domingo, 31 de enero de 2016

Adán descubre el amor.

Viendo Adán el cuerpo de Eva, descubre el amor. El cuerpo es un “puente” que une personas. No es  una barrera que las separa.
La propia forma del varón, su morfología, como la de la mujer, ya indican que existen para entregarse. Sus cuerpos, tan iguales y tan distintos, son una invitación a esa entrega.
Querer es saber mirar a alguien con admiración y con agradecimiento. Cuando miro así, es porque sé que esa persona es un regalo.
¿Por qué entrega Dios, Eva a Adán? Dios ha hecho a la mujer para enseñar a Adán a ser humano.  La feminidad es para enseñar a querer.


El cuerpo vehículo para el amor.

Estamos llamados a entregarnos por medio de nuestro cuerpo y con todo lo que este incluye: la afectividad, la sensibilidad, la psicología, la sexualidad. Todo según el ser masculino o femenino
Corromper la integridad sexual del cuerpo con artimañas no establecidas en el plan de Dios, es corromper el cuerpo, vehículo e instrumento para expresar el amor

Una relación de donación.

El cuerpo humano es de varón y mujer para una relación de donación. Es una relación de darse al otro: es una relación de amor.
Cada persona ha sido creada para dar y recibir amor.
Ambos sexos están llamados por el mismo Dios a actuar y vivir conjuntamente.
La persona entera es varón o mujer, su masculinidad o feminidad abarca todo su ser.


Una tarea más es: Saber leer el lenguaje del cuerpo.
Tener capacidad para poder poner en práctica el lenguaje del cuerpo de tal manera que los cuerpos expresen amor.
El amor como donación de sí, cuya realización más profunda es el acto sexual conyugal, es en sí mismo la vocación procreadora de los esposos.
Encontrar el amor es una nueva creación. Cuando el hombre encuentra  a la mujer ( y viceversa), ha llenado plenamente su existencia, ha encontrado el amor. El amor une lo que estaba separado.


viernes, 29 de enero de 2016

LA CUENTA BANCARIA EMOCIONAL

Stephan Cove escribe  “Siete hábitos de la gente feliz” en donde compara el mantenimiento de la vida afectiva con una cuenta bancaria, eso sí, de tipo emocional. Comprobemos lo que dice el sr. Cove:

 Mantiene la vida afectiva:

Los depósitos constantes de cariño, comunicación y comprensión en el corazón de ella/de él.

Con las personas con las que tenemos una relación más personal, frecuente y de compromiso, los depósitos deben ser constantes.

Los actos de indiferencia o de olvidos, producen reintegros automáticos.

También producen reintegros las peleas, echarse las cosas en cara, etc.


A lo anterior, se puede añadir lo siguiente:

La educación afectiva y sexual, nos permitirá elegir y obrar con más libertad. Serán nuestra inteligencia, voluntad y corazón quienes nos ayuden a elegir, quiénes nos faciliten obrar bien. No elegiremos por las escenas de una película, de una novela o por la presión de unos amigos. La voluntad es el órgano del amor, según Guitton.

 En texto del Génesis aprendemos que la diferencia sexual, con todo lo que supone, es una cosa buena: el hombre y la mujer son imagen de Dios, no a pesar de esta diferencia sexual, sino precisamente con ella.

Adam no exclama ante Eva: “inteligencia de mi inteligencia” o “espíritu de mi espíritu”. Sino “ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gn 2, 23). Dos seres corpóreos para una vida de comunión. Es  a través del cuerpo como será posible esa comunión de personas.



Un cuerpo para el amor.

El hombre y la mujer son seres, con cuyos cuerpos expresan que son personas llamados a una vida de comunión corporal por la sexualidad.

El cuerpo, incluida la expresión corporal, expresa la verdad del amor, la verdad de la comunión de las personas en la entrega de sí mismas.

El cuerpo está hecho para ser entregado. Significa la vocación de la persona a una vida esponsal.


