miércoles, 29 de mayo de 2019

EL AMOR EN EL CINE



Desde los primeros años del cine, el amor ha estado presente en las películas. A veces, hasta cuando en el guion no parecía necesario. Pero se incluía algunas escenas románticas porque atraía a una cierta parte de espectadores.

Ya en 1946 se estrena “Qué bello es vivir”, que además del amor humano entre hombre y mujer, George Bailey, el protagonista, expresa amor por toda su comunidad de vecinos.

Después, bastantes años después, por lo tanto ahora, junto a  los decenios que nos han precedido, nos han ofrecido un deterioro del amor en las películas, cambiándolo por lo que más propiamente podemos llamar pasión.

Pero como el tema es muy amplio, me voy a ceñir a cuatro películas próximas a nuestra actualidad. En ellas, para conocer el sentido que se le ha dado al amor, pondré el foco especialmente en la declaración de los afectos. Con este simple ejercicio, pretendo examinar la fuerza del amor en esos cuatro films.

Comienzo con “Orgullo y prejuicio”. Al ofrecernos una historia típica del siglo XVIII, la familia Bennet, nos encontramos con el enamoramiento de Darcy y Elizabeth y de Bingley y Jane.  La declaración de Darcy es barroca, es lo usual en aquel siglo, y le dice a Elizabeth: “Le amo ardientemente. Le ruego que acepte mi mano. Mi afecto y mis deseos no han cambiado. Si sus sentimientos han cambiado, ha embrujado usted mi cuerpo y mi alma, y la amo y nada podrá separarme de usted”. Este tipo de proposición, creo que hoy no se practica. Es demasiado larga y actualmente todo es breve y rápido y sin embargo a menudo no es mejor.

Después me enfrento con “Notting Hill”. Y aquí hay una notable novedad, es Anna Scott, la protagonista, la que se pronuncia abierta y directamente: “Aquí está una chica -le dice- delante de un chico, deseando que la quieran”. Siento cierta predilección por el lenguaje que utiliza Anna para ofrecerle a William un compromiso. Es un corazón que pone de manifiesto sus afectos con absoluta sencillez. Es una actitud simple y franca que cae bien, enamora.

La tercera película es “Cartas a Julieta”. Aquí, según mi opinión, encuentro a un personaje que pronuncia una frase radiante. Dice: “Este beso es un homenaje al amor”. No me atrevo a añadir nada más.

Pero es en la cuarta y última película que comento, donde creo haber encontrado la plenitud del amor. O mejor, como dice el propio Westley, el amor verdadero. El mismo que el premio Nóbel, Octavio Paz, lo justifica así: “Cada vez que el amante dice: Te amo para siempre, confiere a una criatura efémera y cambiante el atributo divino de la inmortalidad”. Esto es lo que afirma Westley a la bella Buttercup: “La muerte no acaba con el amor. Lo único que puede hacer es demorarlo”. Ya se ha comprendido que me estoy refiriendo a la película "La Princesa prometida”.

viernes, 24 de mayo de 2019

RAZÓN, FE Y FILOSOFÍA EN EL PENSAMIENTO DE JULIÁN MARÍAS



Julián Marías fue uno de los grandes filósofos españoles del siglo XX. Veamos sus diez conclusiones sobre la relación de la fe y la filosofía:
1. Julián Marías muestra la racionalidad de la Fe con argumentos filosóficos.
2. La persona, innovación radical de la realidad tal y como Julián Marías la concibe, no se puede reducir a realidades dadas. Es nueva y de la nada, “ex novo” y “ex nihilo”. Por tanto, hay un acto de creación, el hombre es una creatura.
3. La perspectiva cristiana ha influido en creyentes y no creyentes, reconociendo el acontecimiento cristiano como el más importante de la historia de la humanidad. Por ello, se habla de “antes” y “después” de Cristo.
4. Tenemos argumentos filosóficos para poder decir que la Creación es intelectualmente entendible. ¿Por qué la segunda re-creación de la carne, “la resurrección”, con el mismo argumento no es posible? Sería la segunda innovación radical de la realidad.
5. El interior de la persona es fuente de sabiduría. No todo viene de los sentidos, si no que la realidad única e irrepetible de cada hombre, tiene que ver con la novedad creadora que hay en la misma persona.
6. El concepto de razón “aprehensión de la realidad en su conexión”, permite adentrarnos en el pensamiento que Marías recoge de Unamuno “si yo tengo sed, en algún lugar tiene que haber agua”. La razón, diferenciada de la inteligencia, tiende a la búsqueda de la Verdad.
7. El cristianismo ha producido una herencia cultural en todos los ámbitos. Tenemos que proponer a todos esta realidad, para que nadie pueda decir que no se le comunicó la razón de la Esperanza Cristiana en la vida perdurable.
8. La libertad que al hombre le ha sido dada, le permite no ser reducible ni a genética, ni al medio ambiente, ni tan siquiera a su Creador, al que le puede decir que no. El concepto de persona no sólo es “qué soy yo”, sino “quién soy”. Distinguiendo lo biológico de las distintas y posibles trayectorias biográficas.
9. El cristianismo, desde las Sagradas Escrituras, Santos Padres, filósofos y teólogos, ha contribuido a ser la religión del diálogo permanente de la fe con la razón: el logos sustituye al mito.
10. La estructura empírica que Marías constituyó, nos lleva en su Antropología metafísica al planteamiento radical de Dios. Estas categorías filosóficas hacen comprensible que el hombre necesite adentrarse en Dios, en su origen que es Dios, para entenderse a sí mismo.
En ReL 23 mayo 2019.


