jueves, 7 de junio de 2018

EL MATRIMONIO: UNA RELACIÓN DE DONACIÓN



   EL MATRIMONIO: UNA RELACIÓN DE DONACIÓN  
El cuerpo humano es de varón o de  mujer para una relación de donación. Es una relación de darse al otro: es una relación de amor. Cada persona está hecha para dar y recibir amor.
“Ambos sexos están llamados por el mismo Dios actuar y vivir conjuntamente. La persona entera es varón o mujer, su masculinidad o feminidad abarca todo su ser.  “La unión sexual, vivida de modo humano y santificada por el sacramento, es a su vez camino de crecimiento en la vida de la gracia para los esposos. Es el misterio nupcial”. (Amoris Laetitia nº 69).
“El encuentro sexual entre un varón y una mujer es la expresión más real, profunda y hermosa que se puede dar entre dos personas que se aman, con un amor que compromete su vida entera en un proyecto común y único. La relación sexual es manifestación placentera de la donación incondicional de los esposos y en ocasiones se encarna en un hijo. Debe basarse en el afecto, la confianza y el respeto mutuo”. (J. de Irala: Sexualidad, vida y salud).
El hombre crece y se enriquece en la convivencia, afectividad y sexualidad con su esposa. Y la mujer, igualmente, crece y se enriquece en la convivencia, afectividad y sexualidad con su marido. Es la complementaridad de los sexos la que logra una mayor plenitud en humanidad.

El sendero del amor. Cuatro dimensiones.
1ª. Atracción entre hombre y mujer. Hay una orientación hacia lo físico. Aparece el impulso sensual que se dirige hacia el placer de la sexualidad.
2ª. La sensualidad origina las emociones y los sentimientos. Al impulso sexual ha unirse el afecto y el cariño por el amado/a. En este momento, hombre y mujer alcanzan un mundo común.
3ª. Ahora, descubren el valor personal del otro/a. Se ama a la persona por lo que ella es. Aquellas dos vidas se han convertido en una. El sufrimiento, el bien y la ayuda al otro/a, se convierten en más importante que lo mío.
4ª. La gran dignidad de la persona amada, se reconoce y se mantiene aún ante las adversidades por el nexo que hay entre el amado y Dios-Padre, fuente del amor.
LO NATURAL:
Las caricias.
Mantenerse atractivos/as.
Respetarse y ser educados incluso en la cama.
LO ANTINATURAL:
Usar las caricias solamente como preludio del acto sexual.
Manifestar el amor solamente durante el acto sexual.



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