lunes, 25 de enero de 2016

El hombre solamente puede llegar a ser hombre por la educación


Conseguir una excelente educación; que el entorno en el que nos movemos lo reconozca, es un estupendo ideal. Naturalmente me estoy refiriendo a la educación de la persona que bien se sabe es algo más complejo y arduo que tener una buenísima instrucción, aunque esta desde luego no sobra, al contrario. Esa debería ser la meta de todo individuo que reconozca que debe responder generosamente  a las capacidades que ha recibido, aunque conseguirlo suponga esfuerzos y superar caídas y tropiezos.
Algunas veces, les decía a algunos de mis alumnos: ¡Atrévete a estudiar!, o ¡Atrévete a mejorar tu conducta!
¡Atrévete a conseguir una educación ejemplar!, digo ahora.
Ha llegado el momento en el que se reconozca que el hombre solamente puede llegar a ser hombre por la educación. Educar apoyándonos en lo real. Y lo real no suele aparecer en las pantallas, no es lo que suele  colgar en Facebook. La realidad virtual no puede sustituir a la realidad real. 
Para tan gran empresa, solicito ayuda a los padres, para que ejerzan como padres, con vuestras limitaciones y errores, que hacerlo así, eso es educar.  El sabio griego, Plutarco, nos dijo: "Nadie tiene en sus manos disponer cómo han de nacer los hijos, pero es facultad nuestra que se hagan buenos con una recta educación". Y por último, ofrezco un refrán portugués, que aclara mucho las cosas. Dice así: "Lo poco con Dios es mucho y lo mucho sin Dios es nada". 

viernes, 22 de enero de 2016

EL ESTUDIO


La suerte sólo beneficia a la mente preparada




Ponerse a estudiar es prepararse. Prepararse para aprender es parte del propio aprendizaje, de mismo modo que el precalentamiento es parte de una competición deportiva. El que quiere aprender, debe procurar el estado emocional adecuado en ese momento. Por lo tanto, hay que considerar una triple preparación: física (material necesario, lugar idóneo para el aprendizaje, ventilación, luz, etc), emocional (relajado, con correcta autoestima, con afán de saber, descansado) y conectado con el tema (qué sé de esta cuestión que voy a estudiar, cuáles son mis conocimientos previos sobre ella, qué dice el diccionario, mis libros o la enciclopedia sobre este particular…). El científico francés Louis Pasteur ya enunció a principios del siglo XIX que “la suerte sólo beneficia a la mente preparada”
Estudiar una lección consta de las siguientes fases: lectura, subrayado, razonamiento, el esquema o resumen, repaso y memorización.
Lectura atenta. Comenzar por algo fácil o que guste más. Una vez concentrado, hay que ir a lo más difícil.
Subrayado. Fijarse en los términos importantes. Obtener las ideas capitales y subrayarlas. Las ideas capitales conectan y despiertan además los conocimientos previos.  Teniendo en cuenta que hay que evitar la fiebre del subrayado. También es muy útil anotar en los márgenes del libro, informaciones importantes o utilizar palabras y señales que representen una idea. Hay que procurar que las ideas subrayadas tengan relación entre ellas.
Razonamiento. Hay que proponerse aprender, recordar y asimilar, no simplemente leer o informarse. El grado de razonamiento comienza a ser alto, cuando el estudiante es capaz de elaborar ejemplos propios, concretos y válidos para los conceptos importantes. Igualmente indica que el razonamiento va muy bien, si se es capaz de inventar imágenes apropiadas a los que se estudia.
Esquema o resumen. Finalizada la lectura y el estudio razonado de una lección, se puede construir el esquema que es el armazón del tema trabajado. El esquema es la columna vertebral de la lección. En él, todos los términos deben tener significación. Para hacerlo correctamente hay que realizar operaciones de análisis y síntesis sobre el texto de estudio. El estudiante que realiza esquemas, buenos esquemas, aprende mucho.
Repaso y memorización.  El esquema se memoriza. Es un estupendo instrumento para preparar el examen.
Por lo tanto, aprender algo es tan normal y corriente en la vida como alimentarse, descansar, trabajar o enamorarse, pero hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. Los temas amplios y generales se asimilan mejor si se descomponen en diversas partes. La fragmentación de la información ayuda a entenderla más perfectamente.
La hoja-registro que aparece a continuación, ayuda a conocer cómo es el estudio.
HOJA-REGISTRO DEL ESTUDIO PERSONAL.

Señala poniendo una cruz en la columna correspondiente.

C U E S T I O N E S
MAL
REGU
BIEN
M. B.
1 ¿He asistido y aprovechado hoy  las clases.




2 ¿Procuro dejar a un lado los problemas personales cuando estoy estudiando?




3 ¿Me venzo ante el desánimo o la dificultad que encuentre durante el estudio?




4 ¿Logro superar las dificultades que se han presentado hoy en el estudio?




5 ¿Controlo el tiempo de estudio: 1 hora= 60 minutos?




6 ¿Procuro mejorar mi horario personal para rendir más y mejor?




7 ¿Atiendo a que todas las materias dispongan de su tiempo de estudio conveniente?




8 ¿He terminado todas las tareas y el estudio que tenía previsto o encomendado para hoy?




9 ¿Podría haber mejorado hoy mi estudio logrando que fuera más real y práctico?