lunes, 20 de mayo de 2019

EL POLÍTICO LÍQUIDO




Continuando con las diversas situaciones y sujetos que optan por la fluidez, por adaptarse a todo o a casi todo con tal de conseguir su objetivo, hoy toca hablar del político líquido, tan abundante en este periodo del siglo recientemente estrenado.
El político líquido no tiene convicciones seguras. Él va de norte a sur, o de este a oeste, o del frío al calor, o de la derecha a la izquierda. Igual puede vivir en la cultural Salamanca o en el rural Baterno. Todo es posible para él porque su capacidad de adaptación es enorme. Es lo más opuesto al político sólido, que también existe, aunque en mucho menor número. Este, se mueve en los Polos o en el Ecuador, y no abandona sus convicciones. Para el líquido, solo hay una meta inexorable: el poder y el dinero, cueste lo que cueste. O sea, que si hay que vender principios que defendía en la primera decena de este siglo para conseguir su meta, se venden y paz, que por cierto no es la paz verdadera.

Su modelo o prototipo es el rey Enrique de Borbón IV, de Francia, que acuñó la frase que se le atribuye: París bien vale una misa”. Pretendiente hugonote (protestante) al reino de Francia, que eligió convertirse al catolicismo para poder reinar. Desde entonces viene utilizándose con el sentido de la conveniencia de establecer prioridades: es útil renunciar a algo, aunque sea aparentemente muy valioso, para obtener lo que realmente se desea. También en el sentido de afear la falta de sinceridad o de convicciones.

¡Qué distinto, es verdad, a Sir Tomás Moro! (1478 - 1535) Político y humanista inglés. Procedente de la pequeña nobleza, estudió en la Universidad de Oxford y accedió a la corte inglesa en calidad de jurista. Su experiencia como abogado y juez le hizo reflexionar sobre la injusticia del mundo, a la luz de su relación intelectual con los humanistas del continente. Desde 1504 fue miembro del Parlamento, donde se hizo notar por sus posturas audaces en contra de la tiranía.

Enrique VIII, atraído por su valía intelectual, le promovió a cargos de importancia creciente: embajador en los Países Bajos (1515), miembro del Consejo Privado (1517), portavoz de la Cámara de los Comunes (1523) y canciller desde 1529 (fue el primer laico que ocupó este puesto político en Inglaterra). Ayudó al rey a conservar la unidad de la Iglesia de Inglaterra, rechazando las doctrinas de Lutero; e intentó, mientras pudo, mantener la paz exterior.

Sin embargo, acabó rompiendo con Enrique VIII por razones de conciencia, pues era un católico ferviente. Moro declaró su oposición a Enrique y dimitió como canciller cuando el rey quiso anular su matrimonio con Catalina de Aragón, rompió las relaciones con el Papado, se apropió de los bienes de los monasterios y exigió al clero inglés un sometimiento total a su autoridad.

