viernes, 29 de marzo de 2019

LA PAREJA LÍQUIDA



Hace unos días, en un concurso, le preguntaban a una concursante qué haría con el dinero si llegase a ganar el concurso. La chica respondió: “Haré un viaje a un país exótico con mi pareja”.
Pero la palabra “pareja” es un término, incierto, admite más de una interpretación. Pareja es el compañero tenista que participa en uno de los partidos de la Copa Davis. Es un jilguero con la jilguera, en libertad, o en una jaula, con una finalidad reproductiva, exactamente lo mismo ocurre con el león y la leona. También es pareja el conjunto de dos guardias civiles en una actividad de vigilancia y seguridad. Pareja es el compañero o compañera de baile. Y por supuesto unos novios y un matrimonio.
La pareja a la que probablemente se refería la concursante es la “pareja líquida”.  Zygmunt Bauman, insigne sociólogo polaco contemporáneo, habló y escribió extensamente sobre esta cuestión. Estos son algunos de sus libros: Modernidad líquida; Amor líquido; Tiempos líquidos; Generación líquida; Vida líquida, etc.
Lo líquido es la sustancia que se amolda perfectamente al recipiente que la recibe. Bien trátese del agua, el vino, la leche, el vinagre… El amor líquido, y probablemente también la “pareja líquida”, carecen de solidez. Los cuerpos sólidos no se adaptan a cualquier tipo de envase o recipiente. Y esta solidez es la que no tiene la modernidad líquida, ni el amor líquido, ni los tiempos líquidos. El amor real y verdadero, lo mismo que el matrimonio, opta por un compromiso formal, es decir, auténtico y sólido. Sin embargo, el amor líquido, hoy es un vivir juntos hasta ver qué pasa; o tomar como envase el matrimonio sin el compromiso de vincularme con la persona amada de forma estable, según la convención social o familiar. Los “envases” que permiten la situación líquida de la pareja humana son innumerables, y tienen como característica común no aceptar la permanencia duradera.
Será necesario para evitar equívocos detenernos un momento en lo que real y verdaderamente es el amor. Amor no es el amor físico, erótico, sino esencialmente “querer el bien para alguien” (Aristóteles). Los enamorados italianos lo expresan así: “Ti voglio bene”: te quiero bien. Sí, esto es amar: querer que el amado, la amada, reciban todo el bien que su cónyuge le pueda dar, porque amar a alguien siempre es dar. El hombre y la mujer están hechos para dar.
Lo que sí sabe la “pareja líquida” es que la actividad sexual proporciona una fuerte gratificación y equilibrio emocional y físico, pero nada de atarse a ningún tipo de convicción. Es ejercicio no encuentro. Y olvida, que esa actividad y convivencia pueden tener horas contadas. Las de que aquellas, en las que para ella o para él, aparezca otro ser más atractivo/a, simpático/a, personalidad más madura, incluso con un atractivo económico más notable. En concreto, la “pareja líquida” es más permisiva y carece de componentes religiosos.
Para que no quede duda sobre algo tan noble como el amor, prefiero unirme a cómo lo considera Shakespeare. Veamos su soneto LXVI:

“Fatigado de todo esto, invoco al descanso
De la muerte, viendo al mérito nacer mendigo,
Y la miserable nulidad rebosante de alegría, y
La más pura fe indignamente violada.

Y el dorado honor vergonzosamente mal colocado,
Y la castidad virginal brutalmente prostituida,
Y la justicia perfecta, en injusta desgracia,
Y el poder destruido por la fuerza coja.

Y el arte amordazado por la autoridad,
Y la tontería -en son doctoral- censurando el talento,
Y la ingenua lealtad mal-llamándose simpleza,
Y el bien, cautivo, sirviendo al mal, su señor.
Fatigado de todo esto, quisiera abandonar el mundo,
Si, al morir, no dejara solo a mi amor”.

