viernes, 3 de julio de 2020

LOS VALORES



En estos días en los que nuevamente he podido verme con los amigos y en breves tertulias de café, ha surgido de forma continua, la opinión sobre los valores. El sentir general que, he apreciado es la afirmación de la pérdida tan enorme de valores que sufre nuestra actual sociedad.

Aunque con motivo de la pandemia, hay valores que se han cultivado muchísimo más, sin embargo, parece cierto, que hoy no son apreciados y su ejercicio deja mucho que desear.

Los valores no importan por la calidad que proporcionan, si no que una vida humana sin valores no es una vida humana.

Y, ¿qué son los valores? Ya lo dijo Ortega: “Los valores son cualidades de las acciones, de las personas, de las cosas, que las hacen atractivas”. Así que cuando una acción o una persona o una institución, tienen un valor positivo, es atractiva, aquello es algo deseable; cuando tienen un valor negativo, es desagradable. Los valores nos ayudan a hacer un mundo habitable.

Siendo tan importantes, no hay plan educativo que no cuente y suscriba la necesidad de tratar los valores durante los años de la infancia, adolescencia y juventud, puesto que ellos van a dirigir en gran medida la conducta humana. Con estos supuestos ya nos imaginamos lo conveniente que es que los valores se definan y clarifiquen bien como primer paso. A continuación, los planes educativos deberán tratar cómo conseguir que esos valores sean estimados y asumidos, pues si estas dos últimas cuestiones no se logran en vano ha sido todo el trabajo anterior.

La primera operación, por lo tanto, es que el educando conozca los valores. Padres y educadores tendrán que ofrecerle en el desarrollo de la propia vida familiar y académica, diversas opciones. Conocer distintos valores, es una riqueza de la que no hay que privar a los chicos. Seguidamente hay que conseguir que algunos sean estimados e incorporados. Porque el valor no se tiene hasta que no comprobemos que está dirigiendo la vida de los chicos. Los valores asumidos aparecen en las acciones que realizamos. Son persistentes y permanecen inalterables antes las circunstancias agradables o adversas.

Voy a continuar en entradas siguientes de proponer planes para que los valores vuelvan a ser y a estar en nuestras vidas.

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