Su negativa a reconocer como legítimo el subsiguiente matrimonio de Enrique VIII con Ana Bolena, prestando juramento a la Ley de Sucesión, hizo que el rey le encerrara en la Torre de Londres (1534) y le hiciera decapitar al año siguiente. La Iglesia católica lo canonizó en 1935.


lunes, 13 de mayo de 2019

RAFA NADAL Y LA IGUALDAD




Durante años las aventuras de Zipi y Zape, de Mortadelo Y Filemón, de Asterix y Obélix, de Tintín y Popeye y de otros más, nos ofrecían todos ellos algo común: diversas situaciones de “bollo”. Pero desde hace unos meses el “bollo” se ha generalizado en un difícil problema: la igualdad. Periodistas y algunos escritores, han entrado en la palestra y ahí continúan.
Últimamente ha intervenido Rafa Nadal. Los periodistas han aprovechado que ha estado jugando en el Mutua Madrid Open para conseguir sus palabras sobre tan palpitante cuestión. Y Rafa Nadal ha hablado: “En algunas cosas ganarán más las mujeres y en otras los hombres, pero se tiene que ganar más o menos no por ser mejor, no por ser hombre o ser mujer. Sino por los méritos y por lo que generas. No sé en qué se basa la desigualdad en el fútbol, el baloncesto o el modelaje. Por qué ganan más las mujeres en el modelaje que los hombres. A veces hacemos preguntas capciosas en los que se busca polémica".  Aclaró el número dos del mundo.
Y ¿qué es la igualdad?, me pregunto. Conozco la igualdad absoluta que es la siguiente:  2x-6 = 4. Es una igualdad sola y únicamente si se cumple una condición: que x= 5. ¿Haber si la famosa igualdad va a precisar también de alguna condición?

lunes, 6 de mayo de 2019

NUEVO GOBIERNO, NUEVA LEY DE EDUCACIÓN



Se ha venido convirtiendo en costumbre que cada vez que hay un nuevo gobierno, una de sus primeras medidas, mejor dicho, su primera medida, es anunciar que promulgará una nueva ley de educación. En esta estamos otra vez y ya tenemos una buena cosecha de leyes de educación, de distintos gobiernos y en no muchos años. Es como si la evolución de nuestros niños, adolescentes y jóvenes estuviesen experimentando una vertiginosa fuerza centrífuga o centrípeta cada seis meses y hubiese que proporcionarles nuevas leyes protectoras ante esa loca evolución.

Sin embargo, todo puede ser razonable si estas leyes se apoyan en estudios y experimentos científicos realizados sobre la población educativa. Pero la impresión que se tiene desde el ámbito educativo es que tal condición parece que no se cumple.
Veamos qué se conoce según estudios y experiencias relacionados con la educación.

En varias Universidades de EE UU: Illinois, Berkeley de California, Pensilvania, Stanfor, Princeton, tras la experimentación de varios cursos, han demostrado tras concienzudos estudios e investigaciones, que en el rendimiento de los alumnos participan de una parte el CI, pero en los resultados de los exámenes también cuenta la fortaleza que ellos tienen, es decir, el carácter con el que se enfrentan al trabajo y a unas pruebas. Este es el caso de los graduados en el Kipp Tough College de N. Y., promoción de 2003. Obtienen el título universitario el 21% en ese año. Para los años siguientes, comienzan un plan de formación del carácter y en la Promoción de 2005, obtiene el título universitario, el 46%. Y en la promoción de 2007, consiguen título universitario, el 44%. Evidentemente, el plan de formación del carácter, que ha sido la única variable introducida en los estudios, proporciona un rendimiento más positivo.

Un apunte más: Los Premios Extraordinarios de Bachillerato que se dan en España. Un equipo de la UNED, realizó una investigación sobre los alumnos con PEB, convocatorias de 1998-99 y 1999-2000. Sus conclusiones fueron las siguientes: Proceden de clase media, y media-alta, de familias estables y maduras. Chicos que consiguieron hábitos de trabajo intelectual. Dedicaban sistemáticamente horas al estudio, con unos padres comprometidos. Amaban la lectura a la que dedicaban la mayor parte de su tiempo libre. Habían realizado estudios paralelos: Bachillerato Internacional; o música; o idiomas; o informática. Chicos en los que además de su capacidad intelectual, sobresalía en ellos una notable formación del carácter.

Si recopilamos los datos de esos estudios, obtenemos que una mejora en el rendimiento académico, posiblemente también en la vida personal, está conectada con la formación del carácter, conseguir hábitos de trabajo intelectual, dedicación sistemática al estudio, práctica de la lectura, un plan de estudios paralelos y pertenecer a familias estables y maduras.

Pues bien, si con esos factores se ha demostrado que la educación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes se sitúa en alza, ¿qué deberán hacer los legisladores? La respuesta es clara: dejarse de ideologizar y trabajar en el crecimiento y desarrollo de lo que ya por estudios y experiencias empíricas se conoce que es lo mejor para la educación.
¿Serán capaces de hacerlo?...