Una mirada al mundo y la percepción es de bastante “jaleillo”. Incertidumbre sobre la vida en Afganistán con los talibanes en los próximos meses; el despiporre del precio de la luz; la variante india del Covid; la mesa del diálogo; los misiles de Corea del Norte…
La cuestión fundamental es la siguiente: ¿Tenemos alguna
institución, u organización … que se
pueda hacer cargo del “bollo” que se aprecia en las más diversas partes de
nuestro planeta?
¿Podemos confiar en la ONU como el organismo salvador? O tal
vez, ¿en la Unesco? Otra posibilidad: ¿será la Unión Europea la institución
acertada para crear paz y estabilidad? O será mejor pensar en los EEUU: ¿lo
logrará este joven país americano dirigido por un anciano? Y si ¿fueran los
amish los encargados de poner orden en este trastornado mundo?
Me parece que, si hay que buscar una institución
“arregladora” que remedie el actual problema; debería ser buscada entre aquellas
que por sus logros hayan demostrado que funciona bien.
¿Valdrán para tal misión algunas de las instituciones o
países citados más arriba? Parece ser que no. Llevan años intentándolo y el
resultado es negativo, bastante negativo. No acaban de convencernos de la
eficacia de su funcionamiento.
No me resigno a que no haya quién pueda darnos una solución
valiosa.
Me atrevo a examinar y analizar el cristianismo. ¿Funciona bien
esta religión? ¿Serán transferible algunas de sus leyes, la propia organización
y las convicciones por las que se rigen sus gentes como factores sanadores de
algunos de los problemas que los políticos no saben resolvernos?
No perdemos nada por comprobarlo mediante un amplio y riguroso
examen. Sin olvidar qué buscamos: Una institución que funcione bien y su estructura
sea válida para los problemas sociales y económicos que nos afectan.
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