Los hijos deben estar formados con
claridad y rectitud ante el bien y el
mal.
La conciencia se mueve siempre en una determinada escala
de valores proporcionada por la concepción que tengamos del hombre. La
influencia tan poderosa de los valores en la conciencia nos obliga a no
olvidarlos en la educación.
Todos sabemos y conocemos que las leyes naturales
protegen al hombre. Así deben ser conocidos por los hijos.
El mayor ataque a la dignidad del hombre es lograr que un
hombre, o una institución, destruyan con su conducta o con sus planes, una sola de esas leyes, porque
individualmente y en su conjunto, esas leyes
protegen la dignidad del hombre estableciendo:
n
El uso de la verdad
n
La aversión a la corrupción.
n
El derecho a la propiedad.
n
El derecho a la vida.
n
La limpieza del corazón.
n
El respeto a los demás.
n
El derecho y la obligación a un trabajo bien ejecutado.
n
Saber “estar” con categoría humana ante diversas situaciones
y lugares.
n
Saber defender las ideas sin ofender, calumniar, engañar o
insultar
n
El respeto a los padres y autoridades.
Etc.
El ejemplo en la vida familiar es
vital para que ellos conozcan y vean esa protección de la dignidad humana, pero
además hay que hablar, explicar por qué son esenciales.
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