viernes, 30 de junio de 2017

CONOCE A TUS HIJOS: EL DISLÉXICO



Se conoce por chico disléxico aquel que teniendo una inteligencia normal posee incapacidad o dificultad para procesar debidamente los símbolos del lenguaje. Suele sufrir un retraso lector de 1 ó 2 años en relación con su edad cronológica y mental.

Entre el 6 y el 10% de la población escolar padece dislexia. Un gen del cromosoma sexto, parece ser que es el culpable de este síndrome.

Fácilmente es reconocido el disléxico puesto que junto a su incapacidad para la lectura, aparecen algún/os otros factores acompañantes:
* Problemas visuales y motores.
* Signos de ansiedad.
* Lateralidad mixta, dominancia cruzada.
* Retraso evolutivo de maduración.
* Hiperactividad.
* Inmadurez espacio-temporal y en el ritmo.
* Escasa atención.

El estudiante disléxico tiene una seria dificultad para su tarea, asentada como está fundamentalmente en el área verbal. Efectivamente, casi toda la trasmisión cultural se apoya  en esa área, y un débil desarrollo de la misma indicará poca capacidad para seleccionar y relacionar conceptos, razonar verbalmente, así como seria dificultad para la comprensión de vocabulario y de órdenes escritas.

Actitudes y acciones :
Ante el disléxico es preciso diferenciar el tratamiento en sí, cuestión que debe recaer fundamentalmente en el especialista y en el profesor de lengua del chico - recuperación perfectamente posible si se parte de un buen diagnóstico y correcto tratamiento que hoy ya existe-, y la actuación que padres y restantes profesores, sean de las asignaturas que sean, deben tener con él. Aquí nos referimos a esta segunda actuación.

El trato con el disléxico:
1. Presentarse con actitud tranquilizadora, comprensiva y amistosa. Hacerle notar que cuenta con nuestra confianza.
2. Aparecer siempre ante el chico como su estimulador y su apoyo. Ser su animador. Que él sienta que padres y profesores   están "cerca de él."
3. Reforzar cada acierto con un elogio proporcionado.
4. Basar toda la relación con el chico/a en esta ley educativa fundamental: todo progreso que es gratificado, iniciará una curva ascendente en ese aspecto.
5. Hablarle exigiéndole, pero con cariño en el tono.
6. Potenciar las actividades sobre diversos aspectos del lenguaje y las matemáticas que pueden y deben realizarse en clase. La densa actividad en cantidad y calidad es uno de los  mejores remedios para los alumnos con deficiencias y una ayuda valiosísima al desarrollo del pensamiento de los estudiantes normales.
7. Ayudarle a corregir sus errores y equivocaciones diciéndoles   o demostrándole lo que debería hacer.
8. Concretar y exponerle con mucha claridad que es lo que se quiere que haga. Asegurarse de que nos ha entendido correctamente.
9. Mejorar la seguridad del disléxico, eliminando suave y paulatinamente la pobre impresión que tiene de sí mismo. La autoestima mejora con trabajos que puede hacer y se le puede   premiar de algún modo.

10. EVALUACIÓN: Es importante que progrese según sus propias capacidades y que sea recompensado por ello. Valorar su  esfuerzo y trabajo. Suspender a chicos que presentan alguna alteración, que no son vagos, no es el mejor estímulo para apoyar el esfuerzo que realizan.
                              





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