Mercedes Salisachs, en “Entre la sombra y la luz”, nos presenta al matrimonio de Sergio, hombre orgulloso, vanidoso, egoísta e infiel, y a Juana, su mujer, una joven guapa, sencilla, amable y enamorada. Sergio ha muerto en un accidente y tras este suceso se produce el diálogo entre Juana y Patricio, íntimo amigo del matrimonio:
“-¿Por qué estás tan segura de que volverás a verlo? Sergio no creía en un Más Allá.
-         Pero yo sí. No olvides que cuando me casé con él me convertí en su mitad. ¿Recuerdas?: Dos personas en un solo cuerpo. Eso es lo que somos -continúa diciendo Juana-. Por eso si me salvo yo también él se salvará. Dios es misericordioso para permitir que únicamente la mitad de mí misma pueda alcanzar la felicidad eterna”.

domingo, 24 de marzo de 2019

LA CIUDAD


En la ciudad pasamos gran parte de nuestra vida. Conocemos sus calles, sus plazas, sus jardines, sus lugares públicos: bibliotecas, teatros, cines, museos… Ahí vivimos. Ahí buscamos y pasamos los ratos de ocio. Ahí trabajamos. Con un trabajo bien hecho, realizado con espíritu de servicio a los demás. Interesándonos por obtener el beneficio correspondiente, que ayude al mantenimiento de la unidad familiar.
En la ciudad tenemos nuestro hogar y nuestra familia. Con ella convivimos, cuidamos nuestros afectos, vivimos los tiempos libres -sin trabajos-, comemos. Como dice Papini: “Mi Giocondina viene para decirme que la mesa está puesta.  Entre nosotros, una a cada lado, las niñas. Dos veces al día, con la excusa de satisfacer el apetito, recomponemos el círculo de nuestro afecto; volvemos a encontrar los rostros amados… y para reconocer en ellos las huellas del sol, de la fatiga, del contento”.
En la ciudad nos conocemos. Nos hablamos. Surgen las amistades. Me conozco y conozco a otras personas. Comprendo que soy diferente a otros y una realidad irrepetible. Pero con necesidad de interlocutores, porque si me faltan, me encuentro con la soledad, sin amigos. Necesito una amistad auténtica, desinteresada. Esta relación de amistad me ayuda a conocerme mejor. La amistad es fruto de la estima hacia el amigo. Su gran enemigo es el egoísmo. Soy una persona que sufre, piensa y libre.
También en la ciudad nos masificamos y donde realizamos servicios y por supuesto los recibimos. En la ciudad encontramos en muchos momentos el amor y gastamos nuestra vida en el amor. Y en diversas circunstancias conocemos que el amor no se agota.
La ciudad nos proporciona jardines, pistas deportivas, zonas de recreo, en los que, con la familia y amigos, descansamos, nos fortalecemos y equilibramos el espíritu.
La ciudad es generosa y ofrece un templo, una iglesia, en donde podemos cultivar la amistad divina y enriquecernos como hijos de Dios.
Sin embargo, vivimos envueltos por sus ruidos. Echamos de menos el silencio, mientras nos acompañas las luces y las sombras.
Desgraciadamente, en la ciudad conocemos también la violencia. La natural: un terremoto, el desbordamiento de los ríos, un incendio… Y la violencia humana que tiene como signo propio el mal. Siempre que el hombre realiza violencia, lleva como condición el mal: la pelea, el robo, el crimen, la mutilación, la violación… Muchas veces será fruto de la inseguridad, el aislamiento, del miedo, del descontento, de una educación nociva y sufriente. Procede de seres humanos que se han criado inseguros, crispados, temerosos, agresivos, insatisfechos. Seres humanos que en sus primeros años y después, se desarrollaron sin conocer la ternura y el afecto desinteresado. Fueron creciendo en un ambiente de agresividad, de falta de respeto, de carencia en la educación de los valores y la educación en el amor y para el amor.
La ciudad está tan pegada a mi vida, a la vida de la mayor parte de los seres humanos, que bien vale un compromiso de dedicación a su mejora, en todos los ámbitos.

miércoles, 20 de marzo de 2019

LA ECOLOGÍA



La naturaleza nos ofrece una gran belleza. Ciertamente también hay ocasiones en las que se encabrita y entonces, nos presenta toda su dureza y dramatismo. Pero normalmente, la naturaleza ofrece serenidad, placidez, equilibrio, colores, sonidos bellos, panoramas muy hermosos.
La belleza de los ríos. El canto de las cataratas. Los valles y sus cañones. Las sierras. Los encinares, robledales y abetos. Los animales. La viveza de los pájaros y sus nidos. Las amplias praderas. Todo es una invitación a la contemplación y por eso, nos deleitamos ante el vuelo de un águila, la carrera de un zorro y el atolondramiento de un conejo.
A veces será surcar un río. Otras, escalar un monte. Y muchas otras más, el plácido paseo por el campo. Que cuando se realiza en agradable compañía, fomenta la amistad, los intereses comunes, el arrebato por lo que aún mucho hay que hacer. Todo transcurre ante el suelo y la bóveda de la naturaleza.
El medio natural  nos hace más humanos y en él crece la sensibilidad por su entorno y por su defensa.
Es de tal riqueza, que hasta hermosos, muy hermosos, suelen ser los cuentos en los que se nos narran la vida de los animales, de gnomos, de los pastores, de  los numerosos habitantes de los bosques.
Ciertamente, también la naturaleza tiene enemigos. La contaminación y no sólo la de la atmósfera, el efecto invernadero, la exterminación de especies, los ruidos que a veces le llegan y la legislación medioambiental que se mueve entre leyes positivas y protectoras y otras, en sentido contrario.
Es una obligación su defensa y un delicioso deleite su disfrute. Muchos enamorados podrían contarnos como fue en la naturaleza donde encontraron a la persona amada. Allí comprometieron su futuro ante la hermosura de unos ojos, la sonrisa de una imagen, las convicciones de un alma. Hizo bien Dios, instalando en la naturaleza a Adán y Eva. Y una pena, que no supieran aprovechar el encanto de aquel paraíso.

lunes, 18 de febrero de 2019

HUNGRÍA HABLA SOBRE LOS HIJOS



En Hungría las mujeres con 4 o más hijos no volverán a pagar impuestos: ambicioso plan natalista.   J.L. / ReL 18 febrero 2019.

Viktor Orbán ha colocado las políticas profamilia y en favor de la natalidad como una de las prioridades de su gobierno en Hungría. Lleva años intentando luchar contra la falta de hijos que impide el reemplazo generacional, y aunque ha logrado mejorar algo la situación ahora ha querido darles un impulso mucho mayor.

Uno de los elementos que explican la popularidad y el tremendo éxito electoral de Orbán en Hungría son precisamente sus políticas familiares. Si en 2010 la tasa de fertilidad se situaba en el 1,21 en 2017 ha aumentado hasta el 1,42. Su objetivo es llegar a los 2,1, tasa de reemplazo generacional, para 2030.

Para ello, la pasada semana lanzó una batería de medidas durante el debate del estado de la nación llevando las políticas natalistas a un punto que no se ve en el resto de países de la Unión Europea.

La propuesta más llamativa es que las mujeres que tengan al menos cuatro hijos quedarán exentas de por vida del impuesto sobre la renta.

Este “Plan de Acción de Protección a la Familia” incluye igualmente préstamos blandos, es decir, con muchas facilidades e intereses muy bajos, para que las familias que tengan al menos dos hijos puedan comprarse una vivienda.
Además, el gobierno húngaro dará después del nacimiento del segundo hijo 3.150 euros a la familia para el pago de la hipoteca, 12.580 tras el nacimiento del tercero y 3.150 euros por cada hijo a partir del cuarto.
También se podrán beneficiar de estas ayudas en los créditos preferentes las mujeres menores de 40 años que se casen por primera vez. En este préstamo a bajo interés de 31.500 euros una tercera parte de la deuda será perdonada cuando nazca un segundo hijo y se suspenderá totalmente después del nacimiento de un tercer hijo.
Por otro lado, el gobierno húngaro sabe que si se fomenta la natalidad las familias tendrán otro tipo de necesidades y por ello concederá una ayuda de 7.862 euros para poder adquirir vehículos más grandes, a partir de 7 plazas, para las familias numerosas a partir de tres hijos.
Orbán también anunció mayores inversiones destinadas al sistema de salud para complementar estas medidas profamilia así como la creación de 21.000 nuevas plazas en guarderías. Por otro lado, incluirán a los abuelos en los permisos de maternidad, y si son ellos los encargados de cuidar a los pequeños recibirán una paga por su trabajo hasta que éstos cumplan tres años.

viernes, 8 de febrero de 2019

EL PODER DE LA PALABRA














La palabra, tanto si es oral, escrita o pensada,  cuando es auténtica y real, tiene un importante papel en la comunicación, en la conducta, en la elaboración de las ideas y en la construcción de la propia personalidad. Mediante la palabra, nos entendemos, comprendemos y conocemos y fortalece nuestros lazos afectivos. Es necesaria para ponerse de acuerdo. Teniendo paciencia ante lo desconocido u oscuro.
A propósito de la palabra y de la idea, la filósofa judío-alemana, Hannah Arendt, que  trabajó como reportera cubriendo el juicio a Adolf Eichmann, el nazi que organizó el genocidio contra los judíos escribe en “La banalidad del mal”, refiriéndose al carnicero nazi, lo siguiente: “No era un estúpido; era, simplemente, un hombre que carecía de ideas (algo muy distinto de la estupidez) y esas falta de ideas lo había convertido en un individuo predispuesto a convertirse en uno de los mayores criminales de su tiempo. Y si esto es banal e incluso grotesco, si aun poniendo nuestra voluntad no conseguimos descubrir en él una profundidad diabólica o demoniaca, eso no quiere decir que su situación y su conducta fueran comunes. (…) Ese alejamiento de la realidad y esa falta de ideas pueden ser mucho más peligrosas que todos los instintos malvado que, quizá, sean innatos en el hombre”.
La palabra y las conexiones de unas y otras, construyen frases, que previamente se han originado en la mente, dando lugar a ideas nuevas o a recordar otras ya conocidas. Las ideas y los conceptos son necesarios en la vida humana.
Federico de Prusia visitaba la cárcel de Spandau y preguntaba a los presos la causa de su condena. Todos se declaraban inocentes, Sólo uno reconoció su delito y la justicia de su condena. El rey dijo entonces: “Un criminal como tú no debe estar entre tantos inocentes. Coge tu petate y vete: estás libre”.
La palabra cuando es correctamente utilizada, y conformada con la realidad, no olvidemos que la realidad es la verdad, ejerce  poder. Ofrece el ejercicio de humanizar al hombre, de facilitar el gozo de la vida.  Así lo entendieron los clásicos, cuyo seguimiento es tan favorable para el buen conocimiento.
Insisto sobre la verdad. La verdad es adecuación del entendimiento a lo real. La consecuencia es que debemos asegurarnos de que nuestros pensamientos se corresponden con la realidad. En este momento me viene el recuerdo de una entrevista que Solzhenitsy, escritor e historiador ruso, Premio Nobel de Literatura en 1970, crítico del socialismo soviético, que contribuyó a dar a conocer el Gulag, el sistema de campos de trabajos forzados de la Unión Soviética en el que él estuvo preso desde 1945 hasta 1956, concedió al The Times el veintitrés de mayor de mil novecientos ochenta y tres. Se expresaba así: “La meta de la existencia del hombre no es la felicidad, sino el crecimiento espiritual”.
Cuenta Plutarco que un célebre fisonomista, estudiando los rasgos de Sócrates, lo definió como entregado a la embriaguez, a la violencia y a los vicios más viles. Enterados los discípulos de Sócrates de aquella aseveración, quisieron matar al fisonomista por la ofensa, pero  el maestro los calmó diciendo: “Tiene razón este hombre: yo sería todo lo que él dice y más, si no me hubiera consagrado al estudio de la Filosofía, que me liberó y renovó”. Esta es la enorme importancia que Sócrates atribuía al estudio de la palabra y de las ideas.

Palabras e ideas que también son camino hacia el encuentro con la bondad y la belleza. Si las cosas bellas tuviesen el don de la palabra y de la idea, no dejarían de hablarnos, de preguntarnos, de orientarnos. Porque todo lo bello se da, se entrega a su admirador. 

lunes, 4 de febrero de 2019

JÓVENES, SOIS FUERTES


JÓVENES SOIS FUERTES
Es normal, que una sociedad sana atribuya una especial importancia al periodo de la juventud como una etapa clave de la vida de cada hombre. 
¿Qué podemos ver en el joven?
La riqueza de la misma vida. El primer objetivo será pues, el amor a la vida. Una vida que se forma y desarrolla para algo. También vemos un algo profundo y radical que quiere siempre el hombre y que se alcanza amando la vida. Una vida que transcurre aquí, en el mundo.
Vemos además, que un joven puede responder generosamente al amor y por eso, ama al mundo.
Y amar al mundo es amar lo más cercano que tenemos de ese mundo: los padres, los hermanos, la familia…, los amigos, los estudios, la profesión, la patria.
Amar al mundo es también amar lo defectuoso que encuentres en el mundo, para transformarlo. ¿Cómo? Con tu vida aplicada a lo bueno, a lo justo, a lo verdadero.
Amar al mundo es entregarse con ardor a la conquista del bien.
Entrega generosa, no egoísta, no para enriquecerse con poder o con lo material. La verdadera entrega digna de ser humana quiere un mundo mejor no sólo para mí.
Amar al mundo es vivir la propia situación concreta en la que estamos (familiar, profesional, etc.) implicándonos en ella para mejorarla y para convertirla en positiva.
Es un  periodo para crecer en sabiduría. Amor apasionada al saber: los libros, las clases, el estudio, la propia relación con el mundo, con la naturaleza, con las personas, son fuente de sabiduría. La estrecha relación del hombre con ese gran manantial de sabiduría que es la Sagrada Escritura, facilita también la sabiduría.
Con seguridad, ahí podrá encontrar la verdad, la bondad y la belleza de la vida. Te enseñará a usar la libertad.
Si es llamado a una vocación matrimonial –no es la única posible-, entonces la entrega del joven, deberá ser la de “comprometerse a construir en vuestro futuro familias sanas”. 
Naturalmente esto es posible hoy y lo será siempre, pero hay que poner los medios necesarios y precisos.
¿Hay algo más? Claro que sí. Es como si oyeras: trabaja en conseguir la virtud, los valores,  pelea en esa conquista. Es como si estuvieras oyendo a Séneca. O a Jesucristo, que también empleaba ese lenguaje.
¿Qué más? ¿Qué pide el mundo? “Los pobres claman justicia y solidaridad; los oprimidos exigen libertad y dignidad; los ciegos suplican luz y verdad”  ¿Cómo lo hacemos? “Dando testimonio con nuestra vida”
“Me habéis preguntado cuál es el problema de la humanidad que más me preocupa. Precisamente éste: pensar en los hombres que aún no conocen a Cristo, que no han descubierto la gran verdad del amor de Dios. Ver una humanidad que se aleja del Señor, que quiere crecer al margen de Dios o incluso negando su existencia. Una humanidad sin Padre, y por consiguiente, sin amor, huérfana y desorientada, capaz de seguir matando a los hombres  que ya no considera como hermanos, y así preparar su propia autodestrucción y aniquilamiento. Por eso, mis queridos jóvenes, quiero de nuevo comprometeros hoy a ser apóstoles de una nueva evangelización para construir la civilización del amor”. (Juan Pablo II en  Buenos Aires, 11-4-1987).
“Deseo que la juventud os dé una base robusta de sanos principios para que seáis siempre “”personas de conciencia””, personas que inspiran confianza.  (Juan Pablo II. Carta apostólica a los jóvenes, 31-3-1985).
“Toda persona afronta la vida con un desafío, el desafío de tener un objetivo, un destino y luchar por él. Lo contrario sería pasar la vida de modo superficial, perder la vida en la trivialidad”. (Manila, 14-1-95).
UNAS PREGUNTAS AL JOVEN.
1.        ¿Qué haces  o que puedes hacer para valorar más la vida?
2.        ¿Tienes un plan breve y concreto en la vida familiar, de amistad o de estudios, con el que intentas transformar un poco tu mundo particular?
3.        ¿Tienes afán de saber? ¿Lo concretas en algo: tiempo de estudio, de lecturas, de formación, etc.?
4.        ¿Utilizas diariamente la Sagrada Escrituras durante unos minutos? ¿Haces oración con ella?
5.        ¿Pones los medios necesarios para alcanzar una auténtica vocación  dentro de un futuro matrimonio o en el camino que Dios te pida?
6.        ¿Te esfuerzas para conseguir cada día algo más de virtud?

viernes, 1 de febrero de 2019

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO ACADÉMICO




Los resultados satisfactorios, el reconocimiento del buen hacer, la buena valoración de los trabajos, proporcionan posibilidades de un desarrollo positivo del autoconcepto. Del mismo modo que los resultados de fracaso escolar harán que el alumno desarrolle un autoconcepto académico negativo, y muy posiblemente, que también tenga un autoconcepto general negativo.
En general, puede afirmarse:
 Autoconcepto positivo: Buen rendimiento escolar (poniendo las condiciones necesarias a toda actividad escolar).
Rendimiento bueno o alto: Buen autoconcepto.
Autoconcepto negativo: Fracaso escolar.
Fracaso escolar: Autoconcepto negativo.
Al principio se creyó que el rendimiento es causa del autoncepto académico. Por ello, se pensaba que si se mejora el rendimiento, mejorará el autoconcepto. Así pues, el interés había que ponerlo en que mejorase el rendimiento de los alumnos. La operación docente primordial debería ser originar una mejora en el rendimiento poniendo para ello los medios y técnicas más adecuados. Enseguida vendría a continuación una notable mejora en el autoconcepto general.
Pero la mayoría de las últimas investigaciones han llegado a la conclusión de que "autoconcepto y rendimiento académico se influyen mutuamente, por lo que cambios en uno facilitan cambios en el otro" (González Torres. 1994).
Pero puesto que estamos hablando del rendimiento escolar, ¿qué significado tienen las notas escolares para padres y educadores?
• B •. Significado de las Notas Escolares.
Veamos una síntesis de los significados verdaderos y equivocados de las notas escolares para padres y educadores, según la obra de Lafourcade (1969) en su capítulo "Cómo mejorar el sistema de calificaciones".
SIGNIFICADO PARA LOS PADRES. ¿Qué deben significar las notas¨?
1. Una información valiosa para saber en qué materia sus hijos necesitan ayuda especial en casa.
2. Un indicador que puede ser considerado útil para estimular lo que el niño sabe hacer y no insistir demasiado sobre lo que es incapaz de realizar.
3. Uno de tantos sistemas de comunicación con la escuela.                  
¿Qué no deben significar las notas?
1. Un motivo de disgusto al no satisfacer sus expectativas frente a los valimientos personales de su representado.
2. Una oportunidad para poner en juego cuanto resorte exista para presionar al educador, a fin de que sus hijos reciban la nota que ellos suponen.
3. Una fuente de conflictos.
SIGNIFICADO PARA LOS EDUCADORES. ¿Qué deben significar las notas?
1. La estricta medición de lo que el alumno sabe en función de los objetivos determinados para el curso.
2. Un procedimiento comprensible y consistente.
3. Un medio de información que guarda la más alta objetividad.        
¿Qué no deben significar las notas?
1. La evaluación de otros rasgos, tales como dedicación, esfuerzo, etc. que le quitan validez a su cometido y generan confusión en quienes deban utilizarlas para ciertos fines.
2. Un instrumento disciplinario.
3. Un medio exclusivo para incentivar la tarea.
4. Un producto de su ecuación personal.
5. Un medio que desaliente a los menos dotados.
6. Un exclusivo instrumento de control.
7. Una barrera ante sus alumnos por no saber desempeñar con sensatez el papel de juez.
8. Uno de los tantos procedimientos empleados para lograr prestigio profesional.
Mediante la reflexión sobre sus apartados, debemos procurar que las calificaciones tanto para padres como para profesores, sean lo que deben ser y no sean fuente de angustia y creadoras de pobreza en la autoestima.