viernes, 3 de noviembre de 2017

EL NIÑO BIEN DOTADO



Bastantes profesores poseen la maravillosa habilidad de captar muy prontamente que en su clase hay alumnos con una capacidad para aprender y resolver situaciones problemáticas mucho más rápida y con mayor profundidad que el resto de sus compañeros.
Se observa en el BIEN DOTADO:

        UNOS  RASGOS
 * C.I. superior a 140.
 * Gran creatividad.
 * Rapidez en el aprendizaje.
 * Buena motivación.
 * Rechaza las tareas repetitivas.
 * Conoce hechos impropios de     su edad.
 * Obtiene altas calificaciones.
 * Alta capacidad para el trabajo en materias diversas.
     UN  COMPORTAMIENTO

* Curioso. Observador.
* Gran facilidad comprensiva
* Extraordinaria memoria.
* Habilidad para conocer.
* Capacidad de concentración
* Persistente.
* Amplio desarrollo verbal y
  vocabulario avanzado.
* Mucha iniciativa.
* Aplica sus conocimientos a
  la vida ordinaria según se
  presentan las situaciones.
* Alto sentido del humor.


Estos "Rasgos" y "Comportamiento", ayudarán al profesor a detectar qué alumnos de su clase se encuentran en esta situación, teniendo en cuenta que lo importante para el chico y la clase, no son los "rasgos" sino el "comportamiento", puesto que lo que enriquece no son los detalles de brillantez en un momento determinado, sino el comportamiento continuado del sujeto.
Son niños con unas necesidades sociales e intelectuales y el profesor debe tenerlas en cuenta.


           LOS PROFESORES AYUDAN AL BIEN DOTADO:
* Realizando un diseño curricular adaptado a sus necesidades. Es preciso individualizar su aprendizaje, al menos en las áreas en las que él supera al conjunto de sus compañeros. 
Un procedimiento puede ser plantearle cuestiones del diseño curricular del curso siguiente.
* Potenciando el conjunto de sus altas capacidades con tareas complementarias e incorporándolos a breves trabajos de ayuda a la docencia.

* Invitándole a participar en actividades extraescolares en las que debe competir: concursos literarios, matemáticos,
artísticos; confección de guías didácticas para visitar un museo; proyetos físico-químicos, etc.

* Convertirle en autoevaluador de sus propias tareas. Al superdotado le suele disgustar que su trabajo lleve solamente juicio del profesor.

* Hacerle sentirse bien aceptado en la clase por el conjunto de elementos de la misma.

* Tenerle ocupado en un encargo o tarea semanal: selección de videos de una determinada materia que se van a ver en clase; comentario bibliográfico; recopilación de noticias
periodísticas sobre un determinado asunto; etc.

* Favoreciendo la presentación de sus dudas y preguntas, aclarándole las ideas y encauzando sus intereses.

* Evitando la construcción de un mundo de excesivas fantasías y originalidad que le conduzca a situaciones de irrealidad.

* Proponiéndole pequeños trabajos de investigación que una vez finalizados expondrá a sus compañeros. Del tipo de: los visigodos españoles; método seguro para el análisis sintáctico;
método para la transferencia del lenguaje castellano de un problema al lenguaje matemático; cómo analizar una obra de arte; ...

* Exigiéndole que las tareas comenzadas, a veces con gran entusiasmo, sean perfectamente acabadas.

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