10 ¿Repaso a menudo lo que he aprendido, para tenerlo actualizado en la memoria?




11 ¿He puesto una firme voluntad para ponerme a estudiar?




12 ¿He consultado el diccionario ante aquellas palabras que aparecen en los textos y no entendía?





Condiciones para el estudio.
       No olvidar que para estudiar se necesita:
Buen nivel lector.                                                           Afán de saber.
Capacidad de expresión.                                               Hábitos de trabajo.
Una inteligencia promedio o normal.                              Voluntad.
Capacidad de atención.                                                 Saber escuchar.
Memoria.                                                                       Capacidad de análisis.


lunes, 18 de enero de 2016

"SABER AMAR CON EL CUERPO"


   La revolución sexual es uno de los hechos más importantes de esta segunda mitad de siglo. Los progresos técnicos han permitido explorar todas las posibilidades de la sexualidad humana. Este libro pretende describir brevemente algunos principios de ecología sexual. El autor (Mikel Gotzon Santamaria Garai), propone superar, en el campo sexual, la época ingenua en la que nos encontramos, comparable a la época ingenua del capitalismo salvaje, ya que esa ingenuidad es dañina para la naturaleza y el hombre. Propone adentrarnos en una etapa de desarrollo ecológico de la sexualidad, que permita a las mujeres y los hombres de nuestro tiempo encontrar la felicidad que tan ardientemente buscamos.

LA AFECTIVIDAD Y EL AMOR...
Un día un chico conoce  a una chica. Desde el primer momento le parece atractiva, simpática e interesante. La conversación con ella es una gozada. Y naturalmente, el chico comienza un nuevo periodo en su vida en el que trata mediante el cortejo de interesarla por él, aún en medio de la incertidumbre, la dificultad y el riesgo que la relación en si le acompaña. Sabe que su esfuerzo para lograr que ella también se enamore de él es parte esencial, si desea obtener y merecer ser amado por ella.

Ese cortejo así llevado es la excelencia.

Relación entre afectividad y  educación sexual.

  A la afectividad corresponde la educación sexual.
  Hay por lo tanto, una fuerte relación entre afectividad y sexualidad y las dos son sujeto de educación.

Hay que conocer que hay diferencias entre deseo y amor. En la relación chico-chica, el deseo se presenta naturalmente y lo más probable es que sea un amor de pasión. Aún no ha llegado el verdadero amor, que es donación. Sin embargo, el deseo (amor-pasión) puede conducir a un amor donación.

Educar el corazón.

  Afectividad es algo tan humano y necesario como querer y ser querido. Todos tenemos necesidad del cariño.
  La afectividad se educa, educando el corazón. Un corazón educado sabe expresar sonrisas, caricias, miradas cálidas, detalles de cariño hacia el otro/a.
  Y también sabe ese corazón, que hasta que llegue el matrimonio, hay unos límites para expresar el amor.

Tenemos que continuar exponiendo cómo se mantiene la vida afectiva.


viernes, 15 de enero de 2016

LA AMISTAD


            En recuerdo del que fue gran amigo y profesor, Ricardo Yepes Stork, redacto estas líneas entremezcladas con las suyas de tal manera que me es difícil separar unas de otras.



            Dice C. S. Lewis en el excelente libro “Los cuatro amores”, que la amistad hoy es considerada “algo bastante marginal, no un plato fuerte en el banquete de la vida... Pocos la valoran, porque pocos la experimentan”.
            Así que la amistad no es algo innato. No se da sin esfuerzo, hay que conquistarla y luego ha de ser alcanzada y mantenida. Es decir, exactamente igual que el amor que además no nos deja intactos. Se conquista, pero más difícil es luego su mantenimiento si no hay un propósito exigente de hacerlo. A todo ello, el profesor Millán Puelles añade que también necesita tiempo de crecimiento, de esfuerzo para ganarse la confianza del amigo.
            Ahora bien, ya estamos en la amistad. Si es verdadera, aguanta, no se rompe por cualquier desacuerdo. Consiste en mantenerse amigos en el desacuerdo. Porque no forma parte del ideal de la amistad estar  de acuerdo en todo. Estarlo enteramente es prácticamente imposible. Discrepar es saludable si se mantiene el diálogo.
            Tiene la amistad una importante tarea: acercarse a la realidad, a las cosas, al descubrimiento de nuevos planteamientos sobre los problemas, a pensar y hacer juntos unos quehaceres.
            Hay en la amistad una fase madura. Es aquella en la que el amigo nos interesa no sólo por lo que dice, sino por lo que es. Su lazo se convierte en imán atrayente, más fuerte que la disgregación connatural a la vida, porque la amistad es lealtad, estar unidos en la adversidad y la ventura, asumir como parte de nuestra existencia la del otro.
            Pero es probablemente el carácter iluminante del diálogo, lo que da a la amistad un tono único. Pues ante todo amistad es conversar, hablar, intercambiar miradas, participar del saber de otro. Dice Pieper que la amistad se nota en el decir sin reticencias ni disimulos: el amigo es la persona con la que se piensa en alto, con la que se habla sinceramente, aquel con quien somos sinceros. Con el amigo no nos andamos con remilgos, es aquel con quien nos podemos sincerar. Estamos ante uno de los ámbitos de la intimidad.
            Tenemos que seguir hablando del diálogo debido a su ser fundamental en este tipo de conexión. El diálogo va del desacuerdo al intercambio de opiniones, al dejarse convencer sola y exclusivamente si el otro tiene razón, si lo que dice es verdad. Eso es ser amigos. La justificación para hablar con el amigo es justamente que haya algo importante que decir: “los pequeños círculos de amigos que dan la espalda al mundo son los que los transforman de veras”, dice Lewis.
            Por ahí hemos llegado a un punto fundamental de la amistad: la de darse. La persona es el único ser que puede dar sin perder. Darse, el don, es parte irrenunciable de la amistad: quien regala algo no espera nada a cambio. El don es gratuito.
            Por eso una gran dificultad para el desarrollo de la amistad es el interés, ya que el interés sacrifica la amistad. Primero mantiene unas relaciones humanas “amistosas”, pero superficiales, fruto de la conveniencia mutua, que no aguantan el tiempo ni las dificultades. En segundo lugar, nuestra amistad no llega hasta donde coinciden nuestros intereses y entonces se vive con el amigo una separación amable porque no coincido con él en los mismos problemas, en la solución a los intereses comunes.
            Sin embargo sin el otro no alcanzo a conocerme a mí mismo, pues para conocerme necesito expresarme, y para expresarme he de manifestarme. Manifestarse es hablar, ser escuchado, comprendido. Y eso exige alguien que escuche.
            En el fondo surge un mal concepto de amistad,  porque ser amigo incluye la estimación, pero también la irritación: el que no se irrita cuando el amigo se porta mal es un adulador o un indiferente, pero no un amigo. Ahora bien, no olvidemos la estimación, sin ella la amistad es imposible. Estimar es ser partidario del amigo, estar a su lado, defenderle, querer lo mejor para él
            El hombre precisa de la amistad, de tal manera que si no tengo amigos, estoy empobrecido como ser humano. Realmente si tal cuestión sucediese habría que preguntarse que tal andamos con relación al egocentrismo.
            El humanismo cristiano afirma la dignidad de cada  persona como hijo de Dios y ofrece la fraternidad como eje fundamental entre los hombres. En este concepto es en el que se puede entender perfectamente la amistad.



miércoles, 13 de enero de 2016

LA EXCELENCIA

En la enseñanza primaria han aparecido en diversos momentos niños con dificultades en el aprendizaje. Niños retrasados, también se les ha llamado con necesidades educativas especiales. Algunos de ellos, tuvieron a su lado a unos padres  entregados y al mismo tiempo, encontraron la ayuda profesional y sensata de algunos maestros extraordinarios que lograron convertirlos en personas brillantes. Valga el ejemplo del cambio sufrido por Robert J.Sternberg, que llegó a ser presidente de la American Psychological Association.

Eso es la excelencia. Deseamos se propague y crezca.

Algunas ideas sobre la educación,  muy válidas en el siglo XXI y que ayudan a la EXCELENCIA.

Educación actual.
El objetivo básico de la educación actual tendría que ser el formar hombres capaces de pensar por sí mismo. Este objetivo puede conseguirse mediante una enseñanza científica sencilla pero inteligente y excitante; desarrollando la creatividad del niño, proporcionando a los jóvenes amor a la naturaleza y el sentido del arte. (O. Rebull. ¿Transformar la sociedad? ¿Transformar la educación?- Página 102).

Entrevistas Padres-Tutor.
A los padres les gusta hablar con un profesor que escucha en forma tranquila, comprensiva y no emite juicios. Algunos autores señalan la importancia de escuchar activamente: comprometerse a ayudar a que otro defina los problemas y clarificar creencias y valores.  Kroth (1975) hace una similitud entre un buen interlocutor y un buen compañero de baile.: “que parece sentir el ritmo de la conversación y se mueve al unísono”. El cansancio, la cabezonería, el hablar demasiado y las distracciones del entorno alteran el escuchar activamente. (Cecil D. Mercer. Dificultades de aprendizaje 1. Ediciones CEAC. 1991.  Página 134.

