LA CULTURA DEL DESEO 2
El otro punto de inflexión que explica nuestra civilización
del deseo lo encontramos en los cambios sucedidos a partir de Mayo del 68. En
este caso, fue el pensamiento de una izquierda distinta al comunismo la que
estimuló la revolución silenciosa. Herbert Marcuse, desde una posición que
combinaba la teoría de Freud con el marxismo, se mostraba especialmente
optimista respecto a la sociedad no represiva del futuro, idea que desarrolló
en su libro Eros y civilización. Hasta ahora, pensaba Marcuse, hemos vivido en
una sociedad represiva de los impulsos para garantizar la supervivencia pero ¿y
si esto ya no fuese preciso? ¿Y si la sociedad de consumo permitiera una
civilización no represiva, en la que tengamos garantizadas las necesidades
vitales y no sea indispensable la represión? Entonces, podríamos desarrollar
nuestro placer sin restricciones, como un puro juego en el que se fusionasen el
trabajo, el ocio y la diversión. La idea tendría amplias resonancias en las
revoluciones de Mayo del 68 y la posterior transformación de las sociedades
occidentales.
Manuel Cruz Ortiz de
Landázuri
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