Llamada también, memoria a corto plazo. Es la que almacena
los conocimientos. Gracias a ella es posible la realización de tareas cognitivas.
Cuando salimos a realizar un encargo: visitar un supermercado,
por ejemplo. La ruta que hay que hacer ya está almacenada en el cerebro y la
memoria de trabajo la recupera y ejecutamos el trayecto necesario sin
equivocarnos.
Con la memoria de trabajo se resuelven muchos problemas.
Imaginemos que tenemos que ir al banco a resolver tres asuntos: sacar dinero,
hacer una transferencia y devolver un recibo que se pagó indebidamente. Las tres
operaciones las realizaremos ayudados de la memoria de trabajo.
Esta memoria nos permite manipular, organizar y trabajar la información
que recibimos a corto plazo. Flexibiliza la mente. La necesitamos para realizar
la secuenciación de números, contar leyendas a nuestros hijos y alumnos, jugar
al ajedrez y a otros muchos juegos.
Fomentarla, educarla es gran importancia para obtener buenos resultados
en misiones muy diversas.
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