viernes, 4 de marzo de 2016

EL AMOR LÍQUIDO


         Zygmunt Bauman, autor del “amor líquido”, nació en Polonia y ha ejercido la docencia en las universidades de Leeds, en Tel Aviv, en London School of Economics y Varsovia. En 2010 le fue concedido, junto con Alain Touraine, el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

            Veamos su pensamiento sobre el “amor  líquido”.

  Con frecuencia nos encontramos con un amor humano que es capaz de amoldarse a cualquier situación, gracias a que es un amor líquido, fluido, capaz de adaptarse a nuevos recipientes. Nada por tanto de compromisos ni vínculos estables.

  El “amor líquido” se propone como una relación ágil, fluida, veloz, cambiante, con los sentimientos como principio absoluto. Se renuncia a encontrar en la relación amorosa algo más estable que la satisfacción sexual o afectiva. Uno vive su relación mientras es satisfactoria, pero cuando deja de serlo tiene la capacidad de abandonarla y buscar otra que le convenga más.

  Cuatro preguntas se nos presentan:

1.   ¿Se comprueba en la sociedad española la existencia del “amor líquido” en algunas  relaciones de noviazgo y matrimonio?

2.     ¿Son los sentimientos, afectos y emociones –tan importantes en una relación-, los ingredientes únicos del amor?

3.     ¿Son los afectos el criterio exclusivo de una relación amorosa?

4.   ¿Es posible según el “amor líquido”, llegar a percibir la intimidad de la otra persona en una relación?



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