domingo, 17 de junio de 2018

EL MATRIMONIO CRISTIANO



No podemos privar al mundo de este don de Dios. Le estaríamos privando de los valores que podemos y debemos aportar.
Unión que es un sacramento. La unión amorosa, realizada en serio, con la expresión de entrega total de un hombre y una mujer para toda la vida (esto solamente es posible después del matrimonio, nunca antes), entonces, esa unión es noble, santa y buena.
La grandeza del acto sexual está confirmado por el propio Jesucristo que eleva el matrimonio a sacramento. No debemos olvidar que el propio Jesús de Nazaret acompañó a unos novios de Caná de Galilea en su boda. Él y su Madre, que también estuvo allí invitada, nos ofrecen un modelo del excelente inicio de una vida amorosa de acuerdo con los planes de Dios. Óptima cuestión  es pues, que a la hora en la que los novios se ponen a hacer la lista de sus invitados a la boda, cuenten con estas dos extraordinarios personas para que también asistan a la suya. Hacerlo, es de un gran acierto.
¿Qué aporta el matrimonio cristiano?
1. En primer lugar es una fiesta.
El amor debe ser festejado.
Queremos compartirlo con los seres queridos.
2. Es la demostración de que somos responsables.
Elegimos a otro/a para toda la vida.
3. Es una muestra de que yo valgo.
He sido elegido/a para toda la vida. (J. de Irala)
Una feliz convivencia con la persona elegida.
Una protección para los hijos: educación, legalidad,  etc.
Es un SIGNO  del AMOR DE DIOS.
La felicidad que proporciona hacer las cosas como Dios quiere.
Le ofrecemos nuestra ESPERA por Amor.
En él se transmite la vida.  (J. de Irala).
Cómo aman los esposos?
“El amor carnal de los esposos es icono del amor divino” (S. Juan Pablo II).
El hombre y la mujer tienen tiempos distintos en sus entregas íntimas.
Cariño y delicadeza en la relación íntima.
No al amor aburrido. Sí al amor ardiente.
¿Cuesta la castidad? Y la fidelidad y la hipoteca…
El amor es paciente, servicial, no tiene envidia, no hace alarde… goza con la verdad… todo lo disculpa, lo cree, lo espera, lo soporta. (1. Cor. 13, 4-7).
Escribe el Papa Francisco en la Exhortación Amoris Laetitia: “De ninguna manera podemos entender la dimensión erótica del amor como un mal permitido… sino como un don de Dios”. (Nº A. L. 152).
Unión cada vez más firme e intensa
El matrimonio incluye las notas propias de la pasión porque “no ha sido instituido solamente para la procreación sino para que el amor mutuo se manifieste, progrese y madure según un orden recto”. (Amoris Laetitia nº 125)

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