domingo, 28 de abril de 2019

LA EDUCACIÓN EN UN MUNDO LÍQUIDO



¿Existe el estudiante líquido?
Zygmunt Bauman tiene un libro con el mismo título que este artículo. En él, habla clara y persistentemente sobre la necesidad de combatir el consumismo, y al tratar sobre la educación, evita como es lógico en un libro que dedica a generalidades educativas, los casos más o menos patológicos: asperges, afasias, dislexias, discalculias, hiperactividad, etc. Se centra pues, en la educación y en los educandos o estudiantes, que lo mismo casi es.
Nos preocupan pues, los estudiantes con capacidades normales y con rendimientos insatisfactorios. ¿Las causas?: varias: pereza, comodidad, cierto grado de indiferencia, dispersión, desorden, dificultad de atención o de memoria…. Y también el consumismo.
Efectivamente hay estudiantes muy consumistas, especialmente practican el consumismo tecnológico y digital. Y aquí es donde Bauman, critica duramente esta situación de obesidad digital en la que algunos andan instalados, olvidando su tarea fundamental que es estudiar. Podríamos llamarlos, siguiendo el pensamiento de Bauman, “Los estudiantes líquidos”.  Isidro Catalá ha escrito: “Desconecto, luego existo”, y Manfred Spitzer, “Demencia digital”. En este último, Spitzer dice que los móviles y tabletas retrasan la madurez de los niños y adolescentes, les impiden concentrarse y aprender. Añade que el cerebro no es un disco duro que almacena datos. No funciona así, sino que los procesa. Las redes neuronales establecen muchos puntos de conexión y establecen nuevos conocimientos. Por eso, cuánto más sabes es más fácil aprender.
Como posible solución puedo orientar a los estudiantes de Secundaria, Bachillerato y Universidad hacia el libro de la editorial Pirámide “Soy estudiante”. En él, ese público joven encontrará cómo organizarse para el estudio y el trabajo, la importancia que tiene el desarrollo verbal para el dominio de los conocimientos, qué hacer con la información que les llega, es decir, cómo recogerla, analizarla y elaborarla. Igualmente conocerán la importancia de la voluntad y el esfuerzo. En definitiva, la capacidad de autocontrol, que es un factor determinante para ser un buen estudiante. Este conjunto de características, son indudablemente muy valiosas para ser capaces de vivir en el mundo digital, que por otra parte, tantas utilidades y resoluciones nos proporcionan, pero sin caer en el exceso de curiosidades innecesarias, ni de pérdidas de tiempo, tan fundamental como es para todo trabajo y tarea, también para el trabajo intelectual.
A partir de aquí, sea cada sujeto trabajador de libros (eso pienso que es fundamentalmente de todo estudiante), el que reflexione y se analice y tome una determinación, según lo que él mismo ha descubierto en ese análisis tan esencial y necesario.

martes, 16 de abril de 2019

LAS EMOCIONES



Hace unos días, un muy buen amigo de veintiséis años, me enseñaba un precioso anillo y me decía que había elegido el próximo día trece para pedirle matrimonio a su novia. Me alegró la noticia y le dije que el día elegido era estupendo: era la fiesta de San Hermenegildo, un príncipe visigodo y arriano, que enamorado de una princesa católica, con ella se casó y se convirtió al catolicismo. 
Continué hablando con mi joven amigo de la petición del día 13: sería en un restaurante, al que invitaría a su novia a cenar. Y comentamos la conveniencia de que fuese un lugar discreto, en el que hubiese intimidad, buena luz y unas flores. Con gran probabilidad, estábamos considerando que el acontecimiento podría ser además un motivo de la aparición de emociones muy positivas, que luego sería recordado años tras años por mi amigo y su novia. ¿Cómo evitar un posible tartamudeo, una voz algo rota o una cierta humedad en los ojos de él y de ella?
Una emoción es un cambio corporal que llega caracterizado por variables fisiológicas que se pueden observar y medir: ritmo cardíaco, ritmo respiratorio, tensión arterial, temperatura corporal, sudoración,  producción salivar, apertura de las pupilas, hormonas en la sangre, etc.
¿Puede alguien imaginarse el estado de ira sin sentir que el pecho estalla, la cara se ruboriza, los orificios nasales se dilatan, los dientes se aprietan? Pues bien, las emociones positivas, atraen porque producen agrado y bienestar. Las negativas producen disgusto o desagrado y rechazo.
El cerebro almacena de diferente manera y con circuitos distintos la memoria emocional. Las memorias emocionales son almacenadas  como información prioritaria, y son rápidamente y fácilmente  recuperadas cuando se producen emociones similares a las vividas anteriormente.
¿Qué reacciones producen, qué influencia tienen en la vida familiar, en la vida social y en el aprendizaje? Pueden producir placer o disgusto, y por lo tanto, afectan a nuestras conductas y comportamientos.
Están presentes en la toma de decisiones importantes: qué carrera estudiar, qué casa comprar, con quién iniciar una relación y formar una familia… Elecciones esenciales que dependen de nuestra inteligencia emocional. Como añade Gardner, no cabe duda, es necesaria la educación emocional. 
Una clara consecuencia a lo que vengo diciendo, es la atención que debemos poner a nuestra inteligencia emocional, distinta de la lógica o racional y tan necesaria como esta, para acertar mejor ante las diversas reacciones y pensamientos que una vida larga y fecunda nos ofrece.

viernes, 5 de abril de 2019

EL TREN Y LA EXCELENCIA




Hemos ido conociendo las dificultades del tren en Extremadura. Trenes con frecuentes y exagerados retrasos, trenes averiados en su recorrido, pasajeros con la paciencia por los suelos, etc.
Sin embargo, conoceremos un día, aún no sabemos cuándo, en el que el AVE llegará a Extremadura. Cáceres, Trujillo, Mérida, Badajoz … lo recibirán tal vez con música, banderas y pancartas. Tal día, será de gran gozo para varias y diversas poblaciones extremeñas. Sus habitantes comprobarán con enorme entusiasmo, que finalmente el tren puede llegar a su hora y sin averías. Ese será un día de gloria, de excelencia para el pueblo extremeño. Y es que siempre que se alcanza la excelencia en algún aspecto o cuestión, lo propio es el gozo. Igualmente sucede en la vida profesional de las personas: una mejora en este ámbito, es un paso hacia la excelencia.
Si nos proponemos el ejercicio de un deporte, de una actividad artística, de una determinada actividad de ocio y somos conscientes y constantes, también llegará un día en el que llegaremos a comprobar nuestro avance en esa ejercicio elegido y practicado. Es decir, nuevamente aparecerá la excelencia en nuestra vida. Puede que incluso sea en algo pequeño, pero siempre alegre y gozoso.
Igualmente le sucede al chico, a la chica, que un día se encuentran con un  amor correspondido. Y a la esposa y al esposo que comprueban como el querer y ser querido, llenan sus a veces monótonos días.
Hace unas jornadas escribí sobre la “pareja líquida”. Imagínese que aparece un momento, un minuto, una hora, en la que sus dos componentes perciben que nada es más satisfactorio que vivir en pareja sólida, es decir, con un compromiso permanente de amor, que es de donación hacia el otro/a. ¿Qué ha ocurrido? Sencillamente han vislumbrado la enorme importancia de vivir en la excelencia.
Pero la excelencia de la excelencia, es la recompensa que produce trabajar, amar, descansar en medio de una vida intachable. Nada como eso.