Casados con sus teléfonos
inteligentes
Por: Brooke Lea Foster | Fuente: Analisis y Actualidad
Vivimos en una cultura de timbres, alertas y zumbidos, pues
la mayoría de las personas administran desde cuentas bancarias hasta equipos de
fútbol de fantasía a través de sus teléfonos inteligentes. Entre esposos puede
haber molestias si la pareja no le da “me gusta” a todas las publicaciones en
Facebook, una expectativa, para algunos, de respaldo matrimonial. Si tomas tu
teléfono para revisar los resultados de un partido de fútbol durante una cita
con tu esposa, serás merecedor de que te mire con disgusto.
Casados o no, muchos de nosotros dormimos con nuestros
teléfonos en nuestra mesita de noche, los guardamos en el bolsillo a medida que
avanzamos de habitación en habitación y no dudamos en utilizarlos en presencia
de nuestra pareja, así esté acostada, hablando o leyendo junto a nosotros.
Los expertos dicen que el uso de los teléfonos inteligentes
se está entrometiendo en nuestros matrimonios de manera a veces inofensiva,
pero a menudo es frustrante; provoca peleas y obliga a las parejas cada vez más
a hacerse una importante pregunta: ¿en qué momento estamos eligiendo pasar más
tiempo con nuestros teléfonos inteligentes que con nuestro cónyuge?
Elizabeth Sciupac, de 31 años, una investigadora asociada a
un centro de estudios en Washington, dijo que una noche se dio cuenta de que
ella y su marido, Iván, de 41 años, se encontraban en la misma mesa, pero a
mundos de distancia.
“Habíamos estado trabajando todo el día, y en lugar de hablar
el uno con el otro, habíamos estado mirando nuestros teléfonos”, mencionó. “Y
dijimos: No podemos seguir haciendo esto. Ni siquiera conversamos.”
Si bien no hay una clara correlación entre el tiempo que
pasamos mirando la pantalla y la insatisfacción matrimonial, un reporte del Pew
Research llamado “Las parejas, internet y los medios sociales”, de 2014,
realizó encuestas a 2250 adultos para evaluar cómo las relaciones sobrellevan
la tecnología.
Mientras que 72 por ciento de los usuarios adultos de la red
informó que el internet no ha tenido “ningún efecto real absoluto” en su
matrimonio, de entre aquellos que sí sufren consecuencias, el 20 por ciento
dijo que en su mayoría eran negativas. Un cuarto de los encuestados dijo que
sus parejas se distraían con su celular cuando estaban juntos. Sin embargo, los
terapeutas dicen que no es el uso de teléfonos inteligentes lo que conduce al
divorcio, simplemente lleva al límite las tensiones ya existentes.
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