En días
anteriores comentábamos que la tarde de los hijos es una
acción educativa más. Para ello es imprescindible un poco de organización que
tiene que contar con un horario, un plan de trabajo y hacer vivir el plan
organizado.
Como es un punto de especial
relieve que tanto hijos como padres tenemos que saber valorar, me parece
conveniente narrar en este tercer artículo, sobre la participación de los
padres en la educación, una experiencia muy interesante en este sentido.
Se produjo en la década de los
ochenta en Estados Unidos. Grupos de indochinos recién llegados que no hablaban
bien el inglés, matriculan a sus hijos en escuelas del nuevo país. Parten con
muchas desventajas, además del inglés, viven en pisos pequeños donde no era
fácil estudiar, la mayoría la componían familias numerosas con pocos recursos
económicos y poco tiempo para el estudio personal. Pero los resultados de los
exámenes de los jóvenes indochinos era un enigma. En las áreas verbales,
incluido el inglés, obtenían calificaciones casi iguales a la media
norteamericana y mejores calificaciones en matemáticas y ciencias. ¿Dónde
estaba la explicación? En la tarde familiar de esos grupos. La tarde típica de
esos refugiados, según un estudio de la Universidad de Michigan, era más o
menos de esta manera: “Después de la cena, se quita la mesa y empiezan los
deberes. Los hijos e hijas mayores ayudan a los más pequeños. Durante esos ratos
se aprende muchísimo: normas, hábitos, actitudes, esperanzas, y también el
contenido de las materias. Tal participación demostraba como una familia
numerosa puede animar y ayudar a todos a tener éxito académico”. Los padres solían leer cosas a los hijos y
los lazos afectivos entre padres e hijos y el refuerzo en los valores
culturales hacían el resto.
O sea, que un chico de Primaria,
Secundaria, Bachillerato, sobre el que
no haya un seguimiento y control en casa, es muy probable que se venga abajo en
rendimiento académico.
Conviene señalar cómo lograr que
las notas escolares tengan un significado objetivo y útil para educar a los
hijos.
El argentino Laforucade
establece los significados verdaderos
que pueden tener las notas escolares.
Veamos una síntesis.
QUÉ
DEBEN SIGNIFICAR LAS NOTAS.
1. Una información valiosa
para saber en qué materia sus hijos necesitan ayuda especial en casa.
2. Un indicador que puede ser
considerado útil para estimular lo que el niño sabe hacer y no insistir
demasiado sobre lo que es incapaz de realizar.
3. Uno de tantos sistemas de
comunicación con la escuela.
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EL AMBIENTE FAMILIAR.
Los
padres son principalmente los creadores de un ambiente agradable, constructivo
y positivo en la vida familiar.
Lo consiguen fundamentalmente mediante
una actitud de educadores permanentes. En los padres no existe ni un solo
momento en el que no eduquemos.
En el hogar, se educa cuando
queremos (educación intencional), y cuando no queremos. Sin darnos cuenta, se
esparce por cada rincón del hogar, una forma de ser y actuar.
Cada
hogar, cada familia, establece un estilo educativo. Los padres tienen que creer
en un estilo educativo para sus hijos. Creer es importante, pero es
igualmente importante, saber ser un buen transmisor de lo que se cree.
Hay que tener argumentos para saber transmitir.
Este estar
continuamente educando y desarrollando un ambiente, llevará a los padres:
n a un
actitud de apertura, tanto hacía sí mismo (formación personal para crecer como
educadores), como hacia sus hijos, para ser comprensivos, exigentes, flexibles,
tolerantes,
n a conocer
el mundo de los hijos que no es exactamente igual que el nuestro.
Por lo tanto, se reduce a conocer más para educar más y
mejor, porque solamente educan los que tienen algo que aportar.
Los padres
son por lo tanto guías.
El
guía presenta: señales, normas, tradiciones, cosas ocultas para quien le sigue,
conocimiento del mundo y de la vida. El guía es una fuente de luz. De él procede un atractivo singular y fuerte
que arrastra y conduce a otros hacia el bien.
El
guía es palabra y modelo. El padre es
palabra y modelo porque es proyección, futuro, para los chicos. El guía
favorece la obediencia por prestigio y cariño principalmente.
Si
no hay guía, la conducta de los chicos carece de dirección y se vuelve más
instintiva.
Y lo instintivo es un mundo
de contradicciones y alteraciones: en unos momentos son ejemplares; en otros,
no hay quien los soporte.
La
labor de guía del padre y de la madre, nadie puede suplirla. Nadie tiene su
categoría, ni la relación afectiva e íntima que ellos tienen con el hijo.
Muchos conocimientos se
adquieren en la vida: aprender a conducir; una carrera universitaria o
profesional, …pero los significados
fundamentales de la vida, se obtienen en la familia, en ese ambiente: significados
de confianza, amor, aceptación del otro, lealtad, respeto, solidaridad, etc.
De
la misma manera que los modelos sociales imperfectos originan disfunciones y
problemas humanos, al revés también ocurre lo contrario. Porque cuando un
individuo, unos padres, funcionan bien, transmiten categorías de gran valor a
los demás.
ACTITUDES DE LOS PADRES QUE AYUDAN A CREAR UN CÁLIDO
AMBIENTE EDUCATIVO:
Son:
-
El ejercicio de una autoridad justa y estable.
-
El cultivo de la generosidad.
-
El fomento del autodominio.
-
La amabilidad en las relaciones.
-
Un claro sentido de modernidad.
- El tiempo y la paciencia.
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