viernes, 16 de marzo de 2018

LAURA BASSI Y ROSALBA CARRIERA



Científicas y artistas, mujeres claves en la Ilustración católica del s.XVIII

Ignacio del Villar / ReL13 marzo 2018
La Ilustración católica, bajo el amparo del Papa Benedicto XIV, apoyó la causa de la dignidad femenina, hasta el punto de considerarse Bolonia, en el norte de Italia, como “el paraíso de las mujeres”.
Cabe destacar que, al contrario que otro movimiento de la época, el jansenismo, los ilustrados católicos siempre estuvieron en comunión con el Papa y no emprendieron debates teológicos.
Deseaban transformar la Iglesia sin socavar los fundamentos que la sostienen, y les caracterizaba un humanitarismo cristiano basado en conjugar el ascetismo espiritual con la acción caritativa, convirtiendo el cristianismo en una fuerza que transforme la sociedad, en el sentido más puramente evangélico, de acuerdo con los postulados del futuro Concilio Vaticano II.
En línea con el movimiento de la Ilustración católica, varias mujeres alcanzaron una presencia notoria en la cultura europea. Destacaremos a varias de ellas:
La física Laura Bassi
A la temprana edad de veintidós años consiguió, animada por sus amigos y por apoyo del futuro Papa Benedicto XIV (entonces cardenal Lambertini), una plaza como profesora de Anatomía en la Universidad de Bolonia. Se casó con el físico Giuseppe Veratti y, aunque tuvo doce hijos, supo conciliar la familia con sus investigaciones sobre la electricidad, lo que atrajo a Italia el interés por esta ciencia, cuyo máximo exponente en Europa era el clérigo francés Jean Antoine Nollet.
De esta manera se sembró la semilla para que los científicos Alessandro Volta y Luigi Galvani se hicieran famosos una veintena de años después de su muerte. Además, en lo que se refiere a Galvani, Laura Bassi le apoyó durante su carrera científica.
También el sacerdote Lazzaro Spallanzani definió su vocación científica con la ayuda de Bassi. Spallanzani es el inventor de la inseminación artificial y descubridor de los glóbulos blancos, y Louis Pasteur lo describe como “uno de los más grandes experimentadores que ha habido en el mundo y una de las mayores glorias de Italia”. Por último, en 1776 Laura ganó la cátedra de Física experimental en Bolonia.

La pintora Rosalba Carriera
Esta mujer veneciana dejó una huella notable en la pintura del siglo XVIII. Se convirtió en uno de los principales exponentes del Rococó, caracterizado por el tono luminoso, el colorido y por un acabado delicado. Fue discípula de Watteau, el que popularizó este estilo.
Rosalba no se conformó solamente con aprender. También aportó ideas innovadoras, como la aplicación del pastel a este tipo de pintura. El pastel hasta entonces se dejaba para los bocetos y con su introducción en este estilo ganó enormemente en calidad y definición.
Su talento y su fama le llevaron a trasladarse a París, centro el arte de Europa, donde aportó mucho al arte del Rococó. La nobleza admiraba el talento de esta singular mujer y entre sus benefactores estuvo el mismísimo rey de Francia, Luis XV.


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