viernes, 17 de enero de 2020

MEMORIA DE ÁFRICA (Out of África)



Isak Dinesen cuenta en “Memoria de África” el pasaje siguiente:
“En una ocasión en la que Denys y yo habíamos estado volando, cuando aterrizamos en la meseta de la granja, se nos acercó un anciano Kikuyu y se puso a hablar con nosotros.

-       -  Fuisteis muy arriba hoy, dijo, no podíamos veros, solamente oíamos al avión cantando como una abeja.
Le confirmé que habíamos subido muy alto.
-         -¿Visteis a Dios? Preguntó.
-         -No, Ndwetti, dije, no hemos visto a Dios.
-        - Ajá, entonces no habéis subido lo bastante, dijo, pero entonces contadme: ¿creéis que seréis capaces de subir lo bastante como para verle?
-       -  No lo sé, Ndwetti, dije.
-     -  Y tú, Bedar, dijo volviéndose hacia Denys, ¿qué crees? ¿Subirás lo bastante en tu avión para ver a Dios?
-         -Realmente no lo sé, contestó Denys.
-         -Entonces, dijo Ndwetti, no tengo ni idea de por qué seguís volando los dos”.

En el fondo, el anciano Kikuyu es como si viniese a decir: nada de esos vuelos es importante. Podéis hacer cosas interesantes, pero no llegáis a lo fundamental.

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