viernes, 30 de agosto de 2024

LA FORMACIÓN DE LOS CIUDADANOS


 El progreso avanza cada día en nuestra vida con el trabajo de los hombres y las mujeres. Pero, en mi anterior artículo dije que en muchos países en los que impera la mentalidad progresista, en algún o algunos aspectos de sus políticas quebrantan aspectos importantes relacionados con la dignidad humana.

Véase el mapa de los países de América, de África, de Asia. También de Europa, porque también en el Viejo Continente se da este fenómeno.

En muchos de ellos el régimen político es la democracia. Pero la democracia no es en sí misma la gloria. ¡Ojalá lo fuera! Y lo más sorprendente es que esas democracias se sostienen por el voto de los propios ciudadanos. O sea, que los ciudadanos de esos países contaminados en la falta de respeto por la dignidad humana mantienen democracias que atentan contra su propia dignidad: ¡Tremendo, de verdad! 

Cierto que en muchos casos los ciudadanos ignoran lo que realmente ocurre. Pero ¿no es una grave falta cívica esa misma ignorancia?

Sugiero una vuelta apasionada a la clásica lectura: El ingenioso hidalgo, El alcalde de Zalamea, La última del cadalso, Los cuatro amores (Lewis), Carlos V (M. Fernández), Los árboles mueren de pie (A. Casona) Estudios sobre el amor (O. Gasset), El bosque animado (W. F. Florez), Señora de rojo sobre fondo gris (Delibes), El amor inteligente ( E. Rojas), La educación en un mundo líquido (Bauman), Tomás Moro (P. Ackroyd), Crimen y castigo (Dostoievsky). Momentos estelares de la humanidad (S. Zweig), Ética a Nicómaco (Aristóteles), Helena o el mar del verano (J. Ayesta), Quién es el hombre (l. Polo), El fin de la inocencia (S. Koch)…

La lectura, la buena lectura, descubre mentiras, nos afina en la verdad, nos da sólidos argumentos, nos proporciona seguridad.

¡Amigos: mejoremos nuestros criterios!

lunes, 26 de agosto de 2024

PROGRESISMO Y FRENTE POPULAR

En el periodo de los dos grandes dictadores de la URSS: Lenin y Stalin, había que lograr en países fuera de la URSS que la gente culta fuera “contracorriente”. Sin embargo, dentro de la URSS no era necesaria la existencia de una oposición puesto que la Revolución había triunfado.

En estos otros países se crearon clubes para aplaudir el cine soviético, el arte soviético y todo lo soviético. “Ce Soir” era el periódico estalinista de París.

Uno de los momentos especialmente importantes en la difusión de esa mentalidad maxista-comunista en Occidente, fue la creación de los Frentes Populares en diversas naciones. Los progresistas occidentales eran moldeados por el Frente Popular.

Así pues, resulta que el progresismo nació por la inteligente actuación del Frente Popular de cada país.

El activismo comunista no paró desde ante de la Segunda Gran Guerra, durante los seis años de la Guerra y después del final de la Guerra.

El progresismo sigue hoy muy activo en la cultura, en la economía, en la educación, en la filosofía, conservando en todas esas especialidades matices comunistas.

Naturalmente, no se puede ignorar la importancia del progreso en las ciencias y artes: en la ingeniería, en la construcción, en medicina, en agricultura, en física y química...Pero el progresismo es otra cosa, es una ideología. Un equipo de once jugadores se mueve continuamente en el mundo: nacionalismo, partidismo, comunismo, marxismo, liberalismo, capitalismo, socialismo, populismo, sincretismo, sindicalismo y progresismo. Todos ellos infringen algún o algunos aspectos relacionados con la dignidad humana.

Lo explicaré.

 

 

viernes, 23 de agosto de 2024

EL PROGRESISMO


 Finalizada con éxito la Revolución Rusa en 1917, Lenin optó por extenderla en Occidente.

El alemán Münzenberg sería la figura clave en Alemania. Su lugarteniente, Otto Katz, también alemán, trabajaría con el mismo fin en Estados Unidos.

El método de infiltración del comunismo en la sociedad era casi siempre el mismo: se creaba un problema social prefabricado, totalmente opuesto al régimen del pías elegido; las autoridades locales rechazaban el problema y el efecto era siempre la creación de manifestaciones y revoluciones en contra de la legítima autoridad. En ese ambiente de violencia y revolución se sembraba la ideología marxista-comunista.

Toda rebeldía debía ser apoyada. Era la consigna que la Internacional Comunista, también conocida por el Kominter, daba en 1930.

El medio que utilizaba Münzenberg era el de los “agentes influyentes”: simpatizantes elegidos especialmente, entre escritores, periodistas y artistas.

Como muestra tenemos a Lillian Hellman, escritora y amante de Ralph Ingersoll que, a su vez, fue patrocinador de publicaciones prosoviéticas en Nueva York y editor del periódico estalinista P. M. Lillian guiaba a Ingersoll en la publicación. Otras celebridades literarias que convivieron con el comunismo y con el Frente Popular, fueron: Ernest Hemingway, Thedore Dreiser, E. M. Foster, André Malraux[1].

Stalin continuó con la misma idea: “Europa tragará todo”, decía el dictador.

El éxito estaba en conseguir un buen número de “simpatizantes” con la ideología.

La palabra clave de hoy es “progresismo”. El ambiente progresista utiliza un método muy parecido al creado por Münzenberg. Te arrimas al progresismo y tienes multitud de puertas abiertas.

No te acercas al progresismo: disponte a pasar hambre: de amistades, de buenos contactos, de medios y de publicaciones que te den espacio para tus artículos, etc.

En otro artículo tendré que analizar y expresar qué es el progresismo. Que por cierto nació con la invención de la rueda, del hacha, de la trampa para la caza de animales, del fuego…

Volveré otro día.



[1] Stephen Koch. El fin de la inocencia. Galaxia Gutenberg. Barcelona 2024.