No podemos privar al mundo de este don de Dios. Le estaríamos
privando de los valores que podemos y debemos aportar.
Unión que es un sacramento. La unión amorosa, realizada en
serio, con la expresión de entrega total de un hombre y una mujer para toda la
vida (esto solamente es posible después del matrimonio, nunca antes), entonces,
esa unión es noble, santa y buena.
La grandeza del acto sexual está confirmado por el propio
Jesucristo que eleva el matrimonio a sacramento. No debemos olvidar que el
propio Jesús de Nazaret acompañó a unos novios de Caná de Galilea en su boda.
Él y su Madre, que también estuvo allí invitada, nos ofrecen un modelo del
excelente inicio de una vida amorosa de acuerdo con los planes de Dios. Óptima
cuestión es pues, que a la hora en la
que los novios se ponen a hacer la lista de sus invitados a la boda, cuenten
con estas dos extraordinarios personas para que también asistan a la suya.
Hacerlo, es de un gran acierto.
¿Qué aporta el
matrimonio cristiano?
1. En primer lugar es una fiesta.
El amor debe ser festejado.
Queremos compartirlo con los seres queridos.
2. Es la demostración de que somos responsables.
Elegimos a otro/a para toda la vida.
3. Es una muestra de que yo valgo.
He sido elegido/a para toda la vida. (J. de Irala)
Una feliz convivencia con la persona elegida.
Una protección para los hijos: educación, legalidad, etc.
Es un SIGNO del AMOR
DE DIOS.
La felicidad que proporciona hacer las cosas como Dios
quiere.
Le ofrecemos nuestra ESPERA por Amor.
En él se transmite la vida.
(J. de Irala).
Cómo aman los esposos?
“El amor carnal de los esposos es icono del amor divino” (S.
Juan Pablo II).
El hombre y la mujer tienen tiempos distintos en sus entregas
íntimas.
Cariño y delicadeza en la relación íntima.
No al amor aburrido. Sí al amor ardiente.
¿Cuesta la castidad? Y la fidelidad y la hipoteca…
El amor es paciente,
servicial, no tiene envidia, no hace alarde… goza con la verdad… todo lo
disculpa, lo cree, lo espera, lo soporta. (1. Cor. 13, 4-7).
Escribe el Papa Francisco en la Exhortación Amoris Laetitia: “De
ninguna manera podemos entender la dimensión erótica del amor como un mal
permitido… sino como un don de Dios”. (Nº A. L. 152).
Unión cada vez más
firme e intensa
El matrimonio incluye las notas propias de la pasión porque
“no ha sido instituido solamente para la procreación sino para que el amor
mutuo se manifieste, progrese y madure según un orden recto”. (Amoris Laetitia nº
125)
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