lunes, 9 de abril de 2018

LA VOLUNTAD. METAS PERSONALES Y LA FORTALEZA

Autógrafo de la Quinta Sinfonía de Beethoven


Como el desarrollo de la fuerza de voluntad termina por proporcionar hábitos, son entonces importantes los esfuerzos en las pequeñas metas personales.
Primero una pequeña meta personal que debe ser lograda en un corto periodo de tiempo. Esta consecución propiciará la lucha para conseguir la segunda pequeña meta personal, y así sucesivamente. Metas que al llevar exigencia, hay que saber presentarlas atractivamente.
Las metas personales pueden estar referidas al horario, las técnicas de estudio, la memorización, la atención, a una materia determinada del plan de estudios, al orden, a la conveniente preparación del libro de texto, a la disposición ante un examen, a la constancia en una actividad, a la presentación de los trabajos, a la puntualidad, al aprovechamiento del tiempo, etc.
Este trabajo milimétrico en pequeñas cosas es lo que llevará al nacimiento de la voluntad.
Con estas pequeñas metas personales se vence la monotonía, la rutina, el aburguesamiento, la pereza...
Lógicamente tiene que ser un educador quien vaya acordando con el chico esas metas personales, y a quien éste debe presentar los resultados.

PROCEDIMIENTOS QUE PUEDEN EMPLEAR EL PROFESOR Y LOS PADRES PARA QUE LOS CHICOS SE OPTEN POR  PEQUEÑAS METAS DE MEJORA PERSONAL.
• Proponiendo una mejora en la calidad de los trabajos que tienen que realizar.
• Concienciarles que para que consigan una meta, aunque sea pequeña, exige pelea.
• Favoreciendo el desarrollo del disfrute en la realización de las tareas (motivación intrínseca).
• Reconocerles, valorarles y premiarles las metas alcanzadas
• Animándoles a que mejoren en docilidad mediante pequeños pasos.
• Que cada estudiante tenga un encargo personal en el aula y otro en su casa.
• Comenzar proponiéndoles tareas accesibles, que una vez realizadas, levanten el ánimo hacia otras.
• Ayudándoles a que "saboreen" la satisfacción que produce el deber cumplido.
• Con propuestas de tareas que se corrigen y califican.
• Proponiéndoles tareas razonables: apropiadas, claras, coherentes, necesarias.
• Que cumplan con exactitud su horario personal.

El desarrollo de la fortaleza.
La fortaleza implica perfección.
Es el hábito o disposición moral estable que capacita para obrar el bien (GER).
Es fuerza de ánimo. Mediante ella, la voluntad podrá seguir los dictados de la recta razón.
Su esencia no es vencer dificultades, si no en obrar el bien, en hacer que el hombre obre según la razón.
En un sentido amplio, es la disposición firme en el cumplimiento del deber.
Los actos propios de la fortaleza son:
- PASIVOS: resistir, soportar.
- ACTIVOS: atacar, emprender. Un buen emprender es precisamente el orden en la propia tarea.
Emprender y resistir son dos aspectos que ejercidos habitualmente, nos hacen crecer en fortaleza y madurez Hay mucha fortaleza detrás del orden del material de estudio, del orden en la habitación del estudiante, de la planificación del trabajo diario, del cumplimiento del horario, de la realización de las tareas escolares asignadas para el día, de la asistencia diaria a clase,...
Partes integrantes de la fortaleza son:
- la paciencia.
- la perseverancia-constancia.
- la confianza.
- la intensidad. Es decir, el grado de energía que se pone en una cosa. Es justamente lo más contrario a la pasividad.
- la profundidad. Lo cual supone ahondar en las cosas. Se aleja de la superficialidad. Se trata de buscar lo general y lo particular en cada situación, penetrar en toda la situación.
Hay que animar a los alumnos a crecerse ante la adversidad. Eso ayuda a madurar, a crecer en responsabilidad.
La fortaleza requiere además sobriedad, reciedumbre y orden.
Con los ejercicios de la fortaleza se está formando la voluntad.

PROCEDIMIENTOS QUE PUEDEN EMPLEAR EL PROFESOR Y LOS PADRES PARA QUE  LOS  ESTUDIANTES  MEJOREN  EN  FORTALEZA.
• Enseñarles a aprovechar el tiempo olvidando el adverbio "mañana".
• Valorar positivamente todo esfuerzo realizado.
• Procurando recuperar el tiempo perdido.
• Favoreciendo las actitudes de fortaleza ante lo adverso.
• Premiando los comportamientos y actitudes responsables.
• Castigando las conductas reprobables.
• Corrigiendo los errores.
• Procurar que durante el estudio y trabajo sean sujetos activos, con energía. Tiene energía el que emprende su tarea con decisión, ganas de hacerla bien y constancia.
• Ejerciendo una auténtica autoridad, es decir, pide cosas razonables y dá las órdenes con tranquilidad y firmeza.
• Animando a vencer el desánimo si se presenta; aceptar el desánimo es debilidad.
• Estimulando a que siempre se diga la verdad.
• Animando a trabajar sólo, puesto que es una clara señal de responsabilidad y de madurez.
• Procurando la rectificación de conductas incorrectas mediante los consiguientes actos de obediencia.
• Favoreciendo el desarrollo de la obediencia. Para ello comenzar por realizar con los alumnos, aquello que tal vez cuesta más hacer a ellos solos.
• Evitar las acciones paternalistas y autoritarias.
• Ejercer la autoridad en todo momento como un acto de servicio a los alumnos.
• Animándoles para que consigan la importante meta de sacar adelante su horario diario.
• Haciéndoles ver que un trabajo que costó esfuerzo estará bien hecho y tiene un gran valor para cada uno y para los demás.

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