jueves, 28 de junio de 2018

LA ANTICONCEPCIÓN




El acto anticonceptivo.  “Se entiende como tal, toda acción que previamente, durante o inmediatamente después del acto sexual conyugal busca impedir la concepción de la que el acto sexual mismo es capaz”. (Cardenal. Caffarra).
Los métodos anticonceptivos.
Producen una ruptura voluntaria entre los dos aspectos fundamentales del acto sexual, el unitivo y el procreativo. Hay unión, pero se excluye la procreación de forma directa y deliberada. La entrega plena no se produce. Un cónyuge puede decir: “Me entrego a ti, pero excluyendo la fecundidad”.
Con la contraconcepción ¿qué relación se produce entre los cónyuges?
Una relación de desconfianza, de distanciamiento, de obsesión por una seguridad (evitar un embarazo), ante lo que se cree es un peligro y se llega a situaciones inhumanas y a veces, degradantes.
Algunos efectos de la relación sexual  con anticonceptivos.
El proyecto común del matrimonio se resquebraja poco a poco.
La unión matrimonial en el plano espiritual es imposible.
Ponerse de acuerdo en cosas pequeñas, tal vez sin importancia, es cada vez más difícil. La relación se va minando.
Pueden provocar infidelidad, divorcios y frigidez.
Métodos naturales de regulación de la fertilidad.
El varón y no solo la mujer, está obligado a conocer la sexualidad femenina, sus ritmos y ciclos. Cuando los esposos se unen en un período infértil, no rompen el vínculo entre unión y procreación. Cada uno de ellos, realiza perfecta y limpiamente el acto conyugal, pero es la biología la que no colabora con ellos hacia una nueva vida. Es lo mismo que cuando se unen sabiendo que uno de ellos es estéril: la unión es legítima porque ellos no pusieron la esterilidad.
La abstinencia conyugal por otros bienes.
Amar es entregarse y toda entrega amorosa, si es de un amor verdadero irá acompañada de un cierto tipo de renuncia. En los métodos naturales, hay renuncia al acto conyugal en unos días determinados por el bien de la mujer (su salud), la prole y toda la familia. La razón humana es guía y control de las pasiones.
Efectos de la planificación familiar natural contando con la sexualidad.
Unión muy profunda entre los cónyuges. Comprensión de las circunstancias temporales de uno de ellos. Crecimiento del amor verdadero, noble y limpio entre ellos. Paz interior.
Métodos de Planificación Familiar Natural.
Los más conocidos y con eficacia práctica son: el Billings; el Sintotérmico y el Mela.
El Billings 85% de eficacia.
El sintotérmico 97%.
El Mela 92.8 de eficacia
Del egoísmo a la generosidad.
El uso de los métodos naturales con mentalidad anticonceptiva sería un acto de egoísmo, pero el objeto mismo del acto no es repudiable. Por el contrario, los esposos pueden buscar el conjunto de condiciones que convierten en éticamente bueno el acto con el que presumiblemente tendrá lugar la concepción de una nueva persona.

