Fiesta de
los “ramos”. Es una fiesta de paz.
La Iglesia recuerda la entrada de Jesucristo en Jerusalén
para consumar su misterio pascual. La procesión de los “ramos” recuerda que
somos peregrinos que caminamos con la vista en el cielo.
Sobre un borriquillo entra Jesús en Jerusalén. El Señor se
apoya en lo pequeño, en lo que parece que poco vale. Es una invitación a evitar
la autosuficiencia y la búsqueda del éxito antes que la gloria de Dios.
Los niños de Jerusalén le acompañan y le aclaman.
JUEVES SANTO.
Cena Pascual. Lavatorio de los pies. Humildad de Jesús.
Mandamiento nuevo. El amor. Institución de la Eucaristía y el
sacerdocio.
Noche de vela ante el Santísimo. Noche de oración.
Noche de amor: “Como el Padre me ha amado a mí, así os amo yo
a vosotros” (Jn. 15, 9). Noche de acción de gracias.
Amor y agradecimiento a la Eucaristía y a la Santa Misa.
VIERNES SANTO.
Día clave en nuestra Redención, en nuestra salvación. El centro
del día está ocupado por la CRUZ.
Día de dolor y de esperanza porque “me amó y se entregó por
mí” (Gal. 2, 20).
El Señor pasó por ser un malhechor para que nosotros seamos
santos.
La OBEDIENCIA de Jesús repara nuestras deslealtades.
Su HUMILLACIÓN repara nuestro orgullo.
Su MUERTE, es puerta abierta a nuestra santidad.
Es día de gran oración: por la Iglesia, por el Papa, por los
ministros del Señor, por los fieles, por los catecúmenos, por la unidad de los
cristianos, por los que no creen en Cristo, por lo gobernantes, por los
atribulados.
La Iglesia canta: “Mirad el árbol de la Cruz, donde estuvo
clavada la salvación del mundo”. Y nos
acercamos a adorar la CRUZ.
“Dolor de Amor. Porque Él es bueno.- Porque es tu Amigo, que
dio por ti su Vida.- Porque todo lo bueno que tienes es suyo.- Porque le has
ofendido tanto… Porque te ha perdonado…¡Él!... ¡¡a ti!!.- Llora, hijo mío, de
dolor de Amor”.
(Camino 436).
SÁBADO SANTO.
Silencio. El Señor está ausente. La Cruz sigue en alto. El
sepulcro está cerrado con una gran piedra.
Preparación de la Vigilia Pascual: fuego, luz, oración, el
agua, el Pregón Pascual. El Gloria.
La Virgen está en recogimiento y silencio: ora. Y si eres
atrevido, puesto que Ella será la primera que verá a Jesús Resucitado, te
puedes acerca a la Madre y contarle lo que quieres que Ella le diga a Jesús en
ese primer encuentro.
VIGILIA PASCUAL.
Noche de luz, del triunfo, del júbilo vibrante. Una alegría indescriptible se adueña de todo.
“Esta es la noche en la que, por toda la tierra, los que
confiesan su fe en Cristo con arrancados de los vicios del mundo y de la
oscuridad del pecado, son restituidos a la gracia y son agregados a los
santos”. (Pregón Pascual).
Noche en la que Jesús con su Resurrección, nos hizo a todos
hijos de Dios.
Esta noche, el día siguiente y todos los días del año, de
nuestra vida, se asientan en esta gran verdad: CRISTO VIVE.
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