEC 2526)

 FAMILIA Y ORACIÓN.
 “La familia cristiana es el primer ámbito para la educación en la oración”. (CEC 2685). Sin oración no hay vida cristiana, no hay educación en la fe.
En la oración se conciben santos pensamientos, se encienden los afectos, se fortalecen los deseos, se forman propósitos y resoluciones, se sacrifican los afectos y apetitos desordenados, se conoce la voluntad de Dios y se le pide ayuda  para cumplirla.

 POR QUÉ DEBEMOS ORAR.
Para darle sentido a la realidad de que somos hijos de Dios.
Porque tenemos necesidad de pedir.
Porque somos hijos de la Iglesia y la Iglesia necesita almas de oración.
Porque necesitamos la amistad con Jesucristo.
Porque nuestra vida profesional y los deberes de nuestro estado requieren medios sobrenaturales, es decir, la oración.



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