viernes, 10 de febrero de 2017

LA ORGANIZACIÓN


Comienzo hoy con una serie de entradas dedicadas a la organización, especialmente referida  a la organización del trabajo y el estudio.

¿Qué es organizar?
Un sistema tiene que dividirse en unidades de organización, esas unidades o elementos contribuyen al mejor conocimiento o trabajo del sistema. Una cosa o actividad está organizada cuando las unidades  en las que se subdividió facilitan la comprensión o ejecución de ella.

En el estudio la organización es una valiosa ayuda para facilitar el procesamiento de una información recibida.

Al utilizar la organización en el estudio y en el trabajo escolar, el material se va clasificando y jerarquizando de acuerdo con el interés o la finalidad que el estudiante o el profesor han señalado. El sujeto que utilice esta estrategia agrupa la información y logra que su estudio y trabajo sean más aceptables y satisfactorios.

Ordenar es una actividad de preparación de algo para un fin. Al hacerlo así, el trabajo se convierte en un quehacer más inteligente.

En muchas ocasiones y al referirnos a cuestiones sencillas y ordinarias de la vida, solemos afirmar: estuvo muy bien organizado, o mal organizado, con lo que expresamos que la organización de asuntos repercute enseguida en la eficacia y agrado de los mismos.

El estudio y el trabajo escolar son operaciones complejas y por ello conviene organizarlos.

Desde el momento en el que el alumno entra en el colegio y en el aula percibe una organización. Se encuentra con horarios organizados; igualmente los materiales se han organizado a lo largo de la semana; irá conociendo como unas sencillas reglas indican el comportamiento para la convivencia escolar; dentro de la propia clase, multitud de pequeñas cosas están organizadas por el tutor, etc.

Organizar es probablemente algo tan antiguo como el hombre. En el siglo V a. de C., en la Escuela Pitagórica ya se habían organizado a los alumnos según el grado de iniciación e igualmente los preceptos purificadores fueron organizados en positivos (los que habían de hacer) y negativos o prohibitivos. Si continuamos con ejemplos a lo largo de la historia encontramos que entre los siglos VIII y X la enseñanza se ha organizado alrededor del Trivium (Gramática, Retórica y Dialéctica) y el Cuadrivium (Aritmética, Geometría, Astronomía y Música). La propia construcción de la frase tiene su organización.

Martín Alonso ("Manual del escritor", 1981) nos informa del orden clásico de los elementos en la frase, examinando el orden en la frase latina: "Algunas de las reglas generales se reducen a lo siguiente: 1º El sujeto va al frente de la frase. 2º La aposición se pospone al sustantivo. 3º El complemento nominal suele preceder al nombre. 4º El complemento directo suele preceder al verbo. 5º Los complementos indirectos y circunstanciales suelen ponerse delante del directo. 6º Los adjetivos y participios, si son descriptivos, preceden al sustantivo; los especificativos lo siguen. 7º Suelen juntarse los pronombres personales que se refieran a una misma persona. 8º Los demostrativos preceden al sustantivo y los indefinidos se posponen. 9º El verbo se coloca generalmente al final de la frase; otras veces separa palabras que debieran ir juntas. 10º Las preposiciones regularmente preceden al sustantivo; las conjunciones suelen encabezar la frase, y los adverbios se anteponen a la palabra."

Continuaré tratando de la organización en la siguiente entrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario