Eso es la excelencia. Deseamos se propague y crezca.
Algunas ideas sobre la
educación, muy válidas en el siglo XXI y
que ayudan a la EXCELENCIA.
Educación actual.
El objetivo básico de la
educación actual tendría que ser el formar hombres capaces de pensar por sí
mismo. Este objetivo puede conseguirse mediante una enseñanza científica
sencilla pero inteligente y excitante; desarrollando la creatividad del niño,
proporcionando a los jóvenes amor a la naturaleza y el sentido del arte. (O.
Rebull. ¿Transformar la sociedad? ¿Transformar la educación?- Página 102).
Entrevistas Padres-Tutor.
A los padres les gusta hablar con
un profesor que escucha en forma tranquila, comprensiva y no emite juicios.
Algunos autores señalan la importancia de escuchar activamente: comprometerse a
ayudar a que otro defina los problemas y clarificar creencias y valores. Kroth (1975) hace una similitud entre un buen
interlocutor y un buen compañero de baile.: “que parece sentir el ritmo de la
conversación y se mueve al unísono”. El cansancio, la cabezonería, el hablar
demasiado y las distracciones del entorno alteran el escuchar activamente.
(Cecil D. Mercer. Dificultades de aprendizaje 1. Ediciones CEAC. 1991. Página 134.
Estímulos de padres y
profesores.
De la conducta pedagógica de
padres primero y de la actitud de los profesores después, depende que el niño
desarrolle intereses intelectuales, que le guste estudiar y esté dispuesto a aceptar el sacrificio que
todo ello lleva consigo, palabras que se pueden resumir en una sola frase: el
gusto por el estudio se puede aprender”. (Klaus Dietrich. Desarrollo
intelectual de nuestros hijos. Ed. Fontanella. 1972. Página 180).
Factores ambientales que
favorecen el desarrollo intelectual.
Según varios investigadores, los
más importantes son:
-
Atención solícita y cariñosa de los padres u
otras personas.
-
Estímulo a formular todo tipo de preguntas.
-
Permiso para investigar y tocar los objetos
cercanos.
-
Comprensión en lugar de castigo, en el caso de
un mal comportamiento.
-
Estar estimulado para adoptar decisiones
independientes.
-
Frecuentes
conversaciones con adultos.
-
Suficiente seguridad en el aspecto material.
-
Grandes alabanzas, incluso en los éxitos más pequeños.
(Klaus Dietrich. Desarrollo
intelectual de nuestros hijos. Ed. Fontanella. 1972. Página 64).
Interacción educativa.
Principalmente debe darse por
medio de la presencia y la comunicación entre el estudiante y su educador. Para
ello es muy conveniente:
- Que el rato de mutua presencia sea agradable y relajante para el chico, sin prisas. No estar con un chico y nuestra cabeza en cien cosas.
- Si hay que presentar alguna exigencia, hacerla dentro de una buena relación afectiva.
- Valorar al chico en todo lo que tiene de positivo. Ejercer una sana autoestima sobre sí mismo y sobre los demás, que nos proporcionará conductas adaptables y flexibles.
- Saber escuchar y comprender sin agobiar. Escuchando y comprendiendo se puede llegar a intuir lo que al otro preocupa y necesita.
- El punto más negativo para el estudiante es que se haya roto la comunicación con sus educadores.
(Edelmira
Deménech. La interacción padres-hijos… Revista Española de Pedagogía. Nº 196.
1993).
Palabra.
Encontrar la palabra exacta,
fecunda, viva, renovadora, que haga mella y estimule, es quizá el problema
primero del educador. (R. Marín Ibáñez. La investigación filosófica de la
educación.: su sentido y sus métodos. Revista Española de Pedagogía.. nº 106,
abril-junio 1969).
Presencia del educador.
Se educa por lo que se es más que
por lo que se dice, así como se enseña lo que se es más que lo que se sabe. El
poder del educador y del profesor depende menos de sus palabras, que de la
presencia total y silenciosa, que los alumnos disciernen más fácilmente de lo
que se cree, del hombre detrás del maestro, y del amigo posible detrás del
hombre. (J. Rassam. Le professeur et
les éleves. Revue Thomiste. LXXVI; nº javier-mars. Pag. 66).
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