viernes, 28 de febrero de 2025

EL APRENDIZAJE. UN POCO DE HISTORIA


 

Durante muchas décadas la enseñanza y el aprendizaje han tenido un objetivo esencial: obtener respuestas adecuadas de los alumnos. Se ha enseñado la gramática o los ríos, o bien los mamíferos, para que unos días después, los alumnos respondiesen a unas cuestiones que se le presentaban sobre la enseñanza impartida. Si las respuestas eran correctas, se entendía que el alumno aprendía bien.

            En las últimas décadas surge un nuevo movimiento en psicopedagogía que propugna el desarrollo cognitivo para el aprendizaje.

            De un aprendizaje por estímulo-respuesta (conductismo) se pasa a un aprendizaje significativo (cognición). En la década 70-80 se centran los estudios en dos importantes aspectos:

A. Interés por nuevas formas de aprender. Los alumnos deben pensar: aprendizaje significativo.

B. Nuevo concepto de la inteligencia. Antes la inteligencia se consideraba igual al C.I.; ahora no.

Para el desarrollo cognitivo se necesitan unas estrategias que se han dado en llamar estrategias cognitivas o herramientas del pensamiento. Son antiguas: ya se utilizaban en Grecia y Roma. Podemos comprobar un ejemplo en el Eutifron de Platón. Trata el filósofo del problema de la piedad. Sócrates piensa sobre la piedad y sobre cómo pensamos sobre ella. El Eutifron nos enseña a definir, a dar ejemplos y a hacer inferencias. El Eutifron es un modelo de pensar y de hacer pensar. Por una parte, nos hace pensar sobre cuestiones éticas y religiosas. Por otra, nos hace pensar sobre la lógica con que debe enfocarse el problema anterior. En el Menón, Sócrates vuelve a hacer indagaciones matemáticas con el mismo sentido: pensar y hacer pensar.

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