jueves, 8 de mayo de 2025

LA ORACIÓN SEGÚN SANTA TERESA DE JESÚS


1.Tengamos una certeza perfecta: En la oración el Señor está con nosotros. Representársele y hablarle. Pero hablar con Dios y pensar en otras cosas es darle la espalda. Hay que buscarle dentro de sí porque Él está dentro de nosotros. Le miro y me mira. Mire él mis cosas y yo las suyas. El recogimiento es de gran importancia. El Señor pide soledad mientras los sentidos y las cosas van perdiendo su derecho. En el encuentro con sus Llagas, las abrace, las ame y las desee. Está tan necesitado que admite una pobre compañía. Todo cansa, todo fatiga, todo atormenta si no es con Dios o por Dios. Pongamos, pues, los ojos en contentarle y olvidémonos de nosotros. La oración es de gran provecho de las almas y es la puerta para entrar en Dios. Toda persona que hace oración es persona que sigue la voluntad de Dios. Todo es del Señor; en todo encuentro al Señor; en todo veo al Señor.

2. El Señor no se espanta de nuestras flaquezas y entiende nuestras miserias y caídas. Recoged el pensamiento y centrarlo en la presencia del Señor. Medios: El Bautismo del Señor, las tentaciones en el desierto, las Bienaventuranzas, la Misericordia de Jesús, la última Cena, la oración en el Huerto de Getsemaní, la traición de Judas, la compañía en el Calvario con Santa María… Escenas y más escenas de los evangelios: conocer y meditar los evangelios. Juntos andamos, Señor. Por donde fuiste voy, por donde pasaste he de pasar. Mucho se gana en padecer por Él y así imitamos a Nuestro Señor. Para estar con él es menester recoger los sentidos.

3. El buen siervo de Dios crece en deseos de no parar. Los santos convirtieron almas por su mucha oración. No es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia. Quien de veras ama a Dios, todo lo bueno ama, todo lo bueno quiere, todo lo bueno favorece, todas las virtudes abraza. Quien de veras ama a Dios no ama vanidades.

4. La unión con el Señor se va consiguiendo si nos olvidamos de nosotros por contentar a Nuestro Jesús y menospreciamos todas las cosas de la tierra. En esta amistad se le descubren al alma grandes verdades.

5. Jesús en el alma y el alma en Jesús. El alma está ya con el Señor y apenas se acuerda de ella misma. Toda la memoria se le va en contentarle y en cómo mostrarle el amor que le tiene.  

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Textos de los libros: Vida, Camino de perfección, Meditación sobre los Cantares, Las Moradas y Las Fundaciones.

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