Consecuencia de los numerosos estudios sobre la cognición, es
que lógicamente se producen unos importantes cambios en la forma de enseñar y
aprender. Cambios que se pueden apreciar en el esquema siguiente.
EL APRENDIZAJE.
ANTES.
PROFESOR. ALUMNOS.
Suministrador de conocimientos Elementos pasivos
AHORA.
Ayuda a conocer Elementos activos que participan en su conocer.
Ante un primer plano en el que estaban los contenidos y el
profesor, se piensa en la actualidad que ese primer plano debe estar ocupado
por el aprender a pensar, aprender a aprender. Como dice Reboul, "el
objetivo básico de la educación actual tendría que ser el formar hombres
capaces de pensar por sí mismos". Supuesto
que no indica ninguna modificación en los contenidos de las materias de
enseñanza, pero a través de ellas, se debe enseñar a pensar. Es poner una mayor
intensidad en cómo enseñar, tanto al menos, como el que se ha venido poniendo
en el que enseñar.
El alumno recupera un papel de protagonista de su propio
aprendizaje. Sus elaboraciones y actividades le conducirán a captar el sentido
de los contenidos. Algo que ya en el siglo XVI propugnaba Montaigne: "Pasar
de una escuela para saber a una escuela para pensar; porque vale más una cabeza
hecha que una cabeza bien llena". Sin contraposiciones, porque los
términos "saber" y "pensar" no son antagónicos, son
complementarios.
Dice la metodología cognitiva que lo esencial no es buscar
una renovación de los contenidos, sino de los procedimientos, para que con
estrategias de pensamiento y de trabajo intelectual potenciar la inteligencia
de los estudiantes.
Una
metodología que sustancialmente es: ACTIVA, PARTICIPATIVA Y COGNITIVA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario