El olvido es inevitable. La experiencia común es su mejor
testigo.
Whittaker (1971) enuncia las principales teorías que tratan
de explicar por qué olvidamos. Son:
A. La teoría
del desuso.
B. La teoría
de la interferencia.
C. La teoría
dinámica.
D. La teoría
de la Gestalt.
A. Teoría del desuso.
Olvidamos cuando no rememoramos ciertos recuerdos
periódicamente, o más aún, cuando el intento de aprender sólo fue un intento a
medias.
Las personas preocupadas por el aprendizaje tienen que estar
atentas a eliminar la realización de un estudio superficial: sirve para muy
poco y se olvida enseguida aquello que tan débilmente se adquirió.
B. Teoría de la
interferencia.
Algunos estudiantes piensan que olvidan porque ya transcurrió
algún tiempo de aquello. Pero el tiempo en sí, no es causa del olvido. Se
olvida más bien por interferencia.
Olvidamos porque el aprendizaje de nuevos datos interfiere
con el recuerdo de los antiguos. Lester (1932), descubrió que si los individuos
eran informados sobre los peligros de la interferencia con otros aprendizajes
subsiguientes, éstos recordaban con mayor eficiencia el aprendizaje original.
Un aprendizaje eficaz de algo, es el mejor remedio contra las interferencias.
Aprender algo superficialmente es olvidado enseguida, por simple desuso o en la
primera interferencia encontrada.
Los objetivos importantes de un plan de estudio habría que
elevarlos, tratarlos en un sobreaprendizaje para que sean difícilmente
olvidados.
Mc Geoch (1942) realizó importantes investigaciones sobre el
olvido y la interferencia, demostrando sus experiencias que la interferencia
siempre hace olvidar parte del aprendizaje conseguido.
La solución a las interferencias es el sobraprendizaje. El
contenido sobraprendido es menos susceptible de interferencia. Realmente lo
bien aprendido es más difícil de olvidar.
C. Teoría dinámica.
Según esta teoría, ciertos tipos de olvido dependen de las
variables motivadoras; por ejemplo, la ansiedad.
Hay motivos de ansiedad que son normales y mejoran situaciones
que por otra parte se esperan: el anuncio de un examen, etc.
Pero una ansiedad intensa, dificulta en general el
aprendizaje y favorece el rápido olvido: las tareas especialmente difíciles,
una competitividad excesiva, la premura en tener que terminar una tarea, la
previsible reacción violenta de los padres a un fracaso escolar, etc.
De todas formas Lynn (1971) demostró en un estudio realizado,
que los niños buenos en el trabajo escolar padecen este problema en muy bajo
grado.
Y también, considerar que el alumno se defiende en muchos
casos de la ansiedad pasando a una situación de pasividad, que como puede
comprenderse es muy negativa.
D. Teoría de la
Gestalt.
Afirma que las formas acompañadas del lenguaje significativo
se retienen mejor, luego por tanto, formas sin acompañamiento de un lenguaje
significativo son más fácilmente olvidas.
Desde luego lo que sí confirma la experiencia común es que en
el fenómeno del olvido existen varios grados.
La amnesia.
Un caso especial que cae dentro del cuadro clínico sobre la
memoria es la amnesia. Se denomina así a cualquier tipo de pérdida de memoria.
Hay agnosias, o incapacidad de reconocer el nombre de los
objetos.
Amnesias motrices o apraxias, u olvido de algunos movimientos
de coordinación motora.
Amnesias de fijación, o incapacidad de conservar nuevos
recuerdos.
Amnesias de evocación o dificultad de rememorar. La memoria es algo tan consustancial con un
sujeto, que la pérdida de ella, especialmente su pérdida total, significa la
pérdida de la identidad del sujeto. El individuo aparece sin saber quién es.
En cualquiera de los casos de amnesia, lo prudente es enviar
al chico a un especialista y así debe proponerlo el profesor a sus padres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario