El Génesis dice que el hombre es imagen de Dios. Todo el ser
humano, con su alma y con su cuerpo es imagen de Dios.
Hombre y mujer, como consecuencia del pecado original, pueden
convertirse para el otro en un simple objeto de placer, de procreación, de
apropiación, de prestigio personal. En este caso, pierden la condición personal
de su gran dignidad.
Cuando la sexualidad se ejerce de una manera captadora,
dominadora y hasta manipuladora, hace a
los esposos incapaces de una verdadera comunión a la que están llamados y esta
separación del uno respeto al otro les lleva frecuentemente incluso a alejarse
o separarse de Dios.
Valores que apoyan el éxito de una
relación
“El placer y el
atractivo físico no aseguran el éxito de una relación porque aunque es cierto
que la relación sexual tiene un componente placentero, es un error fundamentar
el éxito de la relación en la dimensión placentera o en el atractivo físico, ya
que por la propia naturaleza humana es un valor caduco. Hay que fundamentar el
éxito de la relación sexual en valores más duraderos como son el afecto, la
comunicación, la donación o la fecundidad”. (J. de Irala e I. Gómara. Nuestros
hijos quieren querer. Editorial Universitaria. 2012. Página 98).
Importancia de la renuncia
En la vida matrimonial,
normalmente suelen aparecer discusiones, diversidad de pareceres… o te puedes
acostumbrar al esposo/a que tienes y perder cierto grado de atracción y afecto
hacia él/hacia ella, (cuestión que se debe superar volviendo a los puntos en
los que al principio se asentó tu amor), y sin embargo no te dejan de gustar
otras personas como posibles pareja.
Son episodios que
aparecen con bastante generalidad, y si no ha habido y no hay renuncias a
determinadas actitudes, gestos, palabras, miradas y acciones desde el principio que empezaste a
salir con tu chica/o, o no las has
controlado a lo largo de tu matrimonio, ¿Podrás mantener tu compromiso de
fidelidad?
La espera en la
juventud
La persona que controla
y encauza ordenadamente los impulsos durante su juventud, tiene más
probabilidades de ser fiel en los periodos siguientes.
“La espera es un acto
de amor anticipado, un acto de amor hacia esa persona con quien queremos y
podemos acabar compartiendo la vida”. (J. de Irala e I. Gómara. Nuestros
hijos quieren querer. Editorial Universitaria. 2012. Página 66).
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