domingo, 24 de junio de 2018

EL AMOR, UNA RESPUESTA A LOS VALORES



La belleza, la elegancia, la gracia y el encanto femenino son valores que suele poseer la mujer. Pero su mayor valor es su propia persona. Más claramente, su personalidad. Es también, su carácter, temperamento, capacidad comunicativa y sus emociones y capacidad afectiva, lo que le hace muy especialmente atractiva, y por consiguiente de un gran valor.
Así pues, del mismo modo que un buen campo, una buena tierra, recoge con placidez el agua y el sol, y ella responde devolviendo el bien recibido por medio de una excelente y rica floración y frutos. Igualmente, al contemplar el hombre, el tipo de mujer arriba señalado, su respuesta es caer en el encantamiento, y tras él, en el amor. Por eso, el encantamiento del amado está esencialmente unido al amor.
El amante ha comprendido que aquellas cualidades enumeradas en la mujer son valores. Valores que le llenan, le atraen, le llevan a ella. Ciertamente, al valor se le pueden dedicar varias respuestas afectivas: admiración, entusiasmo, agrado;  pero cuando el amor es fruto del valor, esta otra respuesta afectiva se da porque hay un bien que ha sido percibido.
El verdadero amor posee dos rasgos fundamentales: es unitivo y benevolente.
El amante aspira a la unidad, no sólo física, también personal y espiritual.
Y es benevolente cuando busca, quiere y logra el bien de su amada. Los italianos lo expresan muy bien: “Ti voglio bene”, dicen. Te quiero bien. En ese momento estamos ante el amor verdadero.
El proceso de la mujer hacia el hombre tiene algunas ligeras variaciones, pero en lo esencial, también ella, es atraída por las cualidades, los valores que va descubriendo y estimando en él.
Tanto en el caso del hombre ante una mujer y el de la mujer ante un hombre, y teniendo en cuenta las consideraciones apuntadas, se produce un fenómeno de gran trascendencia: el encuentro. ¿Qué es el encuentro?: “Vemos una cosa o persona, percibimos su modo peculiar de ser, su grandeza, su hermosura, su menesterosidad, y así sucesivamente; y enseguida, como un eco vivo, algo responde a ello en nosotros mismos, algo se pone alerta, se levanta, se despliega”. (R. Guardini)
En el amor, cada sujeto aporta algo suyo, lo mejor que posee. El amor pertenece al amado  no solamente por su belleza integral. Es más, abarca su persona real como tal. El amante entrega a la persona amada su corazón. Es la vida de Wesly en la Princesa Prometida.
Y por el contrario, la ausencia del amado, de la amada, es sufrimiento.  San Juan de la Cruz lo expresa hermosamente así:
“La dolencia de amor no se cura
sino con la presencia y la figura”.
(Cántico espiritual. Habla la esposa).

viernes, 22 de junio de 2018

ESTADIOS EN EL AMOR CONYUGAL




En el noviazgo, queremos al novio/a porque nos da la gana. En el matrimonio, queremos al cónyuge porque además, lo hemos prometido con un compromiso público y formal. En el momento del matrimonio ya no están dos. Acude Jesucristo y se inserta con los dos. Ahora, contamos con un hombre, una mujer, un principio encantador e ilusionante, el olvido de sí mismo y el gran deseo del bien del otro, y con todo eso y la preciosa ayuda divina, somos capaces de construir una familia de verdad.
Los estadios.
1.     Recién casados.  Las características más notables son:
A.    Amplio desarrollo de la afectividad.
B.     Deseo de agradar.
C.     Totalmente enamorados.
D.    Esmerada atención a los pequeños detalles.
E.     Mejorar sustancial en sensibilidad.
2.     El primer año.
Continúa el desarrollo de la afectividad.
Una creciente comunicación.
Trabajar para ensamblar familia y profesión.
Lograr una necesaria estabilidad económica.
Atender a una nueva familia: la de ella y la de él.
Elección de un modelo de vida conyugal.
Conciencia de que estamos en un camino vocacional.
Concretar las relaciones con Dios. Las personales y las familiares.
Surge, lentamente, la personalidad real de cada uno. Aceptación.
3.     Un  parón, para ver ¿Qué tal nos entendemos?
Sobre el fomento de  una amistad entrañable.
Hablar de todo. Evitar la rutina.
Respetarse siempre.
Ojo a un exceso de ordenador, tv, etc. Que nos impide la comunicación.
No se puede volver a la etapa anterior: él con sus amigos, ella con sus amigas.
4.     La llegada del primer hijo.
El primer embarazo.
Tener hijos pronto. Es importante por la edad y porque crece el amor.
La fecundidad es prueba de la presencia del amor divino en el amor humano.
Preparación del hogar.
Métodos de planificación familiar.
Educación del hijo.
Maduración en la vida cristiana.
5.     Más hijos.  Meses o años después:
Más hijos: generosidad grande.
Cuidar la convivencia entre hermanos.
Pensar y considera la elección del colegio de acuerdo con la idea que tenemos sobre la educación integral de los hijos.
Cuidar los hábitos educativos de los hijos.
Posibles cambios profesionales. Aparecen nuevas amistades.
6.     En la madurez.
Trato individualizado con cada hijo. Sea nuestro matrimonio como modelo de amor. Adaptabilidad en un tiempo nuevo. Conservar la ilusión de novios.
7.     La vida emocional en el matrimonio.
“Son muchos los que suelen quedarse en los estadios primarios de la vida emocional y sexual. Y las crisis matrimoniales frecuentemente se afrontan de un modo superficial y sin la valentía de la paciencia, del diálogo sincero, del perdón recíproco y del sacrificio”. (nº 41 de Amoris Latitia).

domingo, 17 de junio de 2018

EL MATRIMONIO CRISTIANO



No podemos privar al mundo de este don de Dios. Le estaríamos privando de los valores que podemos y debemos aportar.
Unión que es un sacramento. La unión amorosa, realizada en serio, con la expresión de entrega total de un hombre y una mujer para toda la vida (esto solamente es posible después del matrimonio, nunca antes), entonces, esa unión es noble, santa y buena.
La grandeza del acto sexual está confirmado por el propio Jesucristo que eleva el matrimonio a sacramento. No debemos olvidar que el propio Jesús de Nazaret acompañó a unos novios de Caná de Galilea en su boda. Él y su Madre, que también estuvo allí invitada, nos ofrecen un modelo del excelente inicio de una vida amorosa de acuerdo con los planes de Dios. Óptima cuestión  es pues, que a la hora en la que los novios se ponen a hacer la lista de sus invitados a la boda, cuenten con estas dos extraordinarios personas para que también asistan a la suya. Hacerlo, es de un gran acierto.
¿Qué aporta el matrimonio cristiano?
1. En primer lugar es una fiesta.
El amor debe ser festejado.
Queremos compartirlo con los seres queridos.
2. Es la demostración de que somos responsables.
Elegimos a otro/a para toda la vida.
3. Es una muestra de que yo valgo.
He sido elegido/a para toda la vida. (J. de Irala)
Una feliz convivencia con la persona elegida.
Una protección para los hijos: educación, legalidad,  etc.
Es un SIGNO  del AMOR DE DIOS.
La felicidad que proporciona hacer las cosas como Dios quiere.
Le ofrecemos nuestra ESPERA por Amor.
En él se transmite la vida.  (J. de Irala).
Cómo aman los esposos?
“El amor carnal de los esposos es icono del amor divino” (S. Juan Pablo II).
El hombre y la mujer tienen tiempos distintos en sus entregas íntimas.
Cariño y delicadeza en la relación íntima.
No al amor aburrido. Sí al amor ardiente.
¿Cuesta la castidad? Y la fidelidad y la hipoteca…
El amor es paciente, servicial, no tiene envidia, no hace alarde… goza con la verdad… todo lo disculpa, lo cree, lo espera, lo soporta. (1. Cor. 13, 4-7).
Escribe el Papa Francisco en la Exhortación Amoris Laetitia: “De ninguna manera podemos entender la dimensión erótica del amor como un mal permitido… sino como un don de Dios”. (Nº A. L. 152).
Unión cada vez más firme e intensa
El matrimonio incluye las notas propias de la pasión porque “no ha sido instituido solamente para la procreación sino para que el amor mutuo se manifieste, progrese y madure según un orden recto”. (Amoris Laetitia nº 125)

viernes, 15 de junio de 2018

ACTITUDES A EVITAR EN LA RELACIÓN CON TU NOVIO/A O CÓNYUGE




Sacar a relucir en cuanto llega él o ella,  aquello que molesta.
Remachar lo negativo que vemos en el cónyuge.
Evitar las expresiones fuertes y descalificadoras.
El autoritarismo. Y mirar sólo mi interés.
Y expresiones del tipo de:
Que sea la última vez.
Nada de lo que digo te parece bien.
Tú siempre quieres tener razón.
Contigo es imposible hablar.
Evitar comparaciones: “¡Eres como tu madre!”.
Y también superar:
La rutina en la conversación.
La monotonía y el aburrimiento.
El rencor. El rencor se rompe con el perdón.
Guardar la lista de agravios. La ira.
Refugiarse en el ordenador, en el móvil, en la tv, en la tableta, en la revista de corazón.
Facilitan la comunicación:
Evitar las discusiones innecesarias.
Poner buena cara. Es el semáforo.
Compartir algo juntos. Una afición o una tarea.
Ser flexibles con relación a los planes.
La sencillez. La humildad.
Rectificar.  Perdonar y saber pedir perdón.
Aceptar las limitaciones propias y las del cónyuge.
Mejorar el sentido del humor. Reír.
Ser sinceros. Transparentes.
Sugerir en vez de mandar. 
Con qué medio nos comunicamos
MEDIO                                                                                            ÉXITO
La palabra                                                                                         7%
El tono y el volumen de  la voz                                                      26%
Los gestos                                                                                        67%
La vida conyugal es un trabajo de artesanía, con el que hay que intentar sorprender, agradar y atraer.
Los esposos, con mucho sentido común, serán capaces de participar en los problemas del mundo y de las ideas.
Las situaciones en las que viven en los tiempos a los que pertenecen, deben ser  temas de sus conversaciones.
Qué efectos produce una buena comunicación:
Tal vez el más importante: el amor.
Nos enamoramos porque hubo una época en la que nos comunicábamos mucho.
De vuestra comunicación nació el amor.
La vida familiar es larga. Aparecerán: Desencuentros, discusiones. Fidelidad. Algunos sinsabores. Y sucesos muy agradables y placenteros.
Después de un enfado. Buscar la reconciliación. Lograr la reconstrucción de la amistad mediante el diálogo. Lo peor que puede ocurrir es que haya una ruptura en el diálogo sereno.
Ideas finales. Saber celebrar lo pequeño. No machacarse uno al otro. Acomodarse a las carencias que él o ella tenga. Compartir lo bueno que todos tenemos. Evitar los numeritos en público. Y saber que ver las cosas de modo distinto no es desunión, es complementaridad. Agradecer los detalles, no cargar las tintas con  las limitaciones del otro. Ayudarle a mejorar.

lunes, 11 de junio de 2018

LA AMISTAD EN LA RELACIÓN CONYUGAL




La amistad es el ingrediente más importante de un buen matrimonio. La amistad ayuda a la adaptabilidad.
Amistad es compartir pensamientos, deseos, sueños, temores, alegrías.
Para entendernos, comprendernos y conocernos.
Nos comunicamos para fortalecer los lazos afectivos y saber qué le preocupa esencialmente a ella o a él.
Darse tiempo para dialogar. Tiempo de calidad. Escuchar con paciencia y atención. Y tener materia de qué hablar.
La familia está formada por personas y, como a todo ser humano, también sus miembros están sujetos a poder tener días azules y días grises, incluso algunos un poco negros.
Conviene dedicar un tiempo a conocer las emociones, a cómo controlarlas y desarrollarlas.
¿Qué reacciones producen, qué influencia tienen en la vida familiar, en la vida social y en el aprendizaje? Pueden producir placer o disgusto, y por lo tanto, afectan a nuestras conductas y comportamientos.
Las plantas necesitan sol y agua. Los animales, sol, agua y alimentación. Las personas, todo eso y afecto. El afecto también puede llegar por la comunicación. Saber escuchar. Saber dejar hablar al otro/a.

SABER ESCUCHAR.
Conductas que indican que no escuchamos:
    - Cruzar los brazos. Apartarse del cónyuge.
    - No responder a sus preguntas.
    - Tensión muscular o rigidez.
    - Expresiones verbales que indican que nos  hemos cerrado al diálogo. O los auriculares.

DOBLE COMUNICACIÓN EN EL MATRIMONIO.
En el matrimonio y con el acto sexual, expresamos vida y amor.
Hay pues una doble comunicación: verbal  y  sexual.
Novios que actúan como esposos, dificultan la comprensión tanto del matrimonio como del noviazgo. Son relaciones falsificadas.

EL BUEN DIÁLOGO.
Respeta las opiniones del otro/a.
Utiliza educación y buenas maneras.
Es delicado en el trato.
Procura crear ilusiones.
SEA TU CÓNYUGE EL NÚMERO UNO.
Conquístale/la cada día. Atiende a los detalles pequeños. Desvívete por él/ella. Se cariñoso/a.
Dile con frecuencia cuanto le amas.
No se mantiene con cosas materiales, sino con la amistad y la sintonía afectiva y espiritual de los cónyuges.
DIFICULTADES. La vida de las familias nunca ha estado libre de dificultades, de sucesos desagradables, de incomprensiones.  A veces de grandes angustias.
PRINCIPALES DESAFÍOS. Inmadurez afectiva; mentalidad antinatalista; falta de vivienda; el paro, un ambiente excesivamente permisivo, la ausencia de valores…

