lunes, 15 de mayo de 2017

DULCE HOGAR


MADRE. 1ª etapa: Volcada en las tareas del hogar y en la atención a sus hijos en todo lo referente a la educación y en sus otras necesidades. Perfeccionista. Muy activa. No comprende cómo es cada uno de sus tres hijos. 2ª Etapa: Trabajadora a tiempo completo en tienda de ropas. Muy activa. Llega a su casa extenuada. No ha llegado a conocer cómo es cada hijo.

PADRE. 1ª etapa: Trabajador a jornada completa, como administrativo y contable. Se considera profesionalmente una nulidad. Sus trabajos carecen de ánimo y de perfección. Es despedido. El mismo día de su despido, cae del tejado de su casa y sufre lesión grave de columna. A continuación, cama y silla de ruedas. Tiene aficiones poéticas. 2ª Etapa: A medida que mejora físicamente, se encarga de casi todas las tareas del hogar (su esposa se han puesto a trabajar fuera de casa). Gran convivencia con sus hijos. Descubre el valor de cada hijo y entiende su personalidad en la convivencia con  ellos.

HIJA MAYOR: Reservada y tímida. Ayuda a su padre (2ª etapa de él) en las tareas del hogar. Gran convivencia con su padre. Poco a poco, ella va relevando su personal intimidad.

HIJO MEDIANO: Pasa desapercibido. Algo tímido y de buen comportamiento, solamente su hermana conoce cuál es su mayor ilusión: tener un perrito.

HIJO PEQUEÑO: Muy activo. En sus primeros años de infancia, se irritaba con frecuencia, grita y muy travieso. Con cinco años comienza a cambiar, porque es escuchado por su padre y es atendido. Una personalidad fuerte y muy definida.
Con estos cinco elementos se elabora “Dulce hogar”. Una admirable novela de Dorothy  Canfield Fisher, publicada por Palabra.


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