El pudor es la salvaguarda de la intimidad. Una persona sin
pudor o con poco pudor, vende parte de
su intimidad.
El pudor del cuerpo se manifiesta cubriendo la desnudez.
Mediante el pudor logramos que el otro reaccione ante el cuerpo de una manera
compatible con el valor de la persona.
Los varones tienen más fuerte y acentuada la sensualidad. Ven
en el cuerpo de la mujer un objeto de placer. Por eso, las mujeres tienen una
mayor necesidad de vivir el pudor.
En las mujeres, la afectividad supera a la sensualidad.
Hay formas de “ofrecerse” en donde se proclama que se es un
objeto de uso.
Pudor, castidad, amor.
Hay una profunda relación entre pudor, castidad y amor. El
pudor se puede comprender como un germen de la virtud de la castidad. Cuando en
el interior de la persona hay castidad, externamente se procurará vivir el
pudor. Y entonces, educar el pudor es educar en el amor y para el amor.
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