viernes, 20 de julio de 2018

GACETA DE LOS NEGOCIOS. UNA ENTREVISTA al PISCOPEDAGOGO D. JULIO GALLEGO




1.     ¿Qué le llevó a elaborar el informe en el que describe distintas personalidades de los hijos?

R. Fue una consecuencia de mi experiencia de muchos años como educador y de los estudios que venía realizando. Me di cuenta que tenía que hacer algo más para ayudar a los padres en su labor educadora. Entonces ideé una página que titulé “Conoce a tus hijos” y que comencé a publicar primero  en la revista “La Escuela en Acción”. Posteriormente, continué desarrollando y enriqueciendo las distintas etilogías.

2.     De todas las posibilidades que expone, ¿qué puede resultar más conflictivo a la hora de educar a un niño?

R. Educar es un quehacer apasionante y yo invito y siempre invitaré a los padres a que se tomen este cometido como lo más grande e importante de sus vidas. Cada hijo precisa de una atención singular según su carácter y temperamento, por eso, cada chico nos ofrece continuamente unos aspectos a favor y otros en contra. Ambos son importantes a la hora de educar. Ahora bien, lo más conflictivo actualmente me parece a mí que es el ambiente tan permisivo que nos rodea y que no es nada favorable a la educación. Los padres tienen en contra un mundo amplio de permisividad favorecido por los amigos de los hijos, ciertas canciones, la televisión, los videojuegos, bastantes medios de comunicación y leyes elaboradas por los poderes públicos. Sin embargo, nadie puede ejercer una influencia en los hijos más intensa que ellos, porque los padres nos sólo aportan ideas y principios cuando educan, sino también que todo eso lo entregan rodeado de un clima afectivo, cuestión que nadie puede hacer y ellos sí. Y esa unión tiene una gran fuerza. Los padres con categoría, tienen una fuerza transformadora  enorme.

3.     ¿Qué puede llevar a un niño a estar depresivo? ¿Es muy abundante la depresión infantil? ¿Qué lo puede provocar?

R. Generalmente el niño depresivo no tiene éxito en los estudios o le cuestan las relaciones de sociabilidad con sus semejantes. Son causas que origina una depresión. Últimamente ha aparecido una nueva causa: la separación o el divorcio de los padres. El niño no puede entender que a dos personas a las que él tanto quiere, se separen y él no pueda ya vivir con uno de los dos. En los años noventa, Aquilino Polaino y colaboradores realizaron un estudio epidemiológico sobre la depresión infantil en Madrid. La efectuaron a 1.074 niños y niñas de 4º de Primaria. La tasa de prevalencia fue de un 3% de niños con depresión mayor y un 9% con un trastorno distímico.

4.     ¿Por qué es tan importante detectar las personalidades o los problemas que tiene un hijo?

R. Es un sentir común, que cualquier deficiencia o enfermedad, detectada en los primeros momentos, es mucho más fácil su tratamiento y la recuperación del sujeto. Hoy, la medicina, la psicología y la psicopedagogía han avanzado notablemente y las posibilidades de evolución favorable en los afectados con   un buen tratamiento, es muy positiva. Lo que no se debe hacer cuando vemos a un hijo con dificultades es escondernos. Hay que actuar de la misma manera que cuando descubrimos que el riñón, el corazón o le hígado no funcionan bien, se suele ir al especialista.

5.     ¿Qué cree, desde su experiencia como psicopedagogo, que hoy en día preocupa más a los padres?

R  Indudablemente los padres están muy preocupados actualmente por  dos grandes cuestiones: el rendimiento académico de los hijos y el ambiente de frivolidad con el que se encuentran en los momentos de ocio. El fracaso escolar en España es muy alto. No hay correspondencia entre el desarrollo económico y de libertad (frecuentemente no bien entendida)  que ha alcanzado el país y los resultados académicos. La Comunidad Educativa deberá hacer una objetiva reflexión y gestionar lo que corresponda ante los poderes públicos para tener leyes que patrocinen auténtica calidad de enseñanza-aprendizaje.

6.     ¿Qué mensajes puede dar (en líneas generales) a nuestros lectores?

R. Les diré que es necesario el esfuerzo de todos para conseguir un clima cultural objetivo, en el que se busque ansiosamente la verdad sobre el hombre, sobre el mundo y la vida. Solamente, quizá partiendo de ahí, logremos que la nefasta permisividad vaya desapareciendo. ¿Qué puede hacer por lo tanto, cualquier lector, un padre, una madre? Tal vez, junto a su esfuerzo personal, hablar, ofrecer a los amigos alternativas sanas para que eduquen bien a sus hijos, entre las que han venido dando unos resultados muy alentadores los Cursos de Orientación Familiar, y además, apoyar las iniciativas que muchas instituciones educativas ofrecen y que están dirigidas a ese mismo objetivo.

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