Estímulos de padres y profesores.
De la conducta pedagógica de padres primero y de la actitud de los profesores después, depende que el niño desarrolle intereses intelectuales, que le guste estudiar  y esté dispuesto a aceptar el sacrificio que todo ello lleva consigo, palabras que se pueden resumir en una sola frase: el gusto por el estudio se puede aprender”. (Klaus Dietrich. Desarrollo intelectual de nuestros hijos. Ed. Fontanella. 1972. Página 180).

Factores ambientales que favorecen el desarrollo intelectual.
Según varios investigadores, los más importantes son:
-          Atención solícita y cariñosa de los padres u otras personas.
-          Estímulo a formular todo tipo de preguntas.
-          Permiso para investigar y tocar los objetos cercanos.
-          Comprensión en lugar de castigo, en el caso de un mal comportamiento.
-          Estar estimulado para adoptar decisiones independientes.
-          Frecuentes  conversaciones con adultos.
-          Suficiente seguridad en el aspecto material.
-          Grandes alabanzas, incluso en los éxitos más pequeños.
(Klaus Dietrich. Desarrollo intelectual de nuestros hijos. Ed. Fontanella. 1972. Página 64).

Interacción educativa.
Principalmente debe darse por medio de la presencia y la comunicación entre el estudiante y su educador. Para ello es muy conveniente:
  1. Que el rato de mutua presencia sea agradable y relajante para el chico, sin prisas. No estar con un chico y nuestra cabeza en cien cosas.
  2. Si hay que presentar alguna exigencia, hacerla dentro de una buena relación afectiva.
  3. Valorar al chico en todo lo que tiene de positivo. Ejercer una sana autoestima sobre sí mismo y sobre los demás, que nos proporcionará conductas adaptables y flexibles.
  4. Saber escuchar y comprender sin agobiar. Escuchando y comprendiendo se puede llegar a intuir lo que al otro preocupa y necesita.
  5. El punto más negativo para el estudiante es que se haya roto la comunicación con sus educadores.
(Edelmira Deménech. La interacción padres-hijos… Revista Española de Pedagogía. Nº 196. 1993).

Palabra.
Encontrar la palabra exacta, fecunda, viva, renovadora, que haga mella y estimule, es quizá el problema primero del educador. (R. Marín Ibáñez. La investigación filosófica de la educación.: su sentido y sus métodos. Revista Española de Pedagogía.. nº 106, abril-junio 1969).                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                
Presencia del educador.
Se educa por lo que se es más que por lo que se dice, así como se enseña lo que se es más que lo que se sabe. El poder del educador y del profesor depende menos de sus palabras, que de la presencia total y silenciosa, que los alumnos disciernen más fácilmente de lo que se cree, del hombre detrás del maestro, y del amigo posible detrás del hombre. (J. Rassam. Le professeur et les éleves. Revue Thomiste. LXXVI; nº javier-mars. Pag. 66).


lunes, 11 de enero de 2016

LA AFECTIVIDAD Y EL AMOR


Ya se expuso que el amor es un gran tesoro. Tesoro que hay que cuidar y que educar. 

El amor es consecuencia de la afectividad, de la inteligencia y de la voluntad. Podemos describir la afectividad como la capacidad de respuesta que tiene una persona a la propensión a querer.
El afecto es la inclinación hacia una persona o cosa que       notamos se produce en nuestro interior, pero que también origina respuestas externas.

El cultivo de la afectividad libera el corazón de temores, de dudas, de inquietudes, de odios, de indiferencias. Cura las heridas emocionales y proporciona que las verdaderas necesidades del corazón sean satisfechas.
La afectividad está en todo lo que hace y piensa el ser humano.

Podemos decir que los comportamientos afectivos aparecen en todas y en las continuas situaciones por las que pasa el ser humano.
Nos educamos en la afectividad por contagio.
Participan en esa educación los padres, los hermanos, los profesores, los amigos, los estudios, la literatura, la música, la pintura, el cine…
En un ambiente de confianza se educa la afectividad.
Es la de la chica de 20 años que un día comunica a su madre que hay un chico con el que se ha visto unas cuantas veces y con el que se escribe mail. “Me parece que me gusta, mamá”, le dice. Más tarde, la hija se retira a su habitación y detrás entra su madre, y allí, solas las dos, hablan, y la madre le explica qué son  los sentimientos, las emociones, el amor. Le está apoyando en el nacimiento de un tipo particular de su afectividad: el amor. 
Continuaremos comentando la relación que existe entre la afectividad y la sexualidad. Será en otro día.