jueves, 7 de junio de 2018

EL MATRIMONIO: UNA RELACIÓN DE DONACIÓN



   EL MATRIMONIO: UNA RELACIÓN DE DONACIÓN  
El cuerpo humano es de varón o de  mujer para una relación de donación. Es una relación de darse al otro: es una relación de amor. Cada persona está hecha para dar y recibir amor.
“Ambos sexos están llamados por el mismo Dios actuar y vivir conjuntamente. La persona entera es varón o mujer, su masculinidad o feminidad abarca todo su ser.  “La unión sexual, vivida de modo humano y santificada por el sacramento, es a su vez camino de crecimiento en la vida de la gracia para los esposos. Es el misterio nupcial”. (Amoris Laetitia nº 69).
“El encuentro sexual entre un varón y una mujer es la expresión más real, profunda y hermosa que se puede dar entre dos personas que se aman, con un amor que compromete su vida entera en un proyecto común y único. La relación sexual es manifestación placentera de la donación incondicional de los esposos y en ocasiones se encarna en un hijo. Debe basarse en el afecto, la confianza y el respeto mutuo”. (J. de Irala: Sexualidad, vida y salud).
El hombre crece y se enriquece en la convivencia, afectividad y sexualidad con su esposa. Y la mujer, igualmente, crece y se enriquece en la convivencia, afectividad y sexualidad con su marido. Es la complementaridad de los sexos la que logra una mayor plenitud en humanidad.

El sendero del amor. Cuatro dimensiones.
1ª. Atracción entre hombre y mujer. Hay una orientación hacia lo físico. Aparece el impulso sensual que se dirige hacia el placer de la sexualidad.
2ª. La sensualidad origina las emociones y los sentimientos. Al impulso sexual ha unirse el afecto y el cariño por el amado/a. En este momento, hombre y mujer alcanzan un mundo común.
3ª. Ahora, descubren el valor personal del otro/a. Se ama a la persona por lo que ella es. Aquellas dos vidas se han convertido en una. El sufrimiento, el bien y la ayuda al otro/a, se convierten en más importante que lo mío.
4ª. La gran dignidad de la persona amada, se reconoce y se mantiene aún ante las adversidades por el nexo que hay entre el amado y Dios-Padre, fuente del amor.
LO NATURAL:
Las caricias.
Mantenerse atractivos/as.
Respetarse y ser educados incluso en la cama.
LO ANTINATURAL:
Usar las caricias solamente como preludio del acto sexual.
Manifestar el amor solamente durante el acto sexual.



domingo, 3 de junio de 2018

LA AUTOESTIMA EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA




Su problema fundamental, según Erikson (1963), es la búsqueda de la propia identidad.

Contribuyen a la consecución de una autoestima personal:

- la maduración física. Las transformaciones somáticas y las preocupaciones que ellas le acarrean.
- la evolución de su vida escolar sobre pautas de rendimiento.
- mayor autonomía respecto a la comunidad familiar.
- fuerte dependencia de la pandilla.
- su carácter inestable en lo referente a las relaciones sociales, vocación profesional, intereses, aspiraciones.
- el yo social cobra especial importancia.
- saber confiar en "el otro": el adolescente que no tiene un individuo en quien confiar, puede llegar a ser un chico de extraña personalidad.

Estas característica suelen originar que el adolescente de hoy, sea distinto al de ayer y al de mañana.

El adolescente que ha desarrollado un autoconcepto positivo, se enfrenta con los problemas de la adolescencia con más seguridad y se acerca bien preparado a una correcta madurez. El conocimiento de sus mejores capacidades será su punto de apoyo fundamental, que él utilizará muy bien.

Ahora bien, junto a estas pautas de evolución del autoconcepto según la edad y las etapas escolares, hay que tener en cuenta que su estabilidad es una de sus propiedades más importantes. Efectivamente, la mayor parte de los investigadores están de acuerdo en esta gran estabilidad y que por lo tanto, los cambios que experimenta son pocos, ligeros, suaves y muy duraderos. Sin embargo, una acción o información externa de importante relieve puede producir modificaciones al conjunto de percepciones que antes se tenía, dando lugar a un autoconcepto distinto al anterior, porque ha incorporado algo de él. Pero en general, el autoconcepto es muy estable y poco variable, la resistencia a cambios es muy fuerte.

Esta estabilidad es un signo positivo, es manifestación de salud mental. Es más, si el autoconcepto sufriese frecuentes variaciones, seríamos tan  cambiantes como el adolescente y con tan poca